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Guillermo un joven de 23 años que hace poco decidió mudarse de casa de su padres hacia el centro de la ciudad de L.A. aunque sus padres insistiera en que no lo hiciera, no hubo nada que impidiera su decisión de ir a vivir solo y aprender lo que debe sobre la vida solo se decía Guillermo siempre para que no hubiese duda en su mente de que esto era lo que quería.
Ya un mes había pasado desde que dejo la casa de sus padres para independizarse y vivir su vida de adulto solo, pero la verdad es que Guillermo solo esperaba que sucediera algo en su nuevo hogar algo que le diera la diversión que necesitaba, como todos Guillermo conocía de las personas que podían "Saltar" eso era lo que esperaba pero para lo que tenía pensado debía vivir solo.
Solo debía esperar para que alguien llegara a su hogar sin importar como fuera, si era hombre o mujer; homosexual o heterosexual; gordo o flaco; negro o blanco; alto o pequeño, solo quería que llegara alguien con quien divertirse a lo grande sea el que apareciera en su casa ya todo estaba listo.
Una noche en la que Guillermo estaba perdiendo un poco la esperanza de que alguien "saltara" en su casa se agotaba una noche en la que se preparaba para ir a dormir escucho un ruido proveniente de la cocina a o que salió rápidamente con una sonrisa al pensar que por fin había llegado alguien y su sonrisa se hizo más grande de ser posible al comprobar que si había "saltado" alguien.
Un hombre fuerte con grandes músculos pelo negro como la noche, unos ojos que atraparon a Guillermo inmediatamente un cuerpo muy bien trabajado en el gimnasio y sin mencionar su miembro ese por el que Guillermo prácticamente estaba babeando por todos los lados posibles ;) pero tuvo que controlarse no era la idea que lo vieran con esa cara de pervertido que tenía en el momento.
-Hi I'm Guillermo ¿Are you ok?- dijo en inglés y presentándose con su cara de niño bueno que no rompe un plato.
Samuel que no manejaba mucho el idioma con lo poco que sabía alcanzo a decir
-i don't talk English
Guillermo que si sabía español pues sus padres eran españoles radicados hace años en estados unidos le enseñó el idioma que ellos manejaban
-lo siento, soy Guillermo ¿estás bien?- pregunto nuevamente en español de forma impecable
-si estoy bien, Samuel un gusto- dijo Samuel mientras se levantaba y trataba de cubrir más que su cuerpo su miembro.
-qué bueno que he pensado que alguna vez podía pasar esto – dijo Guillermo abriendo un pequeño cajón en el que había ropa interior de hombre y mujer y un albornoz que le paso a Samuel para que se pusiera.
Samuel recibió las cosas con un pequeño gracias y se dio la vuelta dejándole a Guillermo a plena vista esa gran espalda, ese trasero que hizo que el miembro de Guillermo saltara solo al verlo, con nalgas grandes y redondas pero esas maravillosas vistas le duraron poco hasta que Samuel termino de vestirse.
