Abrí los ojos a más no poder.
Observé aquella bonita vista con la boca abierta.
La Torre Eiffel se veía más bonita que nunca, la noche estaba llegando a París y el cielo parcialmente nublado hacía que las nubes se vieran rosadas o anaranjadas.
- Es precioso, Antoine... -dije girándome hacia él que miraba sonriente.
- Me alegra que te guste, Dest -respondió y se colocó a mi lado en la barandilla.
- ¿Por esto no querías ir a la cena con los chicos? -pregunté y él asintió.
- Me dijiste que ansiabas visitar la Torre Eiffel, y de qué mejor manera que cenando conmigo en esta magnífica azotea -dijo divertido y yo reí.
Volví a mirar la obra más característica de París. Realmente era preciosa.
- ¿Quieres que te tome una foto? -preguntó mientras cogía su móvil y se apartaba un poco de mi.
Asentí y sonreí para la fotografía. Luego indiqué a Griezmann que se acercara y, después de que costara un poco de trabajo, tomé un selfie con mi móvil.
- Qué guapos somos, por favor -dije.
- Sobretodo tú.
Mis mejillas se tornaron rojas al instante. ¿Cómo hacía para conseguir esto?
Decidimos sentarnos ya a comer, cosa que agradecí ya que si no me daría un infarto.
Un camarero llegó y Antoine ordenó la comida y un vino.
- ¿Por qué haces todo esto, Anto? -pregunté y el rubio se encogió de hombros.
- No sé, simplemente me sale hacerlo por ti -respondió lo más normal del mundo.
El camarero llegó con el vino, volví a agradecer a Dios por salvarme de esta.
Probé el vino y me atrevería a decir que jamás había bebido uno igual.
- Me bastaba con agua, Anto -dije y él rió.
- Por favor, Dest, no seas tonta, sólo disfruta -acarició mi mano el francés.
Asentí sonriente.
Por mi mente pasaron recuerdos de hace unas horas, cuando Griezmann tenía a su hija en brazos y sonreía como un idiota mirándola.
En mi vida había visto una imagen más bonita, no hacía falta ser muy listo para saber que Antoine amaba a esa pequeña como a su vida misma o aún más.
Incluso yo le había cogido mucho cariño a esa pequeña y sólo había estado unos minutos con ella en brazos.
Miré a Antoine, quien se dedicaba a observar fijamente sus manos.
- Dest, ahora que estamos solos... ¿recuerdas aquel juego de preguntas que hicimos en el avión? -preguntó.
Recordé cada pregunta que salía de su boca con interés. Sonreí inconscientemente.
- Claro Anto, como no recordarlo -reí un poco y él se rascó la nuca sonriendo.
- Pues te quedaba una pregunta y... por si querías hacerla ahora, no sé -explicó nervioso.
Que mono estaba.
- Eh... no sé que preguntar -dije y él asintió sonriendo.
Y cuando menos me lo esperaba, la canción que posiblemente más me guste comenzó a sonar en aquel restaurante.
My Heart Will Go On.
- ¡Por dios! Amo esta canción -casi grité de la emoción.
- Es la de la película Titanic -aclaró Griezmann como si yo no lo supiera.
- No soy tan tonta, Antoine -lo miré frunciendo el ceño.
- ¿Bailas? -preguntó levantándose y ofreciéndome su mano.
Nerviosa asentí y tomé la mano del francés con gusto. Vi a varias parejas hacer lo mismo.
No miento si digo que casi me desmayo al sentir las manos de Griezmann en mi cintura baja, y aún más cuando me tocó colocar mis brazos al rededor de su cuello y tenerlo tan cerca.
Se notó mucho mi nerviosismo, y Antoine no dudó en reír bajito.
Me uní a su risa y por fin me tranquilicé y pude bailar tranquilamente con Griezmann.
Sí, con ese que hace dos semanas sólo era mi ídolo pero que ahora acaba de invitarme a una cena frente a la Torre Eiffel y proponerme bailar mi canción favorita.
Si lo pensamos un poco, esto es una locura.
Pero qué bonita locura junto a ti, Antoine.
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Es corto, lo sé, perdonadme por ello pero de verdad tenía muchas ganas de subir este capítulo, ¿acaso no os dan ganas de comeros a Antoine? Porque a mi sí.
Por cierto, gracias por el apoyo que me estáis dando, ¡sois geniales!
Y quería dedicarle este capítulo a @itsxbeel por su apoyo :)
¡Os quiero!
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Whims of fate. | Antoine Griezmann.
Hayran KurguSi le hubieran dicho a Destiny Mauri que en un pequeño accidente de coche conocería al chico de sus sueños posiblemente se hubiera reido en su cara. Pero, ¿qué pasa cuando esto ocurre realmente?.