Dos días habían pasado demasiado lentos para Ed, el miércoles había sido un día de locos y desde entonces las cosas estaban aún más tensas que cuando Nacho había llegado a casa a vivir, el chico había dejado de ayudar en las tareas de limpieza y ni con los reiterados pedidos de Ed, movía un dedo por cumplir, en cambio respondía con monosílabos o simplemente levantando los hombros en un gesto que como decía el padre de Ed "eso y mandarme a la mierda es lo mismo" y en realidad esa era la clara intención de Ignacio. Ed andaba con los pelos de punta y ya le picaba la mano por "bajarle los humos" al mocoso y si no lo había hecho era porque habló con Ana; en un principio la idea de Ed era convencer al chico de disculparse con Ana por faltarle el respeto pero como no podía ni mantener dos palabras con él antes de que se escabullera o le lanzará miradas asesinas optó por disculparse él en su nombre y prometer unas prontas disculpas del adolescente, pues Ed seguía convencido que toda esa actitud tocapelotas era sólo una larga rabieta por orgulloso y que pronto recapacitaría y se daría cuenta de que disculparse con el profesor había sido la mejor opción.
Por otro lado Ignacio distaba años luz de darle la razón a Ed, es verdad que estaba poniendo bastante empeño en hacerle la vida a cuadritos al hombre, pero además de eso, había recapacitado muy bien sobre su situación actual y todo el jueguito de "la familia" del que venía participando y no estaba dispuesto a seguir con eso, había perdido los límites y se había confiado demasiado en un hombre que no conocía. Así que decidió que a partir de ese momento su relación con Ed sería estrictamente "profesional", sólo hablarían lo necesario y él se encargaría de todo los cuidados de Mateo, ya había aprendido a cambiarle la ropa y Nancy le estaba enseñando a bañarlo, también sabía preparar el biberón y ya empezaba a identificar los distintos tipos de llanto de su hijo para saber que quería, así que en esos dos días no había dejado que Ed toque a Mateo a excepción del momento del cambio de pañal, acaparándolo a propósito, si Ed iba a imponer su estúpida voluntad por ser el dueño de la casa y tener el dinero, entonces él haría valer sus genes para marcar el territorio y claro aunque a Ed no le hacía ni pizca de gracia, pero trató de soportar con la esperanza de que, como le recomendó Ana, dándole su espacio evitaría más problemas y poco a poco las cosas se calmarían, pero su paciencia estaba llegando al límite y pronto estaría rebasada.
Ya era viernes en la tarde y al fin Ignacio escucho una de las cosas que Ed le pedía que haga, que complete las tareas de los días que llevaba suspendido así no tenía problemas al volver, claro Ed cantó victoria antes de tiempo creyendo que este era un paso a que las cosas se acomodasen de nuevo, pero eso no estaba en los planes del muchachito que salió de la casa con más ganas de ver a Nadia que de completar tareas.
Cuando llego con Nadia aprovechó para despejarse un rato y lo que se suponía era una visita relámpago para pedir carpetas se convirtieron en dos horas y media dehablar tonterías mas la media hora que demoro en volver y cuando llego a casa Ed estaba en la puerta con Mateo en brazos y con cara de perro que Nacho descifro de inmediato.
· Te pedí que no te demoraras - le recordó enojado - es tarde y bien sabes que los viernes doy clases a las seis - agrego mirando su reloj - para eso es el cuadro de horarios en la cocina y la próxima lleva celular
· Bueno, ya llegue ¿no?... no es para tanto - Dijo molesto tomando a Mateo para entrar a la casa.
· Estos días te pásate cada regla de la lista que te di y ya me estoy cansando, mejor ¡no me busques! -le advirtió estorbándole el paso.
· Tus reglas me las paso por aquí -le respondió Nacho haciendo una seña obscena a tiempo que esquivaba a Ed al que le comenzó a hervir la sangre pero como estaba demasiado atrasado tuvo que tragarse la bronca y salir rumbo el trabajo.
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LA VIDA NO ES UN SUEÑO.
RandomEdgar vivía el sueño americano hasta que descubre que vivía una gran mentira, ahora tendrá que rehacer su vida con quien menos se imaginó.