Monster: You're my lucky one (OT12)

23. Te extrañé

–Estoy realmente impresionado– comentó Chanyeol en voz alta. Estaban los dos en el cuarto de Baekhyun, había seguido al mayor después de la importante conversación que habían tenido como grupo. El gigante no dejaba de hablar de sus impresiones. –Estoy realmente impresionado contigo, Baek. Admito que Suho parece un líder natural aquí, pero necesita mucho de tu apoyo para sentirse seguro. 

–No exageres, Chanyeol– el dueño de la habitación cruzó los brazos y lo miró directamente. –No sé por qué estás aquí. Todavía no te he perdonado que hayas dicho que soy egoísta. No entiendo como puedes venir y actuar como si nada hubiera pasado entre nosotros. Tampoco te he perdonado que me llevaste, frente a todo el mundo y en contra de mi voluntad, a tu habitación. 

–¡Pero si no hice nada malo!– reclamó el gigante indignado. 

–Muchas personas lo mal interpretaron. ¡Fue tan vergonzoso! ¡Aish! ¡Fuera de aquí!

–Eso no es mi culpa, ¡no puedes echarme! Todavía no hemos terminado de hablar sobre nuestros planes y nuestra situación.

–¿De qué planes y de qué situación estás hablando?– preguntó fastidiado el mayor de los dos. 

Chanyeol sonrió ampliamente al ver su interés y le sacó la lengua. Eso enfureció a Baekhyun, que intentó golpearlo. El más alto ya lo esperaba, así que lo esquivó y se paseó por toda la habitación intentando no ser atacado mientras reía infantilmente. 

–¡Quédate quieto!– exigió el pelinegro. Chanyeol lo miró de reojo y se adelantó. Alzó un poco su larga pierna y se interpuso en el camino de Baek. Él tropezó y cayó en los brazos del gigante que, como tenía todo planeado, lo sostuvo de tal forma, que se dio la libertad de besarlo en los labios. 

–Así no lo admitas, sigo gustándote. Sigo en tu corazón. No importa cuánto quieras ocultarlo, no podrás hacerlo. Desde que comprobé que tus sentimientos por mí o han cambiado y me has demostrado que te preocupas mucho por nuestra relación, he estado muy impaciente por saber qué va a pasar entre nosotros. 

–Si no me sueltas, juro que dejaré de ser gentil– amenazó Baekhyun, pero Chanyeol era más grande y más fuerte. Lo empujo con delicadeza contra una pared y lo acorraló, actuando cariñoso, como si no estuviera aprisionando al otro chico. 

–Sé que hay momentos en los que parece que me odias, pero me conforta saber que en realidad me quieres. Tu corazón no miente, Baek. El mío tampoco, ¡eres totalmente mi tipo!

–Chan, no hagas las cosas más difíciles para mí, por favor– rogó Baek en un suspiro. 

–Voy a hacer las cosas muy difíciles para ti de ahora en adelante, Baek. Piensa en todo el tiempo que ha sido así para mí. Todas las veces que e intentado consolarte y me has dejado de lado, en todas las veces que e intentado alcanzarte y me has apartado– Chanyeol suspiró y se refugió en el pequeño cuerpo que rodeaba con sus brazos. –Pensé que estábamos forzados a herir y ser heridos en este lugar. Pero los demás me han mostrado que las cosas pueden ser diferentes si nos lo proponemos. No tenemos por qué vivir una tragedia.

–¡Estamos atrapados en este laberinto con pocas posibilidades de salir! ¡Esto ya es una tragedia, Chanyeol!

–Cállate.

La orden sorprendió al pelinegro. El gigante estaba cansado y muy ansioso. En su mente, había decidido terminar con la enloquecedora abstinencia que se habían impuesto. Ya no podía más, habían esperado demasiado y le resultaba injusto. Había sido fiel y paciente, pero ya no más. 

–Esto no es divertido. Suéltame, por favor– pidió Baek, pero no sonaba muy convencido. 

–Hemos esperado demasiado, Baekhyun. De odas formas vamos a estar en peligro si seguimos aquí, esto no cambia nada. Sólo no me apartes de ti, por favor. No hoy.