Comienzo

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Una calurosa mañana de septiembre se abrió paso en Ciudad Azafrán. Bajé las escaleras tan rápido como pude, me puse leche y mis Chimchar Krispies en el bol y encendí la televisión.

Ví "La ruta de los campeones", que era lo que veía todos los sábados. En el programa recopilaban los mejores combates de El Circuito de las Ocho Medallas de la temporada.

Los programas de este mes de centrarían en los combates del primer gimnasio, ya que la temporada acababa de empezar.

-¡Buenos dias a todos!-dijo el presentador del programa-¡soy John Bacunigan y sed bienvenidos de nuevo a "La ruta de los campeones"! Hoy veremos los combates más excitantes y emocionantes de toda esta semana que han pasado por el gimnasio de Ciudad Plateada.

-Buenos días Ed-dijo alegremente mi madre mientras entraba en la cocina y se echaba un vaso de leche.

-Hola mamá-le contesté con la boca llena de cereales, sin apartar la mirada del televisor.

-¡Seguimos con el combate de Laura! ella no consiguió vencer a Brock, pero dió un espectáculo excepcional!

-¿Quedan más cereales, mamá?

-Esa era la última caja... Baja luego a comprar.

-¿¡Cómo que luego mamá!? ¡El vuelo sale en tres horas!

-¡Madre mía! Espero que hayas hecho ya la maleta

-Claro que ya he hecho la mochila, me voy fuera como medio año.

-Calla y no me lo recuerdes, anda acaba de desayunar mientras reviso lo que has metido.

-¡Eso ha sido muy inesperado!-dijo exaltado el presentador-Nidoran estaba en las últimas, quizá si hubiese acertado ese doble patada, hubiese conseguido derrotar a Onix. Pero hay que admitir que Brock y sus pokémon son muy fuertes para ser el primer gimnasio. Un auténtico desafío nada más comenzar para el medio millar de estudiantes y aficionados a los pokémon, que deciden emprender el Circuito cada temporada.

-Mmmmmmmm-dijé meditabundo mirando la tele.

-Los Centros Pokémon abrieron la semana pasada para hospedar y dar alimento a todos los entrenadores que entraron por sus puertas. Esta temporada empezó el uno de septiembre como cada año, y ya se han apuntado unos doscientos jóvenes entrenadores. Cualquier persona, con estudios relativos a los pokémon es libre de apuntarse al circuito hasta el final de este mes. Y como cada año traen combates tan espectaculares como el que vamos a ver. Esta vez, este combate transcurrió el pasado jueves. Este entrenador consiguió derrotar a Brock con tres pokémon verdaderamente fuertes, se trataron de su inicial, Bulbasaur, Butterfree, y la joya de su equipo, nada más ni nada menos que Gyarados. Este entrenador, cuyo nombre es Marc, dice que lleva entrenando a Gyarados toda la joven vida del entrenador desde que era un pequeño Magikarp que pescó su padre en el golfo de Ciudad Azafrán.

-¡¿Qué frijoles?!-dice pasmado al ver a aquel Gyarados luchando en la televisión.

-¡Grow, growlithe!-gruñó alegremente el pokémon entrando en la cocina a modo de buenos días.

-¡Anda hola Growlithe!, ¿Qué tal estás? ¿Tienes hambre?

-¡Grow, grow!-dijo asintiendo

Me levanté tras haber acabado de ver aquel alucinante combate de gimnasio protagonizado por Gyarados, y le puse pienso en el bol de Growlithe.

-¡Growlithe!-exclamó alegre al ver su desayuno.

-Bueno Ed-dijo mi madre entrando otra vez en la cocina-ya está la mochila lista, voy a hacerte la comida y ahora luego te acompañaremos al aeropuerto.

-¡Jovenes entrenadores, no se a que estáis esperando!-gritó el presentador-Id a ingresaros en el circuito y conseguid vuestra tarjeta de entrenador base. Tendréis que pasar el examen y la prueba práctica para demostrar que podéis ser buenos entrenadores.

Al oír esto, sólo pude sonreír, acariciar mi tarjeta de entrenador base y recordar lo fácil que me habían resultado aquellas pruebas cuando fui a inscribirme hace unos días.

En mi tarjeta aparecía mi nombre y apellido (Ed Stark,) los estudios que tengo relacionados con los pokémon (un bachillerato especializado en esa materia), mi edad (18 años) y mi media obtenida de la nota del bachiller y la de las pruebas de ingreso (87%). Metí el bol en el lavavajillas y fui arriba, a mi habitación a vestirme.

Me puse mi camiseta de mi grupo de música rock favorito, NidoQueen, mi sudadera de Zubat-man, los vaqueros menos rotos que me quedaban en el armario medio vacío, ya que casi toda mi ropa estaba ahora en mi mochila y unas deportivas.

Bajé con rapidez por las escaleras mientras llamaba por el movil a mi colega Peter.

-¡Peter! ¿Estás listo ya?

-¡Qué pasa tío! Casi estoy, ¿qué tal va Hono?

-Ahora le doy un toque, en media hora venid a mi casa y nos lleva mi padre al aeropuerto.

Colgué el teléfono con inseguridad, conociendo a Peter seguro que se le olvida el billete de avión o su tarjeta de entrenador.

Bajé la mochila y la dejé al lado de la puerta. Era una mochila grande de camping, llena hasta los topes de ropa de todas las estaciones y todo tipo de calzado. Bajé en la lista de contactos y llamé a mi otro compañero que me acompañaría en el circuito.

-Edu, ¿qué tal va todo?

-¡Hey, Hono! Bien, bien, ya tengo la mochila hecha, en media hora ven a mi casa, que nos llevará mi padre al aeropuerto.

-Sublime, ahora nos vemos.

Me senté en el sofá y encendí la televisión del salón.

-Y para finalizar el programa, tenemos a otro gran entrenador. Su nombre es Carol, con Squirtle y Poliwag. Pokémon muy efectivos contra Geodude y Onix.

-Por muchos pokémon de tipo agua que tenga-dije para mis adentros-son los pokémon de Brock de los que estamos hablando.

Pero me equivoqué, aquellos pokémon de esa tal Carol eran muy fuertes y derrotaron rápidamente a los pokémon de Brock.

Los veinte minutos siguientes los gasté jugando con Growlithe, haciendo tiempo hasta que llegase la hora en la que me iría al aeropuerto de Ciudad Azafrán.

Llamaron a la puerta.

-¡¡Ed!!-dijeron al unísono Hono y Peter, en cuanto abrí la puerta.

-¡Chicos!-les dije mientras les daba un abrazo-venga vámonos.

Salimos a la calle mis padres, mi hermana, mis dos compañeros, Growlithe y yo. Entramos en el coche de milagro, ya que eramos muchos, en el maletero estaban nuestras mochilas, y dentro del vehículo se respiraba un aire de ansia y miedo por lo que se avecinaba.


El Circuito de las Ocho MedallasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora