Naruto llegó al garaje de la empresa justo cuando Shikamaru se bajaba de su BMW. Mal momento. No tenía ni pizca de ganas de hablar con él porque sabía perfectamente cuál sería su tema de conversación.
Apagó el motor y se quedó pensando si salir del coche o no. En ese momento, lo que le más le apetecía era ir al piso de Sakura para que le dijera cara a cara por qué lo había dejado solo. Si supiera que así iba a conseguir lo que quería...
Si eso era lo que tenía en mente cuando empezó todo, nada iba a hacerla cambiar de opinión. Sin embargo, si lo que quería era más tiempo, tiempo para pensar... entonces, quizás el tiempo fuera su aliado.
De cualquier manera, no podía evitar sentir que ese era el día del Juicio Final.
Shikamaru golpeó en la ventanilla del coche con una pregunta divertida en el rostro. Con un suspiro de frustración, Naruto abrió la puerta. Estaba decidido a no satisfacer la curiosidad de su amigo. De todas formas, no tenía ninguna respuesta que darle.
-¿Fue todo como esperabas con la hermosa Haru?
Naruto lo miró cansado.
-Métete en tus asuntos. Shikamaru.
-Te recuerdo que soy una parte interesada -le dijo con rapidez.
Atrapado en su propio dilema Naruto había olvidado que Shikamaru estaba interesado en Ino.
Cerró la puerta del coche pensando que la compañera de Sakura debía estar al tanto del engaño. ¿Y dónde la colocaba eso?
-¿No fue lo que esperabas después de todo?-insistió el pelinegro.
-Ella es todo lo que yo espero -le contestó Naruto deseando que se acabara el interrogatorio.
Necesitaba más tiempo para pensar en lo que había sucedido.
Shikamaru lo miró con escepticismo.
-Entonces, ¿por qué no estás radiante de alegría?
-Porque no estoy seguro de lo que quiere -le contestó con sinceridad-. Y ahora olvídalo, Shika.
-¿No te precipitarías?
-¡He dicho que lo olvides!
-Sí, claro. Eso si no me llevo un rapapolvo de Ino.
La pequeña rubia estaba metida en el asunto. Le había seguido la corriente con el tema de Haru Sakurai el día anterior. Quizás las dos estuvieran jugando a lo mismo, Sakura con él e Ino con Shikamaru. Naruto se mordió la lengua para no decirle nada a su amigo. No merecía la pena hasta que supiera de qué se trataba aquel juego.
-Espero que te puedas concentrar en las entrevistas de hoy.
-¿Qué entrevistas?
-Las que tienes que hacer para decidir con qué artistas gráficos te quedas. Por supuesto, soy consciente de que las presiones que tienes ahora no tienen nada que ver con el trabajo, pero...
-No te preocupes. Estaré listo para hacerlas-cortó tajante-. Llévalos a mi oficina tan pronto como lleguen.
-La primera es a las diez.
-De acuerdo.
-Mírate primero los currículos, Naruto. No queremos en la oficina gente que no encaje.
-Sé cómo ocuparme de mi trabajo -le dijo muy serio.
-Bien -le respondió Shikamaru y se metió en su despacho.
Naruto continuó hasta el suyo contrariado por el desarrollo de los acontecimientos. ¿Por qué no había sido sincera con él? ¿Y cómo demonios había tenido el valor de largarse y dejarlo solo después de lo que habían compartido? ¿Realmente pensaría que ese grado de armonía sexual se podía encontrar en cualquier parte?