A la mañana siguiente, cuando despierto, los pies de Natalie están mi cara, tiene media cabeza flotando en el aire y una mano en el piso. Yo dormí en la orilla de la cama y desperté pegado a la pared. Me había hablado de que es muy loca para dormir, pero no me imaginaba que tanto. Me levanto con mucho cuidado de no despertar a Natalie, entro a la habitación de Taylor y sigue dormida, puedo matarla ya.
Voy a la cocina y busco un cuchillo, no hay.
Regreso a mi cuarto buscando la navaja que me traje del infierno, pero Natalie ya se despertó.
-Buenos días amor.-
-Buenos días Natalie.- Quizá soné un tanto preocupado.
-¿Qué pasa?-
-Tengo que matar a Taylor, si no lo hago, tendré que regresar al infierno.-
-¿¡Por qué!?-
-Se lo prometí a Collings. Me trajo hasta acá con la única condición de matar a Taylor, si no lo hago tendré que regresar al infierno.-
-¿La vas a matar?-
-Tengo que hacerlo, si no tendría que renunciar por siempre a ti.-
-Vas a matar, ¿por amor?-
-No lo había visto así. Sabes lo mucho que te quiero y he esperado mucho por ti, bueno, quizá no tanto, pero si esperé lo suficiente para darme cuenta que te necesito.-
-Puedes vivir sin mí.-
-Sí, pero ¿quién puede vivir sin ser feliz?-
-Supongo que tú y yo viviremos así después de que te vayas.-
-Yo no me iré. De alguna manera, conseguiré quedarme aquí.-
-No dejaré que mates a Taylor.-
-Haré lo que sea, para quedarme contigo.-
-Alexander, no. Entiende. No puedes buscar la felicidad quitándosela a los demás.-
-¿Eso que importa cuando estoy a punto de perderte?-
Taylor, al parecer, estuvo escuchando todo detrás de la pared.
-¿Así que quieres matarme?- Se aparece la víctima.
-Alexander no va a matarte.- Se interpone Natalie.
-¿Por qué no mejor yo te mato a ti?-
-Tranquila Taylor. Aún no tomo la decisión.-
-Ah, entonces piensas hacerlo.-
-Es por el bien de los tres.- Respondo.
-A mí nadie me ha preguntado qué es lo que quiero.-
-Bien, ¿qué es lo que quieres?-
-A ti.-
-Ya hablamos sobre eso ayer, ¿no te quedó claro?-
-Es injusta la manera en la que te estás deshaciendo de mí.-
-Pues como tú lo dijiste, yo no estaría deshaciéndome de mí si no te hubiera conocido.-
-Me estás tratando como un estorbo.-
-Te estás convirtiendo en eso.-
Taylor no pudo evitar llorar. Le dolía que le hablara de esa manera y más porque mi comunicación hacia ella siempre fue dulce.
-Bien, si quieres matarme hazlo. Pero vamos a hacerlo a como yo quiera.-
-Está bien.-
-Espera ¿qué? ¡Alexander no!- Interrumpe Natalie. -No puedes matarla.-
-Tengo que hacerlo.-
-Si la matas a ella, ¿Qué más puedo esperar de ti?-
-Que fuera capaz de matar a los demás solo para cuidarte.-
Los tres nos vamos al patio trasero de la casa. Taylor se coloca de espaldas a la pared, yo a una distancia de tres metros con la navaja en la mano y Natalie aterrorizada detrás de mí.
-Voy a contar hasta tres. Cuando lo haga, quiero que lances la navaja hacia mí y repitas eso hasta que ya no me levante.-
De repente, en el cielo se abre un agujero negro y dentro de este, sale Collings en una motocicleta de lujo.
-¿Qué? ¿Llegué justo a tiempo para presenciar el momento o te llevo de una vez?- Collings siendo sádica como siempre.
-No, llegó justo a tiempo.-
-¿Eso significa que sí lo harás? Bien, espero que no te arrepientas.-
-Por supuesto que no.- La única persona sonriente aquí es Collings. Obviamente no quiero hacerlo y sé que me puedo arrepentir.
-Te estoy esperando, ¡inútil!-
-Ya voy, sólo necesito concentración.-
De pronto, mi cabeza empieza a punzar, por el agujero donde me perforó la bala comienza a salir sangre.
-JA, ya se le está saliendo el cerebro.- Se burla Collings. - ¡Acaba con ella ya!- Termina.
La sangre que estoy derramando debilita mi cuerpo, me hace incapaz de levantar la mano y lanzar la navaja.
-¿Puede esperar unos segundos? Quiero agarrar suficiente energía para lanzarla.-
-Ya me estoy enojando pero está bien, solo espero que no sea uno de tus planes.-
-No, estoy seguro que la mataré.-
Me doy la vuelta y le digo a Natalie:
-Creo que me voy a desmayar.-
-¿Por qué?-
-Me siento débil.-
-¿Quieres que te traiga alguna fruta?-
-No, así estoy bien.-
-¡Ya es suficiente! Ya quiero ver la sangre salir de esa señorita.- Presiona Collings.
-Ya voy.- Me coloco nuevamente en mi posición, con mi mano derecha sostengo la navaja y con la izquierda trato de hacer una mira que me permita apuntar a la cabeza de Taylor. Cierro un ojo para permitirme ver mejor el objetivo.
-¡Uno!.. ¡Dos!... ¡Tres!...-
Al querer soltar la navaja, mi cuerpo cae al piso. No tiré con la suficiente fuerza para incrustarla en su cabeza, pero si logré darle a su pierna. Perdí suficiente sangre como para desmayarme... una vez más, quedé inconsciente.
-Listo, no cumplió lo que me prometió y me lo tengo que llevar. Genial, un animal más con el que puedo entretenerme por un largo tiempo hasta que decida no sé, suicidarse quizá. Él y yo nos vamos de regreso al infierno, ¡Adiós!- Se emociona Collings.
-¡NO!- Replican Taylor y Natalie a la vez.
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Traición en el infierno
Mystery / ThrillerLas almas de las personas que fallecen son mandadas a un lugar llamado "exagnorio". En él, unos jueces evalúan su vida y toman la decisión de mandarlos a dos lugares; el infierno, donde está permitido todo tipo de atrocidades, y el paraíso, donde la...