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Ella no estaba conmigo como yo querría que ella estuviera....

— Siempre voy a estar contigo, cuando no esté, solo tienes que buscarme. Al otro lado de la ventana, ¿lo ves? — Señaló su cuarto, que se encontraba justo enfrente del mío.

Yo forcé una sonrisa, y me volví hacia ella.

— Ya me siento mejor— mentí. — ¿Por qué no hacemos algo para divertirnos? Ya que he estropeado la salida al cine, podríamos... no sé... ¿Qué tal si rentamos una película y la vemos en el salón?

Ella puso una sonrisa de niña traviesa que me hizo reír.

— Ricky... ¿podemos?...

Adiviné sus pensamientos justo a tiempo.

— No, no, ni hablar.

— Por fa...—Dijo suplicante

— Esta bien... — Puse los ojos en blanco. No podía negarle nada.

Y así es como me obligó a pasar el resto de la tarde viendo la película "Twilight". Cada vez que me miraba, yo fruncía el ceño, había visto esa película al menos 15 veces con ella y aún no se cansaba, suspiré me recosté en el sillón, cerrando los ojos, ella, al ver que estaba medio dormido, empezó a pegarme con el cojín, y fue así como empezamos una guerra de cojines, saltando como niños en el sofá.

Al cabo de un largo rato paramos, exhaustos, y fuimos a la cocina a comer. Estábamos cansados y muertos de hambre, solo bastó un simple movimiento de Rachel para que empezáramos otra guerra, esta vez de comida.

Todo lo que encontrábamos a nuestro alcance era usado para manchar al otro y cuando acabamos, toda la cocina estaba llena de manchas de chocolate, mermelada, e incluso había una mancha de una especie de puré. Rachel me sonrió y yo, al verla sonreír, inconscientemente hice que en mis labios se dibujara una sonrisa.

 Ella estaba aún exhausta por la lucha de comida, su respiración estaba aún agitada, las subidas y bajadas de su pecho le acompañaban los latidos de mi corazón, que parecían ir en perfecta armonía con su respiración.

Se acercó a mí y me abrazó, nos separamos un poco, pero aún así sus brazos me rodaban, su rostro quedaba a escasos centímetros del mío y sus labios... tan solo bastaba que yo me inclinara un poquito hacia delante...

Pero justo en ese momento sonó el timbre, y ella se ofreció a ir a abrir.

— Esta bien – dije frustrado— Yo limpiaré este desastre.

Ella se mordió el labio inferior.

— Lo siento, Ricky, creo que me pasé tirando comida. Ahora mismo vuelvo y te ayudo.

Ella se fue a abrir. Oí como la puerta principal se abría, pero al cabo de un rato, ya no oía nada. Llamé varias veces a Rachel, para preguntarle quién era, pero no recibí respuesta. Con un trapo sucio en la mano, caminé hacia la puerta principal, con el miedo en el cuerpo, como si tuviera la sensación de que algo malo iba a suceder.

Y no fallé. Presencié la peor escena del mundo.


Logan, en el umbral de MI puerta, besaba a Rachel.


A travéz de la ventana -Adaptada- Historia Corta(Ricky Olson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora