Monster: You're my lucky one (OT12)

22. ¿Prefieres quedarte?

Baekhyun, Suho y Kyungsoo estaban sentados en la cabecera de la mesa, con aire tranquilo. En la sala sólo se escuchaban los murmullos y las conversaciones de los presentes. Sólo faltaba Kai para que estuvieran completos y así poder empezar el debate que tanto les había costado organizar. El cambio que habían sufrido cuando sus captores les impusieron un compañero de cuarto no había sido muy bien recibido en general y las relaciones estaban bastante tensas, especialmente por la sensación de haber perdido privacidad. Baek estaba sufriendo con las quejas de todo, incluso cuando él no tenía ninguna culpa, responsabilidad o forma de solucionar el problema. 

–¿Como para cuándo va a llegar ese chico tuyo? Estoy empezando a perder la paciencia– reclamó el pelinegro, dirigiéndose a Kyungsoo, al notar la tardanza del menor y Suho tampoco se veía muy feliz, así que decidió intervenir. 

–Tal vez deberías ir por él, D.O. Como esta reunión no es oficial, no hay alarma o forma de obligarlo a levantarse y caminar hasta aquí– pidió con seriedad. 

–¡Dile a ese inútil que tiene veinte segundos para traer su perezosa existencia aquí o juro que lo dejaré ciego de por vida!– amenazó Baekhyun enojado y Kyungsoo rodó los ojos, molesto. Sabía que encargarse de traerlo sería una pelea segura entre ellos. 

–¿Y por qué tengo que ser yo quien lo traiga?– exigió saber indignado. Todos lo miraron como si la pregunta estuviera fuera de lugar. 

–Eres la única persona a la que escucha– argumentó Suho sabiamente. 

–Si no traes a ese bueno para nada, ¡voy a golpearte! ¿Eso te convence ahora?– Baekhyun no estaba jugando, sus palabras iban en serio. 

Kyungsoo terminó avanzando por el pasillo, asegurándose de seguir el camino que señalaba un 88 y un 7. No había hablado ni con Luhan ni con Jongin en los últimos tiempos a pesar de que estaba preocupado por su convivencia. No tenía el valor. Cuando llegó, no se sorprendió de poder entrar y ver al chico recostado sobre su cama, con un brazo tapando su rostro mientras tamorileaba sus dedos en su vientre. 

–Te estamos esperando– le hizo saber Kyungsoo, aclarándose la garganta para llamar la atención del rubio.

–Creo que pueden hacer esa reunión sin mí– contestó enseguida Jongin y eso hizo que el mayor de los dos se fastidiara. 

–Necesitamos que todos estén presentes. Si no estás ahí, no puedes quejarte después si se toma una decisión con la que no estés de acuerdo. 

–Entonces no me quejaré– aseguró el chico, que ni siquiera se había movido de su posición. 

–¿Por qué actúas de esta manera, Jongin? ¿Qué consigues con esta actitud?– quiso saber Kyungsoo, cruzando los brazos con el ceño fruncido, haciendo muecas de molestia incluso si sabía que el otro no lo estaba viendo. 

–Paz. Consigo estar en paz– respondió en voz baja. 

–Jongin– esta vez, Kyungsoo intentó sonar más tranquilo y hasta dulce. –Es importante que estés ahí. Antes, por lo menos mostrabas un mínimo interés por estas cosas. ¿Qué pasa ahora? Puedo entender que estés incómodo por lo que pasó con Luhan y Sehun, pero esto no tiene nada que ver. Debemos juntar fuerzas, todos queremos salir de este lugar, ¿no? 

–En realidad creo que no– las palabras del rubio lo tomaron por sorpresa, el chico se acercó un poco. 

–¿No quieres salir de aquí?– inquirió preocupado el pelirrojo.

–Yo sí. Creo que los demás no– Jongin se sentó, pero no lo miró. –Mira, quien sea que esté detrás de esto, no importa si son dos personas o mil, nos están mintiendo. Nos manipulan, nos tienen a la expectativa. ¿No lo comprendes? Somos como un juego para ellos, pero al mismo tiempo estamos dispuestos a darles gusto y continuar con este ilimitado número de niveles, como adictos.