El Viaje

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Todo comenzó una noche oscura, una noche sin luna, una noche casi desierta. Emily se fue a acostar y una suave brisa paseó por su cuarto, no sabía porqué, todas las ventanas estaban cerradas, en un instante cierra los ojos y al abrirlos cerca de la puerta de su habitación vio unos hermosos ojos celestes emergiendo de la nada. No se veía forma alguna alrededor de ellos, se levanta un poco para verlos mejor pero los ojos se cierran lentamente y Emily se pierde en sus supuestas alucinaciones. Ella no sabe si esta dormida, si esta imaginando o si simplemente ha perdido la cabeza. Como niño asustado, la indefensa Emily se tapa en su cama para esconder sus temores pero en un instante escucha ruido a cortinas rasgadas, muy asustada prende la luz y ve sus cortinas con tres rayas rasgadas en ella, como si una especie de felino lo hubiera hecho, no sabía que hacer, si seguir durmiendo o ir a ver que era, entonces se acostó de nuevo. Pero al apagar la luz los dos ojos celestes se aparecieron justo enfrente a su cara irradiando como una especie de luz celeste de ellos. De repente Emily siente que la agarran del brazo, por sorpresa de ella no había nada agarrándola, el ser invisible de ojos celestes la saca de la cama y la lleva hasta la puerta, ella casi sin elección la abre y sale al patio de su casa con él. Todo parecia normal, su perro dormía, su familia parecía no haber notado los ruidos y mucho menos las luces celestes que salían de la pileta en forma de espirales degradados en la misma luz, en el inicio de los haces se podía ver un portal. No sabía a donde conducía a dónde iba a parar, qué había al traspasarlo, con qué o quién se encontraría, si podría volver a su casa, si volvería a ver a su familia. De repente la figura invisible se sumerge en el portal, pudo ver por un instante que tenía la forma de un gran felino, un tigre o un león. Con muchas dudas y enigmas rondando su cabeza la indecisa Emily cerró sus ojos y se sumergió en la pileta comenzando su maravilloso viaje.

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