~Capítulo 1: Kenzie~

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El día de hoy sopla una suave brisa que está especialmente fresca y yo estoy dispuesto a disfrutar cada parte del día porque hoy es mi día libre, puedo oler el dulce aroma de aire limpio, escuchar los delicados cantos de las aves, sentir el radiante sol acariciando mi cara, todo está perfecto hace tanto que no me sentía tan relajado hasta que... -Hunter Muévete tengo que hacer un proyecto!- y así con la irritante voz de mi hermana volví a la realidad y me di cuenta que no estaba en ningún lugar mágico o alguna parte alejada y tranquila sólo era el patio de mi casa. Me levanto despacio y de mala gana, soy vagamente consciente de que estoy caminando por la calle pero no se a donde me dirijo, estoy perdido en mis pensamientos, atrapado en mis problemas como siempre, levantó la vista como pocas veces lo hago pero sólo para orientarme y es ahí cuando choco con una chica, siento como se estremece y luego nuestras miradas se conectan y poco a poco penetra cada fibra de mi y yo de ella, siento como si con ella fuera diferente y por un momento no me avergüenzo de mi don no me preocupo en absoluto, no se cuanto tiempo llevamos así, tal vez segundos, minutos o incluso horas pero ella se separa bruscamente sin despegar nuestras miradas y siento como empieza el insoportable dolor de cabeza, un sentimiento de preocupación, ansiedad y tristeza me invaden y poco a poco las imágenes de su pasado me golpean la mente, No puedo evitarlo y Lucho por no poner una mueca para aparentar normalidad porque se que en este momento estoy entrando a su mente, por un momento pareciese como si ella estuviera en la misma situación que yo, pero eso claro, es imposible, cuando siento que ya no puedo más, que caeré al suelo ella rompe el contacto visual y voltea hacía otro lado, aún estoy recuperándome cuando escucho que dice un -lo siento no te vi- con una voz muy baja y dulce y así se aleja lentamente, estoy muy confundido, lo único que atinó a hacer es voltearme con la mirada clavada en el suelo y decir -disculpa cuál es tu nombre?- ella con la misma voz de antes responde Kenzie y sigue su camino.

Regreso a casa muy alterado, todo el camino estuve pensando en Kenzie y en cuanto me odio por dejar que ocurriera de nuevo, me prometí que lo evitaría a toda costa y no sólo por el horrible dolor que sufro que es casi insoportable sino que estoy invadiendo la mente de las personas cada vez que lo hago, cada una de las emociones que resaltan en esa persona se quedan grabadas en mi a fuego, y tal vez no pareciera tan malo pero la verdad es que es horrible, esos no son mis sentimientos, siento que me invade lo desconocido y me siento sucio, es como si viera su interior, el alma de las personas, incluidos sus recuerdos, secretos e intenciones, y siempre trato de evitarlo aunque eso cause que piensen cosas malas de mí pero deje que volviera a pasar y todo por un descuido, por eso siempre mantengo mi mirada en el suelo y no veo a nadie a los ojos, a veces puede resultar muy molesto porque las personas o me temen y me miran con miedo o tratan de acercarse y hacerse los valiente para saber según ellos cual es mi problema.

Cuando al fin llego a casa me dirijo directo a mi habitación y me acuesto, me tengo que dormir porque mañana tengo escuela temprano y justo ahora ya es muy tarde de echo no me di cuenta hasta que volte a ver el reloj hace unos instantes, me quedo recostado mirando hacia el techo tratando de dormir y cuando estoy a punto de conseguirlo descubro por que se me hizo diferente lo que pasó con ella, no pude ver sus intenciones ni secretos y sólo muy poco de su pasado eso es algo raro casi pareciese como si me hubiera bloqueado o algo así y con ese pensamiento me quedo dormido, pensando en ella, en Kenzie.

(...)

-Rayos ya es muy tarde no voy a llegar!- me digo maldiciendone por no escuchar la alarma, me duche y arregle a velocidad de la luz, baje corriendo las escaleras y ni siquiera me paré a desayunar

-se te hizo tarde tonto- claro y para mejorar la situación mi hermosa y dulce (nótese sarcasmo) hermana me tenía que recordar mi situación, sólo la ignore y salí corriendo a la parada de autobús, llego agotado a esta y justo a tiempo, porque acaba de llegar, me subo y camino por el pequeño pasillo para tomar asiento, cuando estoy por sentarme y al fin descansar puedo mirar de reojo su inconfundible cabello negro como el carbón al final de todos -Kenzie- pienso, se me hiela la sangre y siento como los nervios recorren mi cuerpo, pero no me atrevo a voltear, por fin me siento y así me quedo, totalmente tenso mirando al frente; después de diez minutos de trayecto a la preparatoria bajo del autobús y me dirijo a la escuela, -se habrá dado cuenta de mi?- pienso con los nervios carcomiendome por dentro, la verdad no me fijé si se habrá bajado o no pero lo único que quiero es olvidarme de ella y así no sentirme tan culpable

-Hey Hunter esta vez casi no llegas- la voz de mi tonto, único y mejor amigo me hacen reaccionar, el es el único que al rededor de los años que llevo aquí se a atrevido a hablar bien conmigo y aunque al principio no le respondía poco a poco le fui tomando confianza hasta convertirnos en amigos.

-ya lo se Carson, me quedé dormido- respondo con naturalidad, esto me sucede a menudo.

Estamos en la entrada de la escuela conversando, aun me siento un poco nervioso por lo de hace rato con ella pero pudo haber sido cualquier otra chica tal vez solo la confundí, de repente siento una opresion en el pecho, no se que me paso pero sentí un impulso de voltear al otro lado de la calle y sentí inmediatamente como me tense todo, porque como no, ahí estaba ella para arruinar mi día, parada en la banqueta Kenzie, no le podía ver el rostro y no se que me paso pero pasaron largos segundos en los que no podía sacar mi mirada de ella, -me estará siguiendo?- pensé en un intento desesperado por resolver el porque estaba ahí sin hacer nada justo frente a MI escuela.

-de acuerdo vamos ya que si no, nos quedamos afuera- me dice Carson, poniendo una mano en mi hombro haciendo que me tense aún más si eso es posible, me obligó a correr mi vista y posarla en el suelo y sigo a Carson con la mirada gacha hasta el aula.

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