Daniela
Si creía que todo seria de color de rosas una vez que Nicolás y yo nos mudamos a la casa estaba equivocada. No porque algo estuviera mal entre nosotros. Lejos de eso. Nico y yo juntos era simplemente perfectos. Nos despertábamos y desayunábamos juntos. Cuando nos mudamos hace dos meses nos dimos cuenta de que al estar todo el dia trabajando las cosas no se harían solas en la casa y a pesar de que no me gusto la idea contratamos tres personas para que se encargaran de la limpieza de la casa y la comida. Tres personas de la pensión que había dejado para vivir con Nicolás. Me hicieron una despedida hermosa con asado cerveza y baile. Con don García bailamos tango recibiendo los aplausos de todo y después para mi sorpresa baile con Federico que era un excelente bailarín. Después de eso vino el rockanroll donde Nico y yo gastamos el suelo bailando a la perfección y después de eso la cumbia y el cuarteto para divertirnos hasta que el sol nos dio la bienvenida.
Mi cuarto fue convertido en una sala de estar con televisión sillones y un sistema de sonido puesto por Nico y mi suegro para que la gente de la pensión pueda disfrutar de sus tardes de películas y novelas. Esa madrugada llegamos con Nico a la casa que ya habíamos amueblado y preparado y bautizamos nuestra cama apasionadamente. Cada vez que me levantaba me parecía un sueño tener la hermosa vista del jardín con la cascada. Desayunábamos e íbamos en el auto hasta la empresa. Después nos perdíamos cada uno en su trabajo y en la tarde volvíamos a disfrutar de nuestro lugar. Una noche a la semana cenábamos con Ana y Federico en el restaurante italiano. Y los sábados a veces venían a comer a casa a veces comíamos en la de ellos y a veces solo salíamos con Nico y nuestros amigos a bailar y tomar algo. Liliana, Héctor y Aníbal tenían más o menos 50 años. Vivian en la pensión y tenían trabajos esporádicos, sobrevivían como podían y cuando les ofrecimos trabajo con Nico aceptaron agradecidos. Liliana se ocupaba de la ropa y la cocina mientras que Héctor y Aníbal se encargaban de la limpieza general de la casa. El jardín era cuidado por la misma empresa que cuidaba el jardín y la psicina de la casa de Ana y Federico venían cada quince días y daban un repaso general al parque y limpiaban la fuente y la piscina.
Todo estaba bien por primera vez en mi vida, estaba al lado del hombre que amaba, mi mejor amiga era feliz, trabajaba en lo que siempre soñé y ayudaba a la gente que me había ayudado a mí. Pero había una mancha negra en todo mi cuelo soleado. Mi madre. Había empezado a llamarme hacia unas dos semanas pero siempre rechace la llamada porque nada bueno venia de ella. La esquive todo lo que pude hasta que un dia se presento en casa.
Estábamos cenando con Ana y Federico hablando de que en navidad ellos tenían la costumbre de cerrar la empresa desde el 22 hasta la primera semana de enero y que para esa época querían llevarnos a mí y a Ana en un viaje a México para poder conocer y además visitar joyerías y obtener piedras para la nueva colección. El timbre sonó y apareció Liliana un poco agitada
_ Dany querida..._ dijo algo pálida_ tu mamá está en la puerta
_ hacela pasar_ digo en un suspiro
_ ¿ qué querrá?_ pregunta Nico acariciando mi mano
_ plata_ dice Ana enojada_ siempre quiere plata _
_ si es seguro_
Me levanto y vamos al living.
Mi madre entra pareciendo una pendeja. Tiene un pantalón ajustado y una camisa ajustada y abierta mostrando su corpiño parece que se puso el maquillaje con una pala, realmente parece más edad que la que tiene
_ bueno veo que es cierto lo que dicen las revistas mi hijita ahora vive como una reina_ dice mirando todo con hambre
_ ¿para qué venís?_ digo fastidiada mientras Nico me toma de la mano para tranquilizarme
_ te llame mil veces y no me contestas, fui a buscarte a la empresa y no me dejaron pasar _
_ no te conteste porque no tenemos nada de qué hablar y no te dejan pasar porque no quiero verte parece que no te queda claro_
_ SOS MI HIJA Y..._ empieza a decir indignada y exploto
_ ¡TU HIJA ¡ ¿ AHORA SOY TU HIJA? ¡SOS UNA HIJA DE PUTA! POR AÑOS ME CRIARON LOS DE LA PENSION PORQUE VOS ESTABAS DEMASIADO DROGADA O BORRACHA PARA ENCARGARTE DE MI ME CUIDARON Y ME MANDARON AL COLEGIO CUANDO VOS ESTABAS BORRADA CON ALGUN TIPO ME LLEVARON AL MEDICO CUANDO VOS ESTABAS DESAPARECIDA Y YO ESTABA ENFERMA ¡ELLOS SON MI FAMILIA NO VOS! VOS ME PARISTE Y ESO FUE LO UNICO NO SOS NADA PARA MI Y SE VINISTE A BUSCAR PLATA OLVIDATE PORQUE NO TE VOY A DAR UN PESO DE AHORA EN MAS ESTAS SOLA _
_ NO TENES DERECHO A HABLARME ASÍ_ grita y trata de pegarme pero Nico se la va encima y la empuja al suelo
_ VOS NOT ENES DERECHO A RECLAMARLE NADA A DANIELA NUNCA FUISTE UNA MADRE NUNCA FUISTE NADA MAS QUE UNA BASURA Y TE JURO POR DIOS QUE SIN VOLVES A TRATARLE DE PONERLE UNA MANO A MI MUJER VAS A IR A PARAR A LA CARCEL_
_ mejor que se vaya antes de que llame a la policía señora si se le puede llamar así_ dice Federico con autoridad
_ me las vas a pagar Daniela_ dice caminando furiosa
Nicolás la adelanta y la toma del brazo con fuerza
_ si a mi mujer o a cualquiera de la pensión le llega a pasar algo no vamos a recurrir a la policía si no a nuestros amigos que no tienen nada que ver con la policía y no van a tener escrúpulos en encargarse de usted_ dice Nico me acerco a él y le tomo la mano para que la suelte. Saco de mi bolsillo un fajo de plata serán unos 500 pesos y se lo pongo en la mano
_ Este es el pago por haberme parido si te vuelvo a ver yo misma te mando matar: digo con veneno ella pierde toda dignidad y se mete el fajo de plata en el corpiño
_ que te vaya bien hijita_ dice y se va a la calle. Me abrazo a Nico y el me consuela cuando las lagrimas saltan en mi cara. Siento la mano suave de Federico acariciarme el pelo y a Ana abrazándome por la espalda
_ ustedes son mi familia_ susurro
_ Claro que si nena_ dice Federico.
Nos sentamos en el jardín compartiendo un café. Nico acaricia mi hombro con su abrazo, Ana y Federico están abrazados en el otro banco y miramos la noche disfrutando de estar juntos y por fin... por fin me siento en familia...
Fin
Z
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Corazón delator
RomanceAmbientada en la Buenos Aires, Daniela Paz Román sobrevive a una madre alcohólica y despreocupada y a un padre ausente. Criada por vecinos en una pensión del barrio de Montserrat desde pequeña descubrió que sus manos eran mágicas cuando se tratab...