Cap 1

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Al final me he animado a crear una historia que gire en torno a la carta.
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"¡¿Por qué no dejas de molestarme?!"
Me arrepentía tanto de habérselo dicho de ese modo, en parte era su culpa: me había molestado todos los días desde que había empezado el curso.
Aunque pensándolo bien la actitud de ese chico no me molesta, incluso me divierte, porque no hace comentarios con mala intención, ni para hacer daño... pero ese día estaba muy estresado y la pague con él.
Esta semana he intentado acercarme y explicárselo, pero cada vez que me acerco sale de la habitación o simplemente me ignora. Esta situación me afecta pero ¿por qué?
Llego a casa y abro el buzón donde hay una carta, subo a mi apartamento y la leo:
Esta carta es lo último que sabrás de mí si eso es lo que quieres, pero necesitaba responderte a la pregunta que me hiciste:
Te molesto porque es la única forma que se me ocurrió para llamar tu atención, para poder conversar contigo todos los días.
Y todo porque nunca he sentido la necesidad de conocer todo sobre alguien, no poder despegar mis ojos de la puerta hasta que sepa que has llegado.
No sé ni sabía cómo comportarme.
Porque es confuso ¿sabes? Toda mi vida estaba estructurada y llegas tú y la desmoronas con una sonrisa.
Esa sonrisa que es lo más bonito que he visto en mi vida.
Y ahora que ya no tengo nada más que se pueda destruir, ni desmoronar voy a escribir lo que no me atreví a decirte a la cara hace unos dias: te molesto porque me gustas.
- con cariño tu admirador no tan secreto. (Tranquilo no te molestaré más.)
Al acabar la carta note que las lágrimas surcaban mis mejillas y sólo una cosa pasaba por mi mente: él no me iba a "molestar" más, él creía que yo no quería estar con él.
Mis piernas se movieron solas, cogí las llaves y el móvil y salí de casa.
Le llamé, un toque, dos, tres.... no lo cogía.
Seguí corriendo y llegué al cruce en el que nuestros caminos se separaban al volver a casa.
No sabía dónde vivía, no sabía dónde estaba, pero si sabía que tenía que verle.
Corrí por la calle por la cual él se iba siempre y grité su nombre hasta que mis piernas no pudieron más y caí al suelo en llanto.
- ¿Dónde estas?- susurré.
Las lágrimas nublaban mi visión. Estuve en esa posición bastante rato, incluso las piernas se me durmieron pero no me moví hasta que unos brazos fuertes me abrazaron.
- ¿Qué haces en la calle llorando? - dijo el dueño de esos brazos.
Esa voz, ese aroma, esos brazos... Era él.
Me giró y saltó encima suya tumbándolo en el suelo.
- Idiota estas aquí - digo mientras me agarró de su camiseta e intentó relajar mis nervios.
- ¿La leistes? - asiento- no te preocupes sé que no sientes lo mismo, te dije que te dejaría en paz.
-Dijistes que si yo quería me dejarías en paz ¿verdad? - le interrumpo y el sólo asiente- Pues no quiero que me dejes -le miro a los ojos haciendo acopio de todo mi valor- porque también te quiero - un sonrojo se extiende en mis mejillas y miro hacia otro lado.
Él toma mi mentón y me besa uniendonos en un dulce roce de labios que expresaba nuestros sentimientos. Y...
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                             FIN
Cambié un pelin la carta para hacer referencia a la historia pero en lo fundamental es la misma.
Espero que os haya gustado, dejadme un comentario de lo que os a parecido y nos leemos en la próxima aaaaadiiooooos.
Fox

Estoy Enamorado De TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora