Alexia

Cap. 9

Tres, dos, uno...

Mi mano impactó fuertemente contra su mejilla haciendo que diera dos pasos hacia atrás separando nuestros labios.

Me miró con los ojos abiertos mientras se sobaba la mejilla.

- Fuera- Abrí la puerta y señalé el pasillo sin darle tiempo a decir nada.

- Alex, deja que te explique- Intentó decirme llevando su mano hacia mi brazo pero yo me aparté rapidamente.

- Sal de mi habitación- Repetí con voz dura sin mirarle si quiera.

- Está bien, lo siento-Dijo agachando la cabeza.

Cuando salió cerré la puerta de un fuerte portazo. Tapé mi cara con las manos apoyando mi espalda en la puerta y suspiré.

¿Acaba de besarme?

Sin poder controlarlo comencé a sentir algo parecido a la furia. Crecía lentamente en mi interior al tiempo que la imagen vivida se repetía una y otra vez en mi cabeza.

La voz de mi madre irrumpió en mis pensamientos ejerciendo una fuerte presión en mi pecho.

'Será mágico pequeña'

Pegué un puñetazo en la puerta dejando que mi espalda se deslizase por la puerta hasta que acabé sentada en el suelo.

Rodeé mis rodillas con los brazos apoyando la cabeza en ellas.

¿Por qué lo ha hecho?

Involuntariamente me limpié la boca con el antebrazo y volví a suspirar tapándome otra vez los ojos.

Mierda. ¿Cómo debo mirarle ahora?

Mi cabeza estaba a punto de estallar así que decidí darme una ducha, con suerte me despejaría un poco.

Ni sentir el agua caliente sobre mi piel consiguió relajarme.

Tenía el estómago revuelto de manera que ni si quiera me molesté en bajar a cenar.

Antes de que me echase a dormir alguien llamó a la puerta.

- ¿Quién?- Dije, sin apenas voz.

- ¿Alex? Soy Sam, no has bajado a cenar- Respondió desde el otro lado de la puerta.

- No me encuentro muy bien- Comemcé deshacer la cama para luego tumbarme sobre ella tapándome con las sábanas.

- ¿Puedo ayudarte en algo?- Su voz delicada volvió a escucharse con un deje de preocupación.

- No, gracias. Buenas noches- Sentencié dando por acabada la conversación.

La imágen de mi mano chocando contra la mejilla de Dany resurgieron y me hundí todavía más estirando de las coberturas de la cama para cubrir mi cabeza.

Apreté los ojos con fuerza.

- Bien, buenas noches- Gracias al silencio pude escuchar como Sam suspiraba para luego oir sus pasos alejándose de la puerta de mi habitación.

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Los cinco días siguientes, pasaron rápidamente casi sin darme cuenta.

No volví a hablar con Dany, de hecho cada vez que intentaba hablarme yo lo ignoraba abiertamente.

Por las mañas me levantaba temprano para ir a correr con Javi llegando bastante tarde y durante el resto del día, ignoraba a los miembros de la familia, a excepción de Ashley.

Cristian y Sam intentaban de vez en cuando establecer una conversación conmigo durante las comidas y aquello me resultaba en ocasiones algo incómodo.