Me aleje de mi hermano para poder hablar más tranquilamente.
- Hola María ¿Que pasa?-
Me extraño mucho aquella llamada, me dijo que iría a pasar el fin de año al pueblo de sus abuelos y que no volvería hasta reyes.
-Nada, sólo quería tener contigo la última conversación del año.-
Me resulto tan mona, era lo último que me esperaba en ese momento.
-¿ Y bien?¿De que quieres que sea nuestra última conversación?-
-Mmm.... ¿ de jirafas? ¿ Te gustan las jirafas?-
Me reí, pero no se por que no me extrañaron nada aquellas últimas palabras.
- Asomate a tu puerta.-
Me extrañe muchísimo, no podía ser, estaba loca, pero tanto para salir veinte minutos antes de año nuevo. Abrí la puerta un frío gélido me recorrió todo el cuerpo, hasta que la vi. Llevaba un vestido largo y negro que le quedaba genial, ¿ pero que escondía tras ella? Entonces lo saco, era un cartel, donde ponía en letras grandes.
¿Me permites pasar otro año contigo? Me saltaron las lágrimas corto y la abrazo con fuerza.
- Te lo permito Maria-
Nos besamos apasionadamente, entonces ella, como sí recordará algo, se apartó bruscamente. Me dije como un hombre nos observaba desde una furgoneta con la boca abierta y el ceño frungido. Salió con violencia de ella, y sin venir a cuento le abofeteo fuertemente.
- Te he seguido Maria ¿ qué haces aquí a estas horas? ¿ tu sabes lo preocupados que nos tenias? ¿ y qué haces con esta?-
Yo entonces me puse en medio.
- no te atreva a pegarle a mi novia-_ y sí dije novia, con todas sus letras.
-vámonos de aquí- grito y se la llevo arrastrando hacia la furboneta.
