Unconditionally...

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Capítulo 1

¡Scorpius! – Era la tercera vez que le reñía  – ¡Hey! Sigo esperando…  – El, con las manos atrás del cuello y los brazos extendidos le dedico un reluciente pero a la vez maliciosa sonrisa.

– ¿Esperando? ¿A qué?, no me digas que aún le sigues insistiendo a ese tal Gregory Gleeson a que te invite a la fiesta de navidad…  - Eso solo fue el inicio de un estallido, lo que al fin hizo explotar en rabia a Rose Weasley

– ¡Ya es suficiente! – dijo más alterada que de costumbre – ¡Ya no lo tolero más Scorpius, o repasas bien para el examen o…! – Entonces de manera inesperada, Gregory Gleeson, un chico de aspecto lúcido, cabello castaño y reluciente sonrisa, entro en la habitación

– Ho -Ho... Hola Rose –El tímido muchacho se mantenía firme y decidido a pesar de su frecuente tartamudeo

– ¡Gregory! ¿Qué… - se detuvo un momento para pensar en una palabra apropiada para romper el hielo - … sucede? – Rose cerró uno de los libros que aún sostenía en su manos, hasta el momento se había olvidado por completo de la presencia de Scorpius

– Pues yo… em, tu sabes que se acerca el baile de navidad… – Gregory empezó a rascarse la cabeza, tapando así su larga cara que por el momento ya se encontraba lo bastante enrojecida – la verdad yo me preguntaba si tu… si tu querrías – Los ojos de Rose no podían estar más brillosos esa noche

– ¿Si yo querría…? – Pregunto ella, tenía tantas ansias, lo que más quería era deleitarse con la invitación de Gregory. ¿Y por qué tanta fascinación hasta ese chico? Pues todo comenzó en uno de los habituales partidos de quidditch, esta vez la competencia consistía entre Griffindor y Hufflepuff, quienes la habían tenido que pelear mucho en estos días para estar en el puesto en el que estaban, Rose Weasley, una vez más se encontraba entre todo el bullicio y tumulto de estudiantes de Hogwarts, presenciando lo poco que le atraía del comentado partido y enfrentamiento entre las dos casas, por suerte había anticipado lo aburrido que le parecería, ella muy vivaz traía una saga completa de “Otro estúpido romance muggle” guardado en su bolso. Cuando la barra empezó a ovacionar de pie a los jugadores y su esperada entrada al gran estadio, Rose se dispuso a abrir el primer libro, y como una de las tantas veces, se sumergió en la lectura

– ¿Qué traes ahí, Weasley? – Una pequeña pero a la vez insoportable chica se acercó a Rose, arrebatándole el libro de las heladas manos - ¡Por Merlín! ¡Pero esto debe saberlo todo el mundo! – Con una movimiento rápido, Rose logro quitarle el libro e incorporarse en su asiento – ¡Esto no es de tu incumbencia, Lasnier

– No puedo creer que desperdicies tu tiempo leyendo estas cosas, es más… no puedo creer que desperdicies tu tiempo en leer – Rose soltó un respingo, no valía la pena explicarle lo mucho que le gustaba entrar a un nuevo mundo a través de unas simples hojas a una cabeza hueca como lo era Maggie Lasnier

– Quizás tengas razón Maggie… - Ella sonrió suspicaz - … quizás todos deberíamos ser como tú, ya sabes, tan linda, tan atenta, tan… - Maggie aguardaba al siguiente posible halago  - … ¡FANFARRONA COMO TU! – un pequeño grupo de alumnos que prestaba atención a la reciente pelea entre Rose y Maggie estallo en carcajadas

– ¡Oh! ¿Pero cómo te atreves? ¡Estúpida Weasley, vas a pagar por esto!

– ¿Qué es lo peor que me podrías hacer? – La miro desafiante

– Ya verás… - Rose no se dio cuenta de lo escurridiza que era Maggie, en un abrir y cerrar de ojos ya le apuntaba con su varita, Rose quiso coger la suya, pero para su mala suerte, la banda de Maggie había sido aún más rápido, Grace Blair tenía colgando su bolso en la muñeca y habían dos chicas más rodeándola, ambas de Slytherin, de donde más se podían esperar a esas problemáticas personas.

