My Heart is Full of Love © | Michael Jackson

| Capítulo 33 |

Linda le contó detalladamente el hecho que había destrozado su corazón y Genevieve, por su parte no podía creer que Michael le hubiera hecho eso a su amiga, es decir, en el tiempo que llevaba conociéndolo jamás se imaginó que podía caer tan bajo como para engañarla con Dalila, la niñera; y obviamente estaba muy molesta con él, se sentía impotente al no poder hacer nada más que tranquilizar a su mejor amiga pero de algo estaba segura: iría a hablar con Michael , quizá muchos dirán que no debería meterse en los asuntos de los demás,pero para ella Linda era como una hermana que nunca tuvo y de alguna manera sentía que debía hacer algo al respecto.

—Amiga, lo lamento tanto— comentó triste y decepcionada de ella misma

—¿Por qué lo dices Gen?

—Yo fui quien te sugirió que la contrataras y ahora por mi culpa estás teniendo problemas con Michael— cubrió su rostro con sus manos sintiéndose muy culpable

—No tienes por qué pedir disculpas, ninguna de las dos iba a saber como era realmente esa tal Dalila Schneider, además me abriste los ojos lo suficiente como para darme cuenta de lo que Michael era capaz de hacer si no le ponía la suficiente "atención"— tomó de los brazos de su amiga a la pequeña Chloe y la miró —Ella no se merece todo esto— su voz se quebró —Quiero decir, ella lo adora, prácticamente lo ama como si fuera su padre biológico y ¿sabes? quisiera poder perdonarlo y hacer como que nada ocurrió pero simplemente no puedo hacerlo.

Linda le pidió a Genevieve si podían quedarse ella y Chloe a vivir ahí mismo por un tiempo en lo que analizaba todo y esperaba a que todo se tranquilizara.

Uno de tantos días en los que debían ir a trabajar, Genevieve le pidió a su mejor amigo de toda la vida que cuidara de la pequeña Chloe; ella le tenía toda la confianza del mundo por lo que no habría ningún problema, y Linda lo sabía. Durante la hora de descanso, Genevieve decidió ir con Michael a su oficina para dejarle en claro unas cosas, obviamente sin decirle nada a su amiga.    

Cuando ya estaba frente a la puerta de su oficina, escuchó unas risas pero eso no le importó, tocó la puerta y entró encontrándose con Dalila en ropa interior.

—Deberías esperar hasta que te den permiso de entrar ¿no?— dijo y luego besó el cuello de Michael muy lentamente ocasionando que éste cerrara los ojos

—No me interesa oír lo que salga de tu boca, vengo a hablar con Michael así que sal de aquí ahora mismo— la tomó del brazo y la sacó sin importar que solo tuviera la ropa interior puesta

—Debe ser muy urgente lo que quieres hablar conmigo como para que la eches de ese modo —¿Vienes a terminar el asunto que Dalila dejó inconcluso?— dijo señalando su entrepierna

—... En serio te desconozco, quizá si no fueras el esposo de mi mejor amiga y no fueras un idiota lo haría, pero tengo cosas más importantes que hablar contigo— tomó asiento

—Ok está bien, te escucho— dijo resignado y también se sentó

—¿Cómo fuiste capaz de hacerle algo así a mi amiga? Tú bien sabes lo mucho que significas para ella y sin embargo te valió un pepino y te metiste con esa zorra de allá afuera.

—Ay no, lo que me faltaba: el sermón de la amiguita ¿Y no crees que Linda ya es lo suficientemente grande como para decirme a mí las cosas que le molestan? No te metas donde no te llaman, esos son problemas y asuntos entre ella y yo ¡Deja de estar siempre de su lado!

¿Y qué hay de Chloe? Michael, esa niña te ama más que a nadie en el mundo, no es justo que le faltes al respeto de esa manera. Además Linda es mi amiga y la conozco desde mucho antes que tú, así que no me digas que no me meta en lo que tenga que ver con ella— algo en su interior lo hizo recapacitar

—Gen lo siento, no se en qué pensaba, yo...

—No, a mí no me pidas disculpas, pídeselas a Linda... debo irme ya— tomó la perilla de la puerta 

—¡Espera!— tomó su brazo —¿Sabes dónde están ellas?

Genevieve exhaló el aire retenido en sus pulmones y contestó resignada.

—Por ahora están viviendo en mi casa; tendrás que hacer algo casi extraordinario para recuperar a Linda y ganarte también su confianza.

—Pero ¿Cómo voy a hacer eso? De seguro me odia.

—Eso debiste pensar antes de involucrarte con Dalila... escucha Michael, ella en el fondo no creo que te odie. Me dijo muchas veces, incluso cuando todavía eran amigos, que le gustabas mucho y quería que tu también sintieras lo mismo por ella y yo siempre le daba esperanzas; cuando le pediste que fuera tu novia estaba que no cabía de la felicidad y qué se diga cuando le pediste matrimonio frente a todos el día que diste tu discurso de graduación— Michael esbozó una tierna sonrisa al recordar todos esos bellos momentos —Pero el día que marcó su vida fue en el que Chloe nació y tú le brindaste tu apoyo incondicional.

—No se en qué estaba pensando, tenía a la chica más maravillosa del mundo y por una estupidez mía la perdí— dijo arrepentido

—Bueno, quizá no todo esté perdido— trató de darle ánimos

—Gen, tú sabes lo mucho que significa para mí, yo tenía todo un futuro construido con ella a su lado: ya habíamos empezado a buscar una casa más grande aquí en Nueva York, planeábamos tener hijos, ir de vacaciones; en cada uno de mis planes ella estaba presente... pero tienes razón, voy a tratar de recuperarla y ganarme su confianza, sé que no va a ser fácil pero no me rendiré hasta lograrlo.

—¿Sabes qué? Eres un idiota pero no se por qué siempre haces que confíe en ti.

—Aww, si me quieres— la abrazó

—Hey, tampoco te emociones; pero no podría odiarte, después de todo eres el esposo de mi mejor amiga, así que debo resignarme.

—Gracias, haces que me sienta mejor— bromeó con cierto sarcasmo

—Ese era el punto— ambos chocaron sus manos y se abrazaron

Habían hecho las paces pero ahora faltaba hacerlas con quien tenía la última palabra.

Linda Johnson.