Cuenta la fría voz de mi cabeza que existía una pequeña que le gustaba cubrirse de dolor, cada vez que miraba sus fotos lloraba en busca de aquel amor que recibió, "nunca más voy a sentir tal corazón" pensó, "un cigarrillo más no hará mal". Mamá lloraba por aquel hombre que se había ido, dejo sus recuerdos, su descendencia. La pequeña se dijo así misma que la culpa la cargaba su cuerpo cubierto de marcas. Buscamos amor en donde podemos, ella se ha vuelto adicta, su nicotina eran los halagos, los besos, los roces que la provocaban a más cariño. Ella a lastimado y cubre su cara con la almohada, "las personas merecen segundas oportunidades, yo no soy una persona, no existo, soy tu ángel vestido de rojo". La han dejado de lado y sólo aquel corazón había logrado que ella se sintiera la persona más maravillosa sobre la tierra. La noche llego, ella no se resistió, aquel corazón hizo que se diera cuenta que era en verdad una pequeña puta manipuladora. Las canciones la cubrieron de lamentos, ella no logro respirar por su almohada, no pudo recibir su ultima ración de nicotina.