Parecía que nunca iba a llegar a la casa. El hecho de pensar si reconocería a mi familia o no. Los árboles parecían correr detrás del auto, mi papá manejaba por la ruta. Había un silencio muy incomodo, así que decidí romper el silencio del alguna forma.
-¿La casa es grande? -dije intrigada, miré a mi papá que tenia su vista fija a la carretera-
-Mediana, es de dos pisos y a vos te encantaba bajar las escaleras deslizándote por el barandal. Tenés tu pieza sola, pero tus hermanos la comparten -solo asentí, aunque no creo que me haya visto-
Paramos en una estación de servicio. O eso es lo que me dijo Milagros. Mi papá bajó y sacó su celular. Mandó un mensaje, le pagó a un hombre y volvió a subir. Arrancó el auto y seguimos el viaje. Tenía curiosidad de lo que había en aquel auto y abrí la guantera que tenía al frente. Tenía cajitas cuadradas o algo por el estilo que no sabía para que eran. Habían unas cuanta y las saqué.
-Papá ¿Qué es esto? -intente mostrarle las cajitas pero las miró de reojo-
-Son CD's, poné uno si querés -sonrió-
Le hice caso y puse uno que no tenía titulo ni nada, lo abrí y lo coloque como pude en el auto. Comenzó a sonar una canción que me resultaba muy conocida, sé que en algún lugar le había escuchado. Sentí que esa canción ya formaba parte de mí, la conocía, estoy segura. Pero no recuerdo de donde. Mis ojos se llenaron de lagrimas y sin darme cuenta ya habían empezado a caer. Mi papá me vio y apagó el radio. El camino siguió en un incomodo silencio. Fije mi mirada hacia atrás, donde estaba Mili y ella estaba con su teléfono. Se lo quité pero no entendí nada de lo que estaba hablando. Ella me miró enojada y me arrebató el celular de las manos. Yo la miré mal y le saqué la lengua infantilmente.
Como lluvia de verano que no se empapó. Como el cuento que empezamos y que no acabó...
Esa frase de la canción que había escuchado me sonaba y retumbaba en mi mente. Intenté olvidarla y pensar en otra cosa... Quiero volver a leer
(...)
-Llegamos -pronunció mi papá mientras sacaba la llave del auto- ¡Bienvenida a casa!
Mili bajó primero y me abrió la puerta. La brisa pasaba por mi cara y movía mi pelo. Inhalé y exhalé. Vi mi casa, una casa grande, de dos pisos y de madera. Dos casas mas, una de lado derecho, y otra del lado izquierdo. Tenía unos escalones pra llegar a la puerta y unas rejas negras. Llena de césped muy bien cuidado y que estaba siendo regado por unos rociadores. Papá abrió las rejas y dejó que pasara primero. Daba giros muy lentos para poder ver todo el barrio. Había nenes que jugaban en la calle, un hombre regando las plantas que. Saludó a mi papá y a mí muy contento. Tomé el picaporte, tomé aire y abrí la puerta. Estaba vacía. Del lado derecho había una sala donde estaban los sillones, un televisor muy grande en frente, una computadora y una mesa bajita. En el lado izquierdo había una mesa como para 8 personas y a su lado un mueble que tenía vajilla vieja, fotos y premios. Atrás había como una barra y estaba la cocina. Mas a la derecha estaba la 'famosa escalera' en la que yo bajaba. Era curva. Era un casa muy hermosa y cálida. La sala pitada con un color beige y una pared de madera. El comedor algo parecido a un rojo y una pared blanca. Y la cocima era blanca, solo resaltaban las cosas grises. Quedé muy sorprendida, era una casa muy linda.
-¿Te gusta la casa, princesa? -dijo mi papá-
Dejé de estar anonadada y le presté atención a papá.
-Si, es muy bonita -solté un suspiró de felicidad y sonreí con los labios pegados. Giré sobre mis talones con mi pequeña cartera entre mis manos y vi a mi papá directo a los ojos- ¿Dónde está la familia?
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Todo Es Posible (Abraham Mateo) [CANCELADA]
FanficKira Mackensen, una chica común y corriente, con un gran sentido de la moda y algo popular en su escuela de Argentina. La unica chica de una familia de 5 hombres, ya que su mamá falleció cuando ella tenía 10 años. Antes de que terminen las vacacione...