Capítulo 19

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Juliette's POV

Despierto en mi cama sin recordar el cómo llegué aquí. Me levanto de la cama y me dirijo al baño.

Al salir veo a Harry y noto que sigue dormido, lo cual se me hace raro ya que él siempre se despierta antes.

Saco mi diario de la almohada y escribo un par de cosas, últimamente he tenido un sueño muy extraño; estoy caminando por la carretera y a mi alrededor sólo hay grandes árboles que no me permiten ir hacia otra dirección más que la que me marca el camino. De pronto veo un par de luces aproximándose y corro lo más rápido posible hacia ellas.

Siempre despierto después de eso.

Pasa casi una hora y Harry sigue dormido, el desayuno lo habían entregado desde hace ya unos minutos, al acabar el mío me acerco a Harry para despertarlo y que coma un poco.

Me siento a un costado de su cama y al instante percibo un olor muy fuerte y desagradable, me hace recordar al hombre que arruinó mi infancia y la razón por la que escapé a Nueva York.

-Imbécil -susurro.

Busco un poco entre sus sábanas y al segundo encuentro lo que ya había que vería... una botella de alcohol, es whisky y está vacía.

-Ese fue tu maldito deseo -no puedo contener mi furia hacia él.

Tomo la botella y la pongo en la mesa para que cuando Harry despierte sepa que me di cuenta de su inmadurez.

Pasa una hora, pasan dos y Harry apenas se mueve. Ya me estoy imaginando la resaca que tendrá.

La puerta se abre pero me doy cuenta que no es para entregar la comida ya que la puerta se abre, por completo.

Me levanto de mi cama y no sé si sentir esperanza o miedo...

Dos hombres altos y corpulentos entran al cuarto con máscaras, son iguales a los que me trajeron aquí, puede que sean los mismos de hecho.
No dejo de mirarlos a los ojos y ellos hacen lo mismo, los tres sin mover un sólo músculo.

Sin pensarlo comienzo a dar pasos hacia atrás y antes de que ellos avancen corro hacia la puerta del baño. Al notar esto ellos hacen lo mismo y me es imposible cerrar la puerta a pesar de usar todas mis fuerzas para lograr cerrarla.

Ellos me agarran de ambos brazos y me ponen una cinta en la boca seguido de una bolsa de tela en la cabeza.

Muevo mis pies para evitar dar un paso más, brinco y me sacudo pero es imposible liberarme de su agarre.
Después de unos segundos escucho la puerta cerrarse detrás de mi espalda y comenzamos a caminar hacia una nueva dirección desconocida.

En lo único que puedo pensar es en que tal vez muera y en que Harry no hizo nada para evitarlo.

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Una cachetada me despierta de mi desmayo de supongo hace unos minutos.

Noto que la bolsa que cubría mi rostro ya no está pero a cambio de eso ahora estoy sentada en una silla vieja de madera con las manos atadas hacia atrás y ambos pies en cada una de las patas delanteras.

El cuarto está mal pintado de gris y no hay nada más que una sencilla puerta a mi costado izquierdo.

No dejo de ver la puerta sin pensar en nada, sin curiosidad, sin miedo, sin enojo.

Otra cachetada me saca de mi trance y volteo al instante por la fuerza de ésta.

-¿Cómo estás Juliette?

Al ver al chico que me está hablando me doy cuenta de que es casi de mi edad, tal vez tiene la edad de Harry. No puedo negar que es atractivo pero sus ojos casi negros me causan escalofríos por todo el cuerpo.

-Contesta -dice un hombre detrás de mí al cual no había notado hasta ahora.

-Bien.

-Mentira -dice el chico mientras saca de su sonrisa humo de un cigarrillo.

-Si sabes la respuesta no preguntes entonces -me atrevo a decir con mal humor.

El sólo ríe y se da la vuela. Camina detrás de mí y regresa con otra silla igual a la mía. Se sienta con la silla volteada y me ve directamente a los ojos mientras vuelve a darle una calada a su cigarro.
Yo sólo miro atentamente cada movimiento que hace.

-¿Quieres uno? -Supongo que se refiere al cigarro.

-No fumo, gracias -sigo intentando lucir sería.

-Que bueno -da otra calada corta- oí por ahí que te mata.

-¿Quién eres?

-Llámame Max.

-No me refería a saber sólo tu nombre.

-Soy un guardia.

-No te ves como uno -digo mientras volteo a ver al hombre que está detrás de mí.

-No soy ese tipo de guardia -sonríe.

-¿Entonces de qué tipo eres?

-Linda, haces muchas preguntas.

-Creo que es entendible que las haga -digo acercándome un poco.

-Me encargo de vigilar tus movimientos -se acerca igual- y los de tu compañero, quien está muy enfocado en salir de aquí.

-Harry sólo está enfocado en olvidar y beber.

-Tal vez -ríe- fue bueno que lo hiciera, me ayudó a sacarte de ahí más fácil -su mano se recarga en mi rodilla derecha pero no la mueve.

Bajo la mirada para asegurarme de que su mano siga ahí y Max vuelve a hablar- Habla con él linda, hazle entender que sabemos todo y que nunca podrá hacer nada para salir, por muchos dibujitos que haga -ríe con un poco más de fuerza- ¿Podrías hacerme ese favor?

Max me guiña un ojo y comienza a subir su mano lentamente, la muevo un poco pero es imposible hacer algo si estoy atada de ambas piernas. Oigo que el guardia detrás se ríe un poco y eso me hace enojar.

-¿Por qué no mejor se lo dices tú? -alzo la voz.

-Porque se sentirá mal de que tú seas la que salga perjudicada por sus malas ideas -en este momento su mano ya está casi en mi trasero.

Para hacerme enojar más saca el humo que tenía guardado en su boca y lo deja viajar en mi rostro, comienzo a toser ya que hace mucho que no olía un cigarro tan cerca.

-A Harry no le importará que me hayan sacado del cuarto unos minutos -comienzo a pensar que no debí decir eso.

-Sé que eso no le importará linda -dice mientras vuelve a levantarse.

Se pone detrás de mí y coloca con fuerza un bat de béisbol en el espacio que hay entre mis dos piernas.
Dirige su boca junto a mi oreja y muerde un poco mi lóbulo.

-Por eso vamos a empezar.

Al escuchar esas palabras mientras no dejo de ver el bat un nudo en la garganta y el estómago se forman en menos de un segundo.

Encerrados | Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora