Capítulo 8

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—¡Steph! —dijo Thomas alegremente cuando me vio en el bus— Milagro que vengas por aquí —agarró mi cabeza, le dio un beso sonoro y la soltó con agresividad— ¿A qué se debe tu presencia?

—Mike me abandonó —le dije con un puchero exagerado.

Él solo se rió, pero luego alguien diagonal a nosotros lo llamó y se quedaron hablando un tiempo. No sabía quién era, porque ya tenía mis audífonos puestos y las voces se oían distorsionadas, además Thomas estaba de espaldas y tapaba a la persona con su cuerpo. Yo estaba a punto de caer dormida, cuando oí mi nombre en la conversación y mi compañero de silla se volteó a verme.

—¿Qué pasa? —le pregunté, quitándome el audífono derecho.

—Strider te llama.

Así que él es la persona misteriosa...

Thomas se inclinó hacia adelante para que pudiera ver a Liam.

—¿Si? —le pregunté con la voz algo adormilada.

—Quería preguntarte si querías ir a la fiesta de Julie este viernes. No es como la del sábado, es un poco más informal.

Se me hizo bastante rara su propuesta, así que no le respondí al instante, solo puse cara de confusión, que hizo que él se explicara mejor.

  —Luke iba a ir conmigo, pero Crystal lo invitó a su casa y me va a abandonar el maldito —dijo con una pizca de tristeza en la voz—. Pero no es como si no te hubiera invitado si él hubiera podido ir. No, ¿cómo crees? Te iba a invitar de todos modos...

 —¡Basta! —lo interrumpió Thomas— Steph, ¿vas a ir o no?

Los miré a ambos algo nerviosa y comencé a balbucear. 

  — Supongo que si —respondí sin parar de balbucear—. Pero nada es seguro, tendría que preguntarle a Mike.

Liam asintió con satisfacción y se recostó en su silla, supuse que la conversación había acabado allí e hice lo mismo, pero llegamos al colegio unos segundos después de hacer eso y no tuve más remedio que bajarme.  

—¿Hablaste con él? —me preguntó Luke agarrando mi maleta en el momento que me bajé.

Lo miré confundida por un segundo, pero luego recordé que el él del que estaba hablando era James. Solté un suspiro pesado, que fue una respuesta muy concreta para él.

—¿Ni siquiera lo intentaste? —se puso a mi altura agarrando mis mejillas.

—¡Claro que lo intenté! Pero: primero, se fue unos dos minutos después de que yo decidiera hablarle, segundo, Mike no sabe el número de su casa y claramente menos el de su teléfono, y tercero, cuando su madre llamó para agradecer la invitación, él no estaba por ahí... —resoplé.

Luke me abrazó por los hombros y caminamos así por el pasillo, hasta que una morena con rubios falsos se paró al frente de nosotros.

—¡Steph! —Crystal me dio un abrazo un poco incómodo, ya que el brazo de Luke seguía sobre mi, y luego dirigió su atención a él— Luke —dijo en tono seductor y levantó una ceja— ¿Por qué tú y Strider se desaparecieron el sábado? Los estuve llamando toda la tarde para que fueran a mi casa.

Miré a Luke por el rabillo del ojo y él estaba mirándola con suficiencia.

—¿No te conté? Estuvimos en la casa de Steph —puso una mano en mi cabeza y comenzó a despeinarme.

—Si, lo mencionaron un par de veces, pero no creí que de verdad fueran, —soltó una risa falsa— pero bueno, espero que la hayan pasado mejor de lo que Liam pensaba. Este viernes si no puedes faltar en mi casa, tenemos que estudiar —se dio media vuelta, pero se acordó de algo y volvió a ponerse al frente nuestro—. Y ya no tienes excusas, hablé con Strider y me dijo que encontró al acompañante perfecto para la fiesta de Julie —se me escapó una sonrisa involuntaria, pero ninguno se dio cuenta. Ella le dio un beso a su mano y sopló en dirección a Luke—. Adiós Steph —se alejó meneando la cadera y su cabello de una manera exagerada.

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