 – ¡Hey, suelten eso! ¡Ya basta! – El bolso daba giros y piruetas, los libros y su varita parecían estar bien asegurados, pues ni uno se había caído a pesar de todas las vueltas, era más que claro, habían hechizado el bolso de Rose - ¡Ha sido suficiente, quiero que me regresen mi bolso! ¡AHORA! – Por más seria e irritada que pudiera estar, ellas no le harían caso, Maggie era una de las chicas más odiosas al igual que su pequeña banda de amigas, ya le habían advertido que meterse con ella, o mucho peor, meterse con una Slytherin era estar en un completo lío, quizás se debía o a la larga rivalidad entre Griffindor hacía este, o quizás a que en aquella casa cuyo color representativo era el verde y su símbolo... que no podía ser más tenebroso, era ‘la serpiente’, en Slytherin siempre estuvieron los magos y brujas más malos de la historia en Hogwarts, eso le había mencionado su papá, Ron, un griffindor más en la familia Weasley, su mamá simplemente había evitado mencionar mucho a Slytherin o alguna otra casa de Hogwarts que no fuera Griffindor, volviendo a la bochornosa situación en la que se encontraba Rose, tuvo que pararse de puntillas varias veces para tratar de alcanzar su bolso, no quería llamar a ningún profesor, eso hubiera sido muy cobarde de su parte, además ella tenía tantas ganas de hacerle frente a Maggie, se lo había guardado hasta ese momento

 – Y Griffindor solo necesita unos puntos más para tomar ventaja a Hufflepuff, aunque ya sabemos quién ganara este partido – Un abucheo procedió de la multitud con llamativos colores amarillos – Lo siento, lo siento… Griffindor de corazón amigos… Esperen ¿Qué diablos es…? – Frank Abbott tuvo que colocarse bien los auriculares para ver la diminuta figura de Rose a punto de caer en el  gras – Bueno, sin duda ese será una gran impacto, ¿alguien podría decirle a Rose Weasley que no puede piruetear en el campo de quidditch? – Todas las casas se giraron hacía los asientos de griffindor, incluyendo a los jugadores que parecían haberse suspendido en el aire a pesar del movimiento continuo de las enormes y diminutas bolas. Rose aún se aferraba a lo que era un precipicio, Maggie había tirado finalmente el bolso, pero este había volado tan lejos que en un intento Rose creyó que lo alcanzaría, lo único que logro fue estar a unos metros de caer en el enorme, verde y macizo gras

 – ¡ROSE! – Grito desde lejos James - ¡Rose, aguarda ahí! – Ella no podía responder, se encontraba casi privada por el miedo a caer. Pero entonces vio a Scorpius, aproximarse a ella y a los pocos profesores que se encontraban en la multitud también, no podría aguantar más, tres de sus dedos habían resbalado ya con facilidad, fue un alivio ver a James acercarse con vuelo veloz hacía ella, pero entonces una enorme bola quaffle le impacto en el hombro y casi lo hace caer, él se tuvo que sostener muy fuerte a su escoba, muchos de los jugadores se trataron de acercar a ella, pero fue en vano, las bolas parecían más descontroladas que nunca, golpeando a uno y otro en diferentes partes. Ahora Rose solo se sostenía en una mano, luego ya era demasiado tarde, se escuchó un bullicio por parte de todos, cuando Rose sentía que caía y caía en cámara lenta, unos brazos, que en las circunstancias, parecían mucho más que acogedores, sostuvieron a Rose, el muchacho tardo mucho en dejar de tambalearse, pero finalmente cobro equilibrio y lo único que ella vio fue una sonrisa y un leve suspiro

 – Por poco – susurró el, mientras iban volando en su escoba a la mitad del campo

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⏰ Última actualización: Nov 26, 2013 ⏰

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