II

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Antes de entrar a la habitación,Mía me agarra del brazo y me hizo mirarla.

- Nora duerme aquí, hace tres meses alguien incendio su casa, su padre esta en coma y ella sufrió quemaduras de 1re grado, así que tiene unas cuantas quemaduras, no quiero que la mires raro o peor aun, te la quedes mirando.- Mía me dice con cuidado sus palabras.

solo asiento con la cabeza y nos adentramos a la habitación, lo primero que veo son muchas rosas blancas al lado de la ventana, varios peluches en el piso, al parecer Nora esta dormida ya que solo veo un bulto en la cama, Mía se acerca a ella y la mueve para que despierte, al ver que no despierta ella empieza con las cosquillas y recién veo el bulto moviéndose de un lado a otro.

-jaja ya basta!, para por favor, jajaa- Nora empieza a reír e intenta alejar a Mía.

-te quiero presentar a alguien- Mía se aleja de ella y veo como Nora se sienta en la cama mirándome directamente

Nora tiene ojos verde esmeralda, el cabello rubio y el rostro quemado de un lado, le dedico una sonrisa.

-hola, mi nombre es Olivia- digo y sigo mi recorrido por la habitación, es muy linda, es de un colo rosa pastel.

Nos quedamos un rato charlando entre las tres, Nora me dijo que tenia 16 anos y que muy pronto saldría, estaba muy feliz por ella, nos contó lo doloroso que fueron sus tratamientos, lo mucho que extraña a su padre, ella nos dijo que alguien le había avisado que pronto despertaría y juntos se irían del hospital, cuando lo dijo sentí una alegría tan inmensa, ella aun tenia esperanza y yo ya empezaba a darme por vencida, no lo hice.

Al día siguiente Mía me hizo conocer a rodrigo, el tenia leucemia, iba 8 meses en el hospital, pero tenia la enfermedad desde que nació, todos pensaron que morirá a sus 3 anos, pero mírenlo aquí, cumpliendo sus 13 anos, todos fueron a cantarle el feliz cumpleaños, hasta los médicos estaban ahí, lo obligamos a morder el pastel, fue tan gracioso, el doctor fue quien lo empujo cuando mordió la torta e hizo que toda su cara se cubriera de.

Los días pasaron así, Mía venia por mi todas las mananas y me lleva a un cuarto diferente presentándome a mas gente, cada un con un problema, pero ella no se sorprendía al escuchar esas historias, ella se limitaba a sonreír y transmitir su felicidad, era como la luz en la oscuridad.

Se volvió mi mejor amiga, le contaba como había sido mi vida antes, ella solo oía con atención y hacia una que otra broma,empece a quererla.

Mamá venia pasado un día, aprovechaba para contarle esas historias que escuchaba, ella solo asentía y me decía que no debía juntarme con esa gente, ahí entendí que mi familia era esa clase de personas que no le agrada casi nadie a menos que seas pariente.

Ya había pasado una semana y faltaban 3 días para mi operación, estaba ansiosa pero a la vez asustada.

Todo ya tenia ritmo en el hospital y me gustaba aquí, las personas que transmitían esperanza, las risas compartidas, incluso las lagrimas, eramos una familia después de todo, todos con un mismo objetivo, ser felices.

Pero tuvo que suceder,dos días antes de la operación, la vista empezó a nublarse, mi respiración se cortaba, empezaba a ver mas luz de lo normal y no pude pararme, luego todo se volvió negro.







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