''Esconderse. Venerar. Sorprenderse. Todas son respuestas apropiadas''.
Aurelion Sol alguna vez honró el gran vacío del cosmos con maravillas celestiales de su propia creación. Ahora, se ve obligado a usar su increíble poder a merced de un imperio espacial que lo engañó para ponerlo a su servicio. Deseoso de volver a sus días de gloria, Aurelion Sol bajará las estrellas del cielo, si fuera necesario, con el fin de recuperar su libertad.
La aparición de un cometa muchas veces augura un periodo de agitación y malestar. Se dice que, bajo los auspicios de tales precursores ardientes, se erigen nuevos imperios, se derrumban antiguas civilizaciones e incluso las estrellas mismas pueden caerse del cielo. Estas teorías no hacen más que arañar la superficie de una verdad mucho más curiosa: la radiación del cometa encubre un ser cósmico de abominable poder.
El ser ahora conocido como Aurelion Sol ya era antiguo al momento en que los restos estelares se fusionaron en mundos por primera vez. Nacido en el primer soplo de creación, deambuló por el gran vacío tratando de cubrir un lienzo de incalculable magnitud con maravillas cuyo brillante espectro significaron un considerable placer y orgullo para él.
Un dragón celestial es una criatura exótica y, como tal, Aurelion Sol pocas veces se topó con un ser semejante. A medida que surgían más formas de vida para completar el universo, una multitud de ojos primitivos contemplaban su trabajo con admiración e intensa emoción. Adulado por el público de numerosos mundos, quedó embelesado por sus civilizaciones en ciernes que desarrollaron filosofías increíblemente egocéntricas sobre la naturaleza de sus estrellas.Con el deseo de lograr una conexión más profunda con una de las pocas razas que consideraba venerables, el dragón cósmico seleccionó las especies más ambiciosas para honrarlas con su presencia. Las pocas elegidas buscaron desenmarañar los secretos del universo y se expandieron más allá de su planeta madre. Se escribieron muchos versos acerca del día en que el Forjador Astral descendió a un mundo pequeño y anunció su presencia a los targonianos. Una gran tormenta de estrellas cubrió los cielos y tomó una forma enorme tan magnífica como aterradora. Maravillas cósmicas giraban y arremolinaban alrededor del cuerpo de la criatura. Nuevas estrellas brillaban más intensamente, y se formaban constelaciones según su capricho. Sorprendidos por sus poderes luminosos, los targonianos le dieron al dragón el nombre de Aurelion Sol y le hicieron un regalo como muestra de respeto: una esplendorosa corona de gemas estelares, que enseguida se colocó. Pronto, el aburrimiento se apoderó de Aurelion Sol y lo hizo volver a su trabajo en la fértil inmensidad del espacio. Sin embargo, cuanto más lejos de ese pequeño mundo, mayor la sensación de avaricia en su propia esencia, que lo desviaba de su camino, ¡y lo direccionaba hacia otro lado! Podía escuchar voces gritando, dando órdenes, del otro lado de la extensión cósmica. El regalo que había recibido no era un regalo en absoluto. Al menos, eso parecía.
Enfadado, peleó contra estos impulsos controladores e intentó cortar los lazos por la fuerza, lo que solo sirvió para descubrir que, por cada ataque a sus nuevos maestros, una de sus estrellas desaparecía para siempre del firmamento. Una magia poderosa se había apoderado de Aurelion Sol que lo obligaba a usar sus poderes exclusivamente en beneficio de Targon. Peleó contra quitinosas bestias que hacían tambalear la estructura de este universo. Peleó contra otras entidades cósmicas, algunas de las cuales conocía desde el inicio de los tiempos. Durante milenios, sirvió en las guerras de Targon, aplastó toda amenaza de dominio y ayudó a forjar un imperio estelar. Todas estas tareas eran un desperdicio de sus sublimes talentos; después de todo, ¡fue él quien derramó luz sobre el universo! ¿Por qué debía él consentir a seres tan bajos?A medida que su gloria del pasado se desvanecía en el reino de los cielos por no poder mantenerla, Aurelion Sol se resignó a nunca más disfrutar de la calidez de una estrella recién encendida. Hasta que lo sintió... su controvertido pacto se estaba debilitando. Las voces de la corona se hacían cada vez más esporádicas, estaban más enfrentadas, eran más irrazonables; algunas incluso se mantenían en un inquietante silencio. Una desconocida catástrofe que no pudo desentrañar hizo perder el equilibrio de aquellos que lo tenían atado. Estaban dispersos y distraídos. La esperanza se adueñó de su corazón.
Motivado por la tentadora posibilidad de la inminente libertad, Aurelion Sol llega al mundo en donde todo comenzó: Runaterra. Es aquí donde la balanza finalmente se va a inclinar a su favor. Y con ello, las civilizaciones serán testigo de su rebelión y su poder. Todos descubrirán lo que el destino les tiene preparado a aquellos que intentan robarle el poder a un dragón cósmico para su propio provecho.
ESTÁS LEYENDO
League of Lore
Science-FictionLore e historias de los personajes de League of Legends.