Un niño triste en los columpios.

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El pequeño Harry había salido corriendo sin antes tomar su lounch y subirse al coche con mamá, sonriente se dirigía hacia el jardín de niños mientras tarareaba una canción que aprendió en clase "Rock, scissors, paper. Rock, scissors, paper. One, two, three. Play with me, right hand ROCK! Left hand PAPER! It's a helicopter...!".

Tras el transcurso del camino Harry siguió cantando aquella tierna canción, al llegar a la escuela su madre dijo:

"Hemos llegado, corazón." Sonrío al pequeño y le revolvió su pelo.

"¡Nos vemos, mamá!" El pequeño abrió la puerta del auto sin antes darle un beso a mamá y salió corriendo hacia sus compañeritos.

"¡Hola, Harold!" Le saludo Henry y Hanna, los pequeños mellizos Duncan.

"Hey, chicos ¿qué les parece si jugamos a las escondidas antes de que toquen el timbre?" Sonrío efusivo el rizado de ojos verdes.

"¡Si, tú te las quedas!" Le señalo Henry.

"Está bien, les doy 10 segundos para que se escabullan". Harry llevo sus manitas a sus ojos.

Al destapar sus ojos regreso a ver a todos lados buscando a sus pequeños amigos pero no había rastro de ellos, así que salió corriendo hacía los columpios tal vez ahí podría divisarlos pero en su lugar vio a un niño rubio sentado de espaldas a él meciéndose en uno de los columpios.

"Hey, ¿no has visto a unos mellizos pelirrojos esconderse en algún lado?" El pequeño tomo su hombro de forma amistosa.

El niño regreso a verlo al instante, tenía unos ojos azules como el agua de algún lago cristalino y en ellos se asomaban lagrimas como si en ellos comenzara a llover.

El pequeño Harry se sorprendió al ver que el niño de ojos azules lloraba y tomando sus hombros le pregunto. "¿Qué tienes? ¿por qué lloras?"

El ojiazul lo miro cabizbajo y respondió "N-no pasa nada, Harry, solo que nadie quiere jugar conmigo."

Harry no se dio cuenta que el niño desconocido sabía su nombre, así que mientras buscaba una solución para que el nene dejara de llorar se le ocurrió una idea. "Tengo una idea, ¿por qué no vienes a jugar con nosotros? Solo que por el momento me ayudas a buscar a mis amiguitos, ¿te parece?".

"Claro que sí". Sonrío y sus ojos aun húmedos se iluminaron y tomo lugar a lado del pequeño Harry para ayudarlo a buscar a los mellizos.

"Bien, ellos son pelirrojos y tienen pecas, decime si los ves ¿ok?". Buscando con la mirada un posible escondite, Harry y el niño salieron corriendo hacía un lugar mientras cantaban:

"Yo tengo un osito chiquitito

a mi osito le gusta jugar

Y jugamos a las escondidas

1, 2,3

1,2,3

¿Dónde estás?

Se va para arriba

se va para abajo

Se va para un lado

se va para el otro..."

Harry sonrío cuando vio que el ojiazul ya no lloraba y que había cambiado su carita triste por una careta de felicidad, en cuanto Harry vio a sus amiguitos le aviso al niño que fuesen hacia ellos, corrieron hasta ellos y Harry grito. "¡Los encontramos!"

Al escuchar al rizado gritar en plural los mellizos le miraron raro "¿Los encontramos?" Habló Henry.

"¡Si! Invité a...¿Cómo te llam..?" Volteó a ver al niño pero se quedó callado cuando se dio cuenta que el ojiazul ya no estaba. "Invité a un niño que estaba solo en los columpios, pero me parece que le dio pena hablar con ustedes y se ha ido." El pequeño Harry explicó un tanto triste por la inesperada desaparición del ojiazul.

En eso la campana que indicaba que las clases comenzaban sonó "Hay que entrar, al rato lo buscamos en el almuerzo y jugamos con él, Harold."

"Esta bien, vamos." El chiquillo suspiró y corrieron hacia clases sin antes echar una mirada por si lo veía.



Continuará . . .

Louh, Mi Amigo Imaginario.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora