I was made for loving you♥

Cápitulo 1❤️

Soy la oveja negra de la familia.

Soy el defecto.

El ángel oscuro.

La mala hierba.

La verruga de un perfecto cutis.

Mi nombre es Lena James Blair, nací en Canadá para ser exactos en la hermosa ciudad  de "Quebec" el único lugar al que puedo llamar hogar. Nací el 07 de Diciembre de un año.

Para ser honesta contarte sobre mi, es como contar la historia de un libro que está en blanco.
Mi historia aún no ha sido escrita...

No soy la típica adolescente con problemas que se droga y toma alcohol hasta terminar entablando una amistad con una silla.

Ese no es mi caso, no me emborracho hasta tal punto de hablarle a una silla. Soy del tipo reservado que solo ves un par de veces en el pasillo, pero jamás habías notado su existencia. No suelo ser invitada a fiestas.
Mi rutina es más ingeniosa y más efectiva, me quedo leyendo en el sótano de la casa viendo series con mi pingüino de peluche y mi piyama de unicornio, comiendo palomitas y un poco de helado.

Hace un par de meses me mudé a Atlanta, mis padres comenzaron sus trámites de divorcio y para mantenernos alejados nos mandaron a mi hermana mayor Kate y a mí a Atlanta.

Perdí a todos mis amigos y también a mi familia.
No han sido las mejores semanas.
La verdad no soy muy social no tengo muchos amigos.
A veces tomo el almuerzo sola, prefiero estar sola que mal acompañada. No ha sido fácil perder todo lo que tienes en tan poco tiempo, me ha costado mucho adaptarme.
Algunas veces no solo me siento la oveja negra de la familia también me siento un pez fuera del agua que no encaja en la sociedad.
Soy como un cero al izquierda y por las matemáticas pero no en la sociedad.

Kate trata de ayudarme, pero simplemente no lo consigue, Últimamente no he hecho tantos amigos regalado un par de veces cris compañeros no es nada serio no tengo una amiga con la cual contarle mis secretos, mis inseguridades.
Lo más cercano que tengo un amigo es mi primo, Derek, pero simplemente no parecemos familia, el va por su rumbo yo voy por el mío, él es popular yo no.
Me lo cruzado un par de veces en los pasillos, ni siquiera me mira y menos de me dirige la palabra.
Él siempre está rodeado de chicas, es como un galán. Siempre tiene a sus amigos a su alrededor. Es un deportista nato se la pasa jugando y yo nada.

Un día mi vida dio giro muy inesperado...
Cuando pensé que las cosas no podían estar peor, sucedió lo peor.
Estaba en mi habitación como de costumbre viendo la televisión mientras leía una revista de cosméticos, cuando Kate entró en mi habitación.

