Había llegado a esa ciudad no hace más de media hora, era un lugar abarrotado de gente y muy bullicioso, empezó a creer que era mala idea haber llegado allí para vacacionar. Siendo él un escritor, lo que en verdad necesitaba ahora era inspirarse en un lugar sosegado, y un ambiente puro. Pero fue a dar allí por las recalcantes insistencias de uno de sus mejores amigos, que al igual que él, era escritor. Dicha persona presumía, que aquel era un lugar calmo, vasto y lleno de aire limpio, y que sin duda era el mejor lugar para recobrar algo de inspiración. La fanfarranorería de aquel le convenció. — ¡Bien!, pues, no hay de otra, ya estoy aquí— Se agachó en medio de la calle, y bajo la maleta de su espalda, y lo abrió, tomó el volante turístico, junto con un mapa del lugar, que había recibido después de bajar del tren. Mientras estaba en cuclillas escuchó cierta tonalidad agradable, un ritmo, que había creído escuchar antes. Se emocionó tanto que salió disparado de donde estaba, y fue en busca de la música, esta estaba llegando a su fin.
— ¡No! No pares. — Había dicho Adrián con desesperación, mientras se desplazaba con dificultad entre la gente.
La música que él escuchaba probablemente provenía de una cuadra más lejos de donde se hallaba.
La canción dio fin, pero Adrián se confiaba de su percepción auditiva, se guiaba de donde había venido el sonido de esa trompeta. Y cuando llego a esa calle chocó con un hombre de mayor estatura que él, el impacto le saco los lentes, pero Adrián no se detuvo a recogerlos, aún sabiendo que los necesitaba pues su vista era mala sin ellos, no pidió disculpas con quién había chocado. Con dificultad enfocaba su vista, y a duras penas vio de espaldas una figura esbelta, y alta, sobre los hombros de aquella persona, el cabello le caía despeinado, entre sus manos sostenía una trompeta, sin duda era esa persona, a quién no había visto hace tiempo. Parpadeo unas cuantas veces, con el intento de esclarecer su vista y como idiota corrió lo que le quedaba del tramo de la calle. —¡¡¡Nido!!!—Gritaba mientas llegaba. Y antes de que diera la vuelta esa característica figura, sus brazos le tomaron abrazando, y envolviendo a aquella persona contra su pecho.
Solo duro unos escasos segundos hasta que se dio cuenta de...
— Nido, tienes boobes....oh ¿Nido?, Tú no eres Ni...
Y antes de que terminara, el sonido fuerte de un golpe se hizo presente en medio de la calle, Adrián había acabado de recibir un puñetazo en la cara. — Lo siento, en verdad. — La voz del chico reflejaba un claro tono de vergüenza. Y tal vez aquella chica se dio cuenta de que no fue su intención, pero aún no estaba del todo segura.
— ¡Joven!, ¡joven! — Llamó la voz ajena y ronca masculina, a donde se hallaba la escena del "pervertido". El hombre que se acercaba era un hombre corpulento, su tamaño, y su cabeza rapada, dirían que es uno de los guardaespaldas de la primera dama del país. La intimidadora figura de aquel hombre hizo que se esparciera de miedo el poco público que le prestaba atención a Adrián y a la chica. Pero este, estando ya más cerca extendió su mano, y entregó al chico sus lentes, esa era su única intención. — Presta más atención muchacho, yo choqué contigo hace rato, y ni siquiera los recogiste.
— ¡En verdad lo siento! — Dijo dirigiéndose a ambas personas, tan pronto se colocó sus lentes.
El hombre no hizo más que aceptar sus disculpas, e irse, mientras que la artista ambulante parecía buscar una explicación más. — ¿Así que por eso no distinguiste que era mujer? —Preguntó antes de que Adrián respondiese. — ¿No eres de aquí verdad?, me lo esperaba, y a todo esto ¿Quién carajos es Nido?
La chica tenía una forma dura de hablar, y no solo eso, su carácter parecía ser agreste, todo lo contrario de su apariencia. Cualquiera diría que su altura, y complexión, y rostro son dignos de una modelo, su nariz pequeña y ojos negros rasgados delatan que es una extranjera asiática. " ¡Agh!, ¿Se supone que tenga que explicarte?", pensó el joven. — Mi nombre es Adrián, siento lo que hice, llegué a pensar que eras Nido, un viejo amigo, tiene la misma estatura que tú, y el cabello despeinado, y algo rizado. Y tu estatura alta me hizo pensar que eras él.
—Ah, ya veo. — Dijo expresando casi desinterés en la explicación del chico a pesar de que ella fue quien quiso saber.
—Déjame preguntar, las notas de tu trompeta, ¿Dónde las aprendiste?
Su pregunta hizo que la chica levantara nuevamente su interés, sus gestos eran de una clara emoción. Pronto la artista ambulante enfundo su trompeta —Lo que acabas de preguntar, me hizo confirmar que es cierto que no eres de aquí, soy Emma. Y esas notas son del alma de la ciudad, y el alma de la ciudad es Eason Bacon. Cantante y compositor de Jazz.
Adrián quedo casi perplejo, aquella canción era inconfundible, las notas no le pertenecían a ese tal Eason, si no a su preciado amigo Nido. — No es así.
— ¿Qué dices? — Emma tenía los ojos ligeramente entornados y su ceño fruncido, tal vez se sentía ofendida por lo que el joven Adrián había dicho.
— Es plagio. ¡Y tengo muchas pruebas!
—Estás loco, ¿Tú qué sabes de Eason?, ni siquiera sabías quien era él hasta hace poco.
— ¡Pero! — Alzo la voz para protestar. — Esas notas no son de él, vine hacia a ti porque había escuchado antes esas notas, el verdadero autor es Nido. No, ese embustero ¿Está aquí?, ¿En esta ciudad?, ¿Dónde lo encuentro? — El chico había dejado a Emma fuera de sí, él no parecía como si estuviese mintiendo, a pesar de que era alguien que acababa de conocer.
— Ja! Que problemático, apuesto qué es mentira. Si te llevo a donde ahora mismo está dando una presentación ¿Te atreverías a reclamarle?
Adrián no mostró duda en responder. — Por supuesto.
— Bien, entonces te llevaré a donde esta él.
|| NOTA DE AUTOR :
Hola! esta es la primera parte de Restart, estoy contenta con lo que publiqué, sin embargo como todo autor aún tengo mis dudas, sobre si es comprensible, o la impresión que dejo de los personajes, por otra parte la apariencia de Adrián el guapo aún es misterio xD, lo describiré en la segunda parte.Esta historia esta basada , en varias cosas que me gustan, por ejemplo el Jazz y el BL (Boy love) Espero, les agrade, y sigan mis demás historias.
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RESTART
RomanceAdrián, es un hombre de 22 años, un joven "adonis" que por azares del destino terminó siendo escritor. Decide ir de vacaciones por un tiempo a una ciudad , que para su sorpresa no es lo que esperaba. Decepcionado, se resignó a permanecer allí, pero...