Capitulo 5

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El sol empezaba a asomarse por su ventana y ella sabía perfectamente que era hora de levantarse.
Faltaban menos de 10 minutos para que sonara la alarma, por lo que decidió estirarse un poco para quitarse el sueño de encima. Sueño que en la noche no podía conciliar gracias a Taehyung que no paraba de mandarle mensajes. Ella como buena amiga no apagó su celular sino que se dedicó a apoyarlo. El siempre estaba ahí para ella, y no era que Krista lo hiciera por compromiso o para devolverle favores, ella quería el bienestar de su amigo, y por eso precisamente, decidió sacrificar un poquito de su descanso para estar con él.

Después de clases fue a casa del pelirrojo.
Éste al saber que era ella le recibió de inmediato con un abrazo. Se querían demasiado.

—Ven, pasa —tomó su mano adentrándola—. ¿qué te ofrezco?

—Nada, ven aquí —habló suavemente e hizo que se sentara junto a ella en el sofá al tiempo que tomaba sus manos—. ¿cómo te sientes?

—Ya mejor —su mirada estaba en algún punto de la habitación—. hablamos hace unas horas y creo que las cosas están mejor.

—Bien —ella posó su mano en el hombro del chico—. ¿ya se arreglaron?

—No hablamos mucho del tema. Aunque yo lo esté superando, siento que para él será más difícil. Lo conoces, suele ser un tanto rencoroso —hizo una mueca.

—Ya se le pasará —le animó—. y todo volverá a la normalidad. ¡Vamos! Ustedes son hermanos.

Taehyung sonrió dándole la razón.

—Si.

—Ahora, ¿qué te parece si te preparo algo de comer? Sé que mueres por probar un poco de lo que hago —lanzó un guiño.

—Vale —y con una risita se levantaron para ir hacia la cocina.

Ella tarareaba una canción mientras que el chico se dedicaba a verla y debes en cuando la ayudaba en algo. La verdad es que él era un completo desastre en la cocina, pero con un poco de ayuda de Krista, se le fue quitando lo torpe... Sólo un poco.

—El otro día escuché a Emily decir que estabas saliendo con alguien, o algo así —comentó el chico antes de llevarse una cucharada a la boca.

Krista negó con la cabeza y terminó de masticar.

—No estoy saliendo con alguien, aún.

—Oh, eso me suena a que andas detrás de él. ¿No le dejarás en paz, cierto? Pobresito, permíteme contactarlo para advertirle —rió y ella le dió un manotazo.

—No seas tonto, Emily exagera, apenas conozco su nombre.

—En ese caso debo verlo yo primero. No vaya a ser un degenerado.

Ante el comentario de su amigo, Krista rió y se dedicó a seguir con su comida mientras él la molestaba con comentarios sobre Hoseok.

Al dar las 8:40 ella decidió que era el momento de retirarse. Taehyung insistió en acompañarla ya que las calles estaban muy solitarias y no quería que su amiga tuviera algún percance. Sin embargo, ella se reusó y siguió su camino sola.

Cuando iba a unas cuadras de su casa divisó una motocicleta, y tal fue su sorpresa al ver que se trataba de Hoseok. Aunque a decir verdad, no fue sólo eso lo que llamó su atención, sino que una chica iba detrás de él y para su desgracia, iba bien abrazada a su torso.

Eso, sin lugar a dudas, hizo que Krista sintiera una desilusión enorme pensando que podría tratarse de su novia.

Hoseok iba tan concentrado en el camino que no advirtió en la presencia de la chica.

•°•°•


A la mañana siguiente Krista se preparó para ir a la facultad, pero camino a ésta, decidió pasar por un café antes. La desilusión que sentía hizo que pasara otra noche en vela. Se sentía tonta al pensar que él podría estar interesado en ella.
Cuando entró ala cafetería se encontró con una fila no tan larga, así que hizo su pedido y se sentó en una mesa cerca de la puerta.
La campanita sonó cuando alguien entró, ella inconscientemente volteó y se topó con aquel chico castaño. Aquello le quitó el cansancio de golpe.

«¿Cómo era que coincidían tantas veces?» Se preguntó a sí misma.

El chico estaba ordenando cuando llegó el turno de ella para que pasara por su café. Ella se puso nerviosa y no era para más, con todo el autocontrol que tenía, tomó el café en sus manos y se obligó a no voltear a su derecha, en donde se encontraba Hoseok. Pero él al darse cuenta que era la misma chica a la que había visto en aquel restaurante en donde trabajaba y a la que había entregado unas pizzas, sonrió sorprendido por volver a toparse con ella.

Cuando vió que salió se apresuró a ir detrás de ella sin importarle esperar el café, que ya había pagado.

—¡Hey! —la detuvo con una mano en su hombro.

Krista no se esperaba que él le hablara. Por lo que la situación la dejó conmocionada un momento antes de volverse hacia él con una sonrisa pequeña. Al final de cuentas él no tenía la culpa de las ilusiones que ella misma se había hecho.

—Hey —saludó un tanto tímida.

—¿No me reconoces? Soy el chico de la pizza —rió.

—Oh... sí sí, ¿qué haces aquí? —se hizo la desentendida, cosa que le salió bien ya que Hoseok en verdad creyó que no le había visto.

—Vine por un café antes de ir a la facultad —sonrió.

—Hum, yo también —enseñó el vaso de café que tenía en su mano.

—Perdona, soy Jung Hoseok, no me había presentado antes —dijo al darse cuenta que ni siquiera sabían el nombre del otro.

Pero lo que él no sabía, era que ella ya lo conocía gracias a sus amigas.

—Soy Krista Allan —sonriendo extendió su mano la cual él le tomó con gusto.

—Encantado. Qué coincidencia que nos encontremos seguido, se está volviendo un hábito y... podría acostumbrarme a esto —le soltó viendo directo a esos ojos que tanto le gustaban.

Ambos rieron.

El Chico De La Pizza → HoseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora