capítulo 7

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-Esto debe ser un sueño...-Se repitió la muchacha por décima vez frente al espejo. ¿Quién se hubiese imaginado que ellos eran tan famosos?

Aún recordaba a la perfección, la cara de enamoradas que sus compañeras mantuvieron hasta que los chicos se habían retirado. No negaba que todos eran muy lindos y que parecía que habían sido sacados del molde de los mismos ángeles... pero para ella eran más que una celebridad, eran personas ejemplares que la habían ayudado de corazón y sin pedir nada a cambio. Ellos eran sus amigos... con esa afirmación en la cabeza, tomó su teléfono y se tiro en la cama, quería navegar un rato antes que el sueño le ganara.

Una idea hizo eco en su cerebro medio dormido, haciéndola sonreír como una niña traviesa... "¿No esta mal...? ¿O si?" pensaba mientras tecleaba en el buscador: miembros... Got7 inmediatamente miles de resultados saltaron a su vista, ratificándole lo exitosos y amados que eran.

-Es algo que no se puede evitar...-hablo para sí, olvidándose su celular a un lado y enfocando sus ojos en el blanco techo de su habitación. Casi podía verlos sonriéndole, e inconscientemente, ella correspondió esa sonrisa.

La mañana llegó más rápido de lo que hubiese querido, se sentó en la cama negándose a abandonar la tibieza de las sábanas. En los primeros momentos de vigilia, se sintió extraña, le costó un poco reconocer que esa era su habitación y que era allí donde debía despertar y no en ese cuarto abarrotado de peluches. Pero era innegable el hecho de que un dejo de decepción compungió su corazón al no encontrarse en ese lugar...

Se levantó y decidió darse una ducha para rescatar su cuerpo de la pereza que la embargaba. Sin ganas de desayunar, cerró el departamento dirigiéndose hacia la panadería, aquella que se había vuelto su lugar de trabajo favorito.

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-¡Vamos que ya es hora!- gritaba el mánager intentando activar a los muchachos. JB, Junior, Jackson y Mark ya se habían levantado y estaban preparándose, a mi niña velocidad, pero lo hacían. En cambio Youngjae y el maknae, eran otra historia, ya que ambos se negaban a dejar la cama.

-Dejen, ya voy yo- Se ofreció Mark, cuando JB quiso ir a levantar al vocalista del grupo.

Minutos más tarde se escuchó el grito de Youngjae seguido de las risas de ambos miembros.

-Uno menos...- suspiró el mánager cansado de esperar. Ni bien terminó de hablar, por el pasillo aparecía BamBam arrastrando sus pasos debido a que cargaba el cuerpo medio dormido de Yugyeom.

-No quiero... cinco minutitos más-resoplaba el menor apretando sus brazos sobre los hombros de su amigo y causándole cosquillas con su respiración. La situación era algo cómica, por lo que los mayores no dejaron de reír, incluso cuando el menor fue arrastrado dentro del baño.

Seguido de ellos, aparecieron Mark y Youngjae riéndose de algo que sólo ellos sabían. Quedando en silencio cuando estuvieron frente a la mirada inquisidora del líder.

Diez minutos después, luego de que Youngjae obligará (a fuerza de golpes en la puerta) a que los menores dejaran el baño, ya estaban todos listos y camino al estudio de fotografía.

-Crees que la volvamos a ver?- Jackson susurró la pregunta en el oído de Mark.

-No se... pero sabemos donde trabaja...-respondió éste, dejando el pensamiento en el aire. Junior permaneció en silencio.

El día repleto de trabajo, les sirvió para distraerse. Una sesión de fotografía nunca duraba menos de cuatro horas, sin contar que en medio de esta, grababan vídeos personales y en grupo mostrándole el 《Detrás de...》a sus fans. Luego de ello, debían trasladarse al estudio para un programa en el que se presentarían al día siguiente. La primera en partir fue la minivan en donde iban Yugyeom, BamBam, Youngjae y JB. Como era costumbre el recorrido se hacía entre bromas, pedazos de canciones y momentos de tranquilidad.

Y allí estaban, en completo silencio hasta que, el menor, vio pasar por su lado una silueta conocida, ataviada con su casco blanco y concentrada en el manejo del ciclomotor.

"¿Qué hago" pensó el maknae mirando de reojo al conductor de la minivan. Lo más natural que pudo, llamo la atención de BamBam que se sobresalto por el golpe en su hombro. Este iba replicarle, cuando notó el extraño comportamiento del menor. Siguió el camino que los ojos de Yugyeom le marcan y sonrió al verla parada justo al lado de la ventanilla de Youngjae, esperando a que el semáforo le diera el paso.

A JB no le costó mucho descifrar la rara conversación que mantenían los más jóvenes del grupo, por lo que le tomo sólo dos segundos descubrir la figura de Laura del lado opuesto al suyo. Parecía que el único que no se daba cuenta que la tenía a su lado era el mismo Youngjae...

El semáforo marco la luz verde y ambos conductores iniciaron el movimiento, pero Laura tuvo que aguardar hasta que la minivan doblara frente a ella. Por un momento, saboreo la idea de gritarle algo al hombre tras el volante pero se quedó callada al ver a un distraído Youngjae hacer contacto con sus ojos. Sin siquiera pensarlo levantó la mano saludándolo con toda la alegría que le era posible expresar desde su lugar en la moto.

Youngjae se giró sonriendo para contarles a sus compañeros a quien había visto, cuando noto que todos miraban hacia atrás intentando ver por la ventanilla trasera, a la personita que se había quedado saludando en la intersección. Luego de eso, el silencio volvió a ocupar su lugar entre ellos y se mantuvo hasta mucho después de llegar al estudio.

Cuándo ya estuvieron reunidos los siete, Yugyeom se encargó de contarle a todos como había sido el primero en verla.

-Siempre el mismo... podrías haberle dicho que nos llamara- comenzó a reírse Jackson a costa del distraído Youngjae, cortando con ese mutismo que los cubría, consiguiendo que todos rieran con él.

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El haberse cruzado aunque sea con uno de ellos, había cortado la desazón que sentía Laura, devolviéndole ese algo que le había faltado desde que se despertó en la mañana.

"Si tan sólo tuviese el número de Yugyeom... o de alguno de ellos..." ese pensamiento la asaltaba cada vez que su mente volaba en dirección a esa casa. En ese lugar se había sentido más a gusto que en cualquier otro. No sabía explicar bien el porqué, pero ni trataba de negarse el hecho de que allí había encontrado una calidez que hacía bastante no sentía. Y aunque habían sido pocas ocasiones, se había acostumbrado a sus presencias.

Una vez más, se encontraba tumbada en su cama luego de un fructífero día de trabajo... su celular era su único acompañante y cómplice, que le mostraba una tras otra, todas las fotos de Got7 que tenía en su haber... caras graciosas, momentos triste y emotivos. Todos capturados por aquellas afortunadas que habían compartido tiempo con ellos... momentos en los que ella nunca estaría...
De repente el sonido de un mensaje entrante llamo su atención.
Al abrirlo en la pantalla una leyenda le indicaba
《El número _______ te ha agregado al grupo ¿En verdad no lo sabías?

Sintiendo más de Lo Que Se Debe... Got7 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora