Lejos de ti

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-Eso no es cierto, no mentí cuando te dije que me gustas tampoco cuando dije que me vuelves loco, y mucho menos cuando hicimos el amor, nunca te mentí Eli, solo no te dije algo que podía hacer que me odiases para siempre.

Estaba desesperado, no me creía nada de lo que decía.

- ¿Y eso no es mentir? que risa debió darte cuando te conté lo de Fede, oh por dios soy una estúpida una completa estúpida.

-Eli no digas eso, tú no eres nada de eso -me acerque a ella e intente acariciar su mejilla.

- ¡Que no me toques te dije! -gritó enfurecida.

-Eli no me hagas esto no te alejes de mí, ya no puedo estar sin ti, no quiero estar sin ti-mi voz vacilaba en el vació que ella provocaba.

-Nadie se muere de amor Kobe, mírame a mi salí adelante , aquí estoy y también voy a salir de esto.

<<Sentía que cada una de frías palabras eran como dagas que se clavaban en mi pecho>>

-Es que tu no lo entiendes, me fascinas, me encantas, nunca me había pasado con nadie, ni siquiera con ella, no sé qué me pasa cuando estoy contigo -pase las manos por la cabeza queriendo arrancarme el cabello.

-Kobe no sigas, vete por favor necesito estar sola.

<< Mi corazón saltaba con aflicción y sentí un fuerte dolor en el estómago>>

-No te voy a dejar, no podemos terminar así... -mis dedos se movían de un lado a otro y eche las mano a los bolsillos para que no los notara.

-Kobe no podemos terminar algo que no ha empezado.

<<No digas eso cariño me estas matando...>>

Volví acercarme a ella para envolverla con los brazos en un fuerte abrazo, pero ella me aparto y tomo impulso para propinarme un puñetazo en la cara. El impacto fue cálido y no me dolió el golpe, pero si el odio con el que me lo daba, aunque prefería que se desquitara antes que guardara sus sentimientos así tendría más posibilidades de reintentar volver a ella.

-Eso es cariño saca tu coraje, si es necesario que lo vuelvas a hacer hazlo no tengas contemplaciones -la incite poniendo el otro lado de mi cara.

-Kobe en serio carreras ilegales a quien putas se le ocurre eso y si tienes un accidente y si te detiene la policía, ¿no te pones a pensar en eso?

-No cariño, porque cuando estás ahí, la adrenalina es tal que solo puedes pensar en ganar y no en todas esas estupideces -fui sincero.

-Sabes que Kobe, lárgate desaparece de mi vista y no vuelvas a buscarme no quiero volver a verte.

Me empujó hacia la puerta y cuando estuve afuera me recargue en ella, podía sentir la fría madera que traspasaba mi ropa, cerré los ojos y me quede quieto queriendo volver a entrar. Algo resbalaba por mi mejilla y llego hasta la barbilla, la hice aun lado con mi mano fijando la vista en el suelo.

- ¿Por qué? ¿por qué me hiciste esto Kobe? ¿por qué tu? si supieras lo que estoy empezando a sentir por ti -Logre escucharla decir desde adentro.

<< Todas mis dudas desaparecieron... ella si me quiere y yo acabo de arruinar todo>>

Estuve un rato ahí parado como un perro arrepentido.

<< Ahora entendía bien ese dicho>>

Hasta que decidí largarme a la villa tenía muchas cosas pendientes que debía resolver, sobre todo quien había sido el imbécil que dio a conocer mi paradero.

Estaba agotado al llegar a la casa caminé dando tumbos hacia la entrada, vi una sombra que estaba parada en el umbral.

- ¿And? ya estás bien amigo... murmure.

-Si... no fue nada me han puestos unas gazas Isa, la bala salió y fue una herida limpia, pero... tú no te vez nada de bien -poso una mano en mi hombro.

-Ah sí... yo -ahogue un suspiro-no me prestes atención... necesito que investigues el incidente de la cabaña quiero saber quién fue el maldito que dio mi paradero.

Entramos a la cocina y me senté en uno de los banquillos de la isla, And se acercó a la máquina de café y el hecho andar.

-Tengo algunos nombres... me duele decirlo, pero creó que fue uno de los nuestros que está trabajando para ambos lados -sirvió dos tazas del humeante líquido.

-Gracias -cogí la taza con ambas manos y las entibie en ella -¿tienes un nombre?

-Creo que es Dante...

- ¡Maldita sea! quiero que lo confirmes -bebí un último sorbo y me levante-iré a mi recamara, no vemos mañana.

-Si tranquilo hermano descansa...

Subí casi sin ganas y al llegar al cuarto me quite la camisa junto con la chaqueta y me tumbe en la cama mirando el cielo, las cortinas seguían abiertas como siempre moviéndose de un lado a otro con la corriente de aire que se formaba.

<<Cariño solo quiero que sepas que estaré toda mi vida esperándote con el corazón abierto>>

No sabía en qué momento me había quedado dormido tendido sobre la cama, un espasmo me recorrió el cuerpo al darme cuenta que estaba solo. Estire la mano al velador rebuscando el móvil entre las cosas, al encontrarlo busque su nombre y lo marque, el tono de llamada sonaba, pero nadie contestaba, repite varias veces la misma acción, pero nadie jamás contesto al otro lado del móvil.

Aventé el teléfono al piso, aunque este no se quebró, pero si se trizaron algunas partes que salieron dando botes. Camine hacia la ducha y deje el agua caliente correr, quite toda la ropa que traía de un salto ingrese a la regadera.

Vestí con la primera ropa que encontré y bajé hacia la cocina donde And habla en su celular con una taza de café en su mano y había otra taza husmeando en la barra.

-Tú me conoces bien amigo- reí, era el primer gesto de "alegría" que hacía desde que estaba solo.

El levanto el pulgar y sonrió.

Saque el móvil de mi bolsillo y lo presione para volver las piezas a su lugar, volví a marcar su número, solo deseaba escuchar un rato más su voz, pero igual que las veces anteriores nadie contesto. Bebí otro sorbo de café y me alejé de la cocina.

El día estaba pasando rápido aun no tenía noticias sobre el encargo que le había dado a And y mi cabeza había estado inquieta todo el día, mostrándome escenas que ya no creía que volvería ver otra vez.

<< Que sucede contigo Kobe no te rindas vamos hace algo ya >>

Estaba cerca de Mill Basin no sabía cómo había llegado ahí, pero por inercia salí del auto y bajé hacia los rosales. Cogí una de las rosas y sentí que una espina se clavó en mi dedo, arranque varias sin importar las heridas que estas me daban, las metí con cuidado al interior del auto y las acomodé en el sillón del copiloto. Volví al coche y aceleré el carro a gran velocidad, sabía muy bien donde iba.

Pare frente a su departamento y cogí una de las rosas que había arrancado del rosal.

<<Te pareces tanto a ellas, hermosas, pero si las tomas mal te hieren en lo más profundo de tu ser>>

Baje del Lamborghini y camine al Hall del edificio, agradecí que alguien lo hubiera dejado abierto y me acerque a la puerta del departamento de Eli donde deposite la rosa con delicadeza en la entrada.

Salí rápido del edificio y entre nuevamente al carro, esperé un rato, había aparcado un poco más lejos el coche, tenía la esperanza de volverla a ver aunque fuera de lejos.

Eternamente TuyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora