Capitulo 4.

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La cabeza me da vueltas y aparte de eso siento como si me la estuvieran martillando, no sé qué está pasando.
Poco a poco abro los ojos y los recuerdos me inundan de golpe.
La carta de mi padre...
El lleno de sangre en la cama...
Se me corta la respiración, no puedo creer que mi padre allá hecho eso, no puedo creer que me haya dejado sola en este mundo, es tan egoísta.

-Mel, por fin, por un segundo pensé que no ibas a despertar- a
abrí los ojos y  me di cuenta de que no estaba en mi casa, ni en la casa de Sara, estaba en un hospital.
Todo mi alrededor eran paredes blancas y puertas cafés, encima una luz me hacía lamentar abrir los ojos.
a mi lado estaba Sara, en un mueble café, y apenas sintió que me movía se para de él y me mira con cara de preocupación.

-Mhh, sí, ¿qué hago aquí?- preguntó algo confundida.

-es que... Verás, no sé cómo decirte esto Mel pero tu padre est...- antes de que termine la oración yo se la
Completo.

-Muerto- y lágrimas empiezan a asomarse.

-Sí...- cierra los ojos y cuando los abre  éstos ya están llenos de lágrimas- Mel, no sé qué decirte, debes estar muy confundida, y sabes que siempre me tendrás a mí y te apoyare para que salgas adelante.- se acerca más a mi, casi subiéndose a la camilla y me abraza- te amo, y lo siento tanto.- dice entre sollozos.

-tranquila, estoy bien, si medio supere la muerte de mi mamá, ¿por qué no podré hacerlo esta vez?- pero yo sabía que esto iba a ser más difícil, no por el hecho de ser mi papá, si no que ya estaba completamente sola en el mundo, sin familia.- tranquila...- y le acarició la cabeza- todo estará bien-. Y le doy un beso en la coronilla.

-Debería ser yo quien esté haciendo esto, debería ser yo quien te estuviera consolando, pero no soy capaz y no sé por qué, y me duele el saber que estás sufriendo y no quiero, eres mi mejor amiga maldita sea y no quiero saber que te estás destruyendo- me mira por última vez antes de pararse de la camilla y dirigirse al baño.

No sé qué sería de mí en este momento sin ella, moriría tal vez.

Estoy en un estado de shock, tengo todos los sentidos alborotados,rabia, angustia, dolor...

¡Mi padre me dejó sola!
Y no había una maldita excusa para entender el por qué, estaba dolido, sí.
Pero él tenía una hija, que lo necesitaba y el, como un cobarde escogió la salida más fácil.

Afuera de mi habitación escucho unas enfermeras susurrar y después entra un doctor.
-Hola Melody- me dice el doctor, tiene una voz suave o no sé si la está forzando para transmitirme calma.
Su cabello es café con algunas canas, sus ojos eran verdes, pero estaban opacaos por unas grandes ojeras, no media más de 1,80.
-Hola...- y automáticamente siento mi garganta seca.
-Oh, mira toma agua- y el claramente lo nota.- Bueno Melody, al desmayarte te golpeaste la parte de atrás del cráneo, esto provocó una pequeña convulsión e hizo que estuvieras aquí por dos dias.- dice mientras yo refresco mi garganta.-Entinces, ahora te analizaré, mirare como estás en este momento y depende de esto te enviaré unos medicamentos y ya te podrás ir para tu casa.
Casa... Eso sonaba tan rato, yo no tenía una casa, ya no tengo a donde ir...
Bueno si tengo, donde Sara, pero en el sentido del verdadero hogar.
Solo pude asentir con la cabeza, estaba muy sumida en mis pensamientos como para sentir que Sara ya estaba en mi habitación con comida.
-Mira, el doctor dijo que solo podías comer esto, ya que otras cosas podrían hacerte daño.
En una bandeja tenía gelatina, con una sopa medio extraña y un jugo de manzana.
-Ya quiero irme de aquí- la sopa no está tan mal, para ser de hospital claro, me acuerdo cuando mi madre estaba internada y yo me quedaba cuidándola, la comida de aquel hospital si era asquerosa.
-Esperemos que dice el doctor, ¿vale?- acto seguido que coge la mano y con su dedo empieza a hacer figuras en ella.

Después de casi un día, por fin me dejan salir, me mandaron pastillas, todas las que se puedan imaginar.
En el trayecto hacia el apartamento de Sara, ninguna dijo nada, y me alegraba que fuera así, mientras estaba en el hospital podía distraerme con la comida, o mirando como mi sangre se movía por el catéter.
Pero aquí ya no tenía ninguna distracción.

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Hola, ¿me perdonan por demorarme tanto y hacer este capítulo tan cortico?
Es que, no he tenido nada de inspiración y además, estoy organizando los otro para que quedan mejor.
Bai.

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⏰ Última actualización: Aug 12, 2016 ⏰

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