Adoptando Un Futuro

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Salía de nuevo de la empresa donde trabajo, había sido un día agotador pero todo valía la pena con tal de ver de nuevo a mi bebe. En realidad no era mía, Melanie era una bebita que había quedado huérfana debido a que su mama murió en el parto y el padre, sabrá dios quien sea. Me encariñe con ella una vez que acompañe a mi amiga Kelly y su esposo a adoptar a un niño hermoso, ya que Kelly no podía ser mama. Cuando la vi, me dio mucha ternura y cuando la tome en mis manos, me enamore de ella. A partir de ese día la visitaba constantemente, que digo constante, ¡diario!

Un día me decidí a adoptarla pero como siempre todo tenía que ser tan complicado. Me dijeron que debía tener un buen empleo y una casa estable, eso era lo fácil, lo difícil era tener que esperar 6 meses para poder iniciar el proceso de adopción y yo quería estar con la bebe desde ya.

Tome un taxi porque mi maldito automóvil decidió no arrancar. Era eso o caminar trece cuadras a mi departamento, en definitiva no era mi día. Llegue tarde al trabajo, no alcance a ver a mi Melanie y por si fuera poco, comenzaba a llover.

Roger el de seguridad, parado en el porche del edificio como de costumbre, tendiéndome su mano y con una sombrilla en la otra me ayudo a salir del sitio, si había algo con que definir a Roger seria amabilidad. Una vez dentro me dirigí rápidamente a mi piso, no sin antes agradecer a quien más estimaba en esta vida.

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Nunca había tomado una ducha tan relajante, ya me hacía mucha falta, así que llene mi tina y le agregué sales de baño para después desnudarme e introducirme en ella. Fue lo mejor que hice en todo el día, sin duda alguna me sentía mucho mejor.

Me prepare unos hot cakes, era mi postre favorito. Me senté en la sala a evisarr mis pendientes mientras terminaba mi cena. Tenía un mensaje de mi jefe lo cual era muy raro ya que él nunca me mandaba e-mail o también podría ser muy importante como para atreverse a enviarlo.

*Carvajal, ¿recuerdas que mañana tengo una junta muy importante?

Bueno pues tendrás que asistir ya que el nuevo socio de la empresa nos confirmó de última hora su asistencia. Te veo en la sala de juntas a las 10:30 am. Lleva tus estadísticas de todo el año para cerrar el trato, él tiene que asociarse con nosotros.

Julián Montalvo

Genial, ahora no dormiría en casi toda la noche elaborando mi presentación estadística sobre los balances generales de todo el año. Esta será una larga noche, al menos tengo una hora más para llegar al trabajo.

Apenas y podía conciliar el sueño, había algo que me preocupaba, tal vez era el hecho de que con el nuevo socio porque, era seguro que se asociaría con nosotros, estuviera más ocupada y descuidaría a Melanie y no quiero eso, mi niña será mía por fin en unas semanas y nada lo impedirá. De mi cuenta corre que a ella no le faltara nada y será muy feliz, tan solo es una bebe de 5 meses y medio.

Maldito despertador. No recuerdo a qué hora fue que caí en los brazos de Morfeo, supongo que ya era tarde porque ahora no quiero levantarme de mi cómoda y reconfortante cama. Al fin, trabajo es trabajo. Con todas las fuerzas del mundo me dispuse a ponerme de pie y dirigirme a tomar una ducha. Salí del departamento como de costumbre, unos lentes de sol y a la misma hora de siempre con mi ordenador en el maletín. Roger pidió un taxi por mí y con mucho gusto me subí al vehículo para después despedirme de él con un gesto de mano. Le di la dirección al taxista, "El buen Gusto" un restaurante humilde con una deliciosa comida. Yo era de las pocas personas que no les gusta desayunar en su casa y prefiere almorzar en un restaurante, aunque debía de cambiar eso ya que tendría una hija y debía prepararle sus papillas. Será lo mejor que me podría pasar. Estoy tan entusiasmada con ella que ya la veo en unos 17 años si no es que menos diciéndome que esta enamorada. No puedo dejar de imaginarme una vida con esa pequeña. Ella sería mi todo. Mi vida.