Bitch, it's my brandiva

La escuela siempre a sido el infierno de todo adolescente, y yo no soy la excepción.

Detesto a los tipos raros y a las porristas huecas que creen que no hay nada más en el mundo que liarse con chicos lindos.

Pero trato de pretender total indiferencia, y trato de no cruzarme con ellos, sobretodo con los tipos raros que se me quedan mirando extraño.

Camino por los corredores atestados de gente, y allí están las porristas que deben estar analizando con aires de superioridad a las personas que ni siquiera se detienen a mirarlas.

Cuando les doy una mirada disimulada las puedo ver concentradas en hablarse casi a gritos, que raro.

Sigo con mi camino, mis amigas deben estar esperando por mi. Choco con varios hombros, cuando una mano se posa en el mío y me saca del mar de gente, la sorpresa se ha apoderado de mi rostro.

-¡Tana!-Saluda el dueño de la mano que me ha sacado-.

-Hey Zack-Le digo despreocupada en forma de saludo, uno de los tipos raros de los que hablo- ¿Qué es tan importante como para sacarme de mi misión?-No suelo ser pesada pero tengo prisa.

Él tan sólo me sonríe y mueve sus manos nerviosamente.

-Te ves muy linda hoy, ¿Sabes?-Aquí vamos de nuevo- y...y... Te quería...preguntar si tú, ya sabes, estudiar y... Y todo...eso.

-Lo siento Zack-Le corté-Pero tengo cosas que hacer.

Zack, aunque no es un chico mal parecido no es mi tipo, sus penetrantes ojos azules, su sonrisa perfecta y su cabello siempre arreglado le hacen un imán para las chicas (hasta que lo conocen), pero la verdad es que no se que tengo yo que le llame tanto la atención, y cada vez que me habla se le traba la lengua, eso lo hace entrar en el círculo de tipos raros.

Apreto los libros contra mi pecho, Martzia y Susy deben estar furiosas.

Al fin topo con mi casillero y las caras -un tanto disgustadas- de mis amigas se asoman mirándome de pies a cabeza.

-¡Tana!-Grita Martzia con alegría, Susy le da un codazo en las costillas, la idea de parecer enojadas era de ella-¡auch!.

Susy pone una cara adorable y finge total indiferencia frente al reclamo de Martzia.

-y dime Tana-Dice con un tono angelical-¿Por qué el retraso hoy?

Abro el casillero y ordeno mis cosas para la próxima clase.

-Zack

-Yo creo que deberías darle una oportunidad, no creo que este TAN loco-Susy y yo le dedicamos una mirada asesina que no dura más de medio segundo.

-no, es por los estudios.

-Si, "estudios"-Las uñas rojas de Martzia hacen comillas en el aire mientras camina de espaldas.

Mi amiga golpea a un chico y logro ver los inmensos ojos que ha abierto.

-Ten cuidado por favor-La amargura en la voz del joven hizo que Martzia se encogiera más y asintió mecánicamente.

Todo se mueve con normalidad a nuestro alrededor, la escena parece desencajar, muy silenciosa.

-Vamos Marzy-Susy le toma del brazo y la arrastra sin quitar la vista del joven.

-¿Qué diablos a sido eso?-Se pregunta mi amiga desordenando su castaño cabello.

-¿Le has visto?-Apoya la otra arreglando su falda

«Van a hablar de chicos otra vez, como todos los días»

Y por solo ser el inicio del tema que más odio, detesto al tipo con el que Martzia ha chocado.

Al ser una buena alumna tengo que lidiar con... Gente perezosa que quiere subir sus notas antes de terminar el año, y esta es esa época donde todos se me pegan como chicles.

Revolotean de un lado para otro y en algunos recesos me dedico a ayudarles con lo que no entienden-a un precio razonable (no les voy a regalar mi tiempo y necesito el dinero)-.

Me siento en la tercera fila, en el lugar que casi nadie de atreve a sentar, como si el profesor les fuera a morder o algo, pero claro, la razón es lo poco que les importa tomar atención a la clase.

Reviso unos cuantos apuntes y puedo ver que la sala se ha llenado

lentamente, los murmullos crecen notoriamente a mis espaldas.

«Respira Tana, pronto no los tendrás que ver más»

Si, mi cuerpo se relaja y presto atención a la clase al igual que todos los días.

El profesor se dedica a pasar lista cuando un golpe sordo se oye de la puerta.

El silencio inunda la sala, nadie que conozca al señor Parker se atreve a llegar tarde, es lo peor que puedes hacer, quedarás fichado de porvida.

Pero no es asunto mío, por lo que no le presto atención.

El silencio aún está presente y se tensa más cuando la voz del profesor -más ronca de lo normal- le dice que pase.

El joven que ha entrado pide disculpas y se sienta en la primera fila, le había visto antes, el profesor lo mira con desprecio, seguramente va a recordar perfectamente el nombre del joven.

Levanto la mano cuando me mencionan.

-Bien jóvenes- Empieza a hablar el señor Parker- Esta es esa tediosa época del año donde algunos están DESESPERADOS-Mira al joven que llegó atrasado- por pasar de curso, por lo que termináremos esta unidad en parejas- se oyen unas risas a mis espaldas- considerenlo un regalo.

Mis compañeros a mis espaldas incluyendo al joven atrasado se revuelven formando parejas. Ya he aceptado que tendré que estar sola y no tengo problema con eso.

-Excepto usted señor Flowers, usted será pareja de la señorita Mundkowsky- quedé pegada al asiento, ¿Era una broma verdad?

Mi nuevo compañero de apellido "Flowers" soltó un quejido, el que hubiera soltado yo si pudiera moverme.

Se sentó a mi lado a regañadientes un lápiz se le cayó al suelo y por pura cordialidad decidí recogerlo.

-No lo toques-Me interrumpió prepotente-Es muy fino para alguien como tú- Dijo la última palabra con desprecio, bueno, si el iba a ser así conmigo yo sería igual con él.

-Anoten sus nombres en una hoja y me las dan-informó el profesor.

-Brandon Flowers-Me dice mientras escribo mi nombre, no pienso escribir el suyo.

Se la entrego cuando termino y me acuchilla con la mirada, no hago más que sonreirle.

Típico niño rico, idiota, no soy su sirvienta.

Escribe su nombre con sumo cuidado y le da el papel al profesor.

-Te gusta Joy Division, ¿He?- Señala mi pulsera cuando se sienta.

-No es tu problema- le corto

-Tienes un lindo nombre, pero tu actitud es horrenda- Comenta para sí mismo en voz alta.

-Cállate Flowers-El timbre suena y salgo de la sala dando zancadillas, menudo inicio del día.