—¡Hola! ¿Cómo estás? ¿Cómo te sientes? ¿Estás feliz?— tenía una sonrisa muy retorcida en la cara, como si se tratase de que me ocultaba algo. No contuve la risa y explote.
—Hola, estoy bien, me siento bien, y se podía decir que estoy considerablemente en un buen estado de ánimo. ¿Jajaja, dime qué sucede? Ya nada puede sorprenderme.—suspire.
—Leny, me acaban de dar una increíble noticia.— me dijo.
—¡Wow! ¡Excelente hay que celebrar!—exclamé. Hace mucho las buenas noticias no pasaban en la casa.
—Antes de celebrar, tengo que darte la noticia.—
–¡Ah si!—
Kate suspiró hondo como si tratara de armarse de valor.
—Me dieron la oportunidad de volver a la universidad.—
—¿En serio? ¡Increíble! ¡Eso es excelente! ¡Estoy orgullosa!—
—Que bueno que lo tomes tan positivamente.—
Abrace a Kate con mucha fuerza y ella me lo devolvió.
—Dime, ¿qué tan cerca está la universidad? Es que quería ya sabes, ver los horarios y acomodarlos para poder ver si me puedes llevar o irme en autobús. —reí.
La sonrisa de Kate se desvaneció. Me comenzó a preocupar y mi corazón comenzó a latir rápidamente.
—¿Qué sucede? Si quieres me puedo ir en camión eso no será problema.—
—Leny, la universidad no está en Atlanta.—
Mi corazón se paró repentinamente.y no pude evitar que mis ojos se cristalizarán.
—¿Qué dices? ¿Te alejaras de mí?— dije con la nariz constipada tratando de contener las lagrimas.
—Lo lamento Leny, tú sabes que yo no haría esto por otra razón y sabes que lo que más me encantaría sería quedarme contigo, pero debo, necesito salir adelante. ¿Me entiendes?—
—¡Kate no me puedes hacer esto! ¡Primero mamá y papá nos abandonan en otro país y ahora tú me abandonas a mi! ¿¡Cómo puedes ser tan desconsiderada!?—
—¡Lena! Te recuerdo que yo estuve los últimos meses cuidando de ti. ¡No soy ninguna desconsiderada! ¡Vi por ti antes que mi! ¡Si hay alguien desconsiderado aquí eres tú!—
Estaba completamente segura de que mi cara estaba hecha un tomate por la rabia, solo me faltaba la espuma y el humo para demostrar que realmente estaba furiosa.
—¡Bien al menos regresare a casa!— grite como loca.
—¡No lo harás Lena, mamá y papá aún siguen con los trámites y lo que menos quieren es un peso muerto!
En lugar de la rabia mis ojos regresaron a llenarse de lagrimas. ¿Un peso muerto? ¿En verdad eso pensaba mi hermana mayor de mi?
Al parecer Kate se dio cuenta de su error y se tapo la boca y se acercó a mí.
—Leny, perdón. No era mi intención. No eres un peso muerto. Eres maravillosa, lo lamento.—suplico.
—Ya es demasiado tarde, tengo la edad suficiente para cuidarme sola. Este peso muerto puede cuidarse así misma, gracias por tus inútiles disculpas.— reproche.
—Lena, tienes 16 años. No te quedaras sola, irás con la tía Hannah. —

Entonces me giré sobre mi propio eje y le di la espalda a Kate para finalmente sentarme en mi cama viendo la ventana.
Kate se fue de mi habitación y seguidamente agarre a mi pingüino y lo abrace con mucha fuerza. Me sienta muy mal, no quería perder a Kate. Es mi hermana y era mi única compañía.
Empaque mis cosas en la maleta a la cual había llegado a ese lugar. No quería dejar nada. Sabía que no iba a regresar a ese lugar. Kate tenía planeado vender la casa para poder pagar lo que le faltaba de la universidad.
Me fui a dormir con los ojos hinchados como sapos y rojos como un tomate.

A la mañana siguiente Kate también traía su maleta y me acompañó a casa de nuestra tía que estaba al otro lado de la ciudad, cerca de la escuela.
Toqué la puerta y en frente de mi estaba Derek. Me miraba con cara de desagrado, me sentía como una total desconocida para el, y la verdad no sabía nada de él y me sentía como una verdadera desconocida.
Mi tía llego corriendo de la cocina hasta la puerta y me abrazo fuertemente.
—¡Oh querida! ¡Qué bueno que estás aquí! ¡Siéntete como en tu casa!—dijo con su voz chillona característica.
—Eso será imposible.—susurre.
—Derek, cielo ayuda a tu prima a subir las cosas a su habitación. Es descortés no ayudar a tu invitado.—
Derek giro los ojos y agarro mi maleta y la llevo arrastrando por las escaleras como si de una saco de papas se tratase.
Mi tía me hizo una señal con la cabeza para que lo siguiese. Llegamos a la segunda planta y había una sala de televisión con un gran sillón rojo. Cada mueble tenía un cuadro de la familia.
Pasamos por un corredor hasta llegar a la habitación del fondo, ahí se encontraba un colchón un armario y una mesa de café. Derek boto mi maleta en el colchón.
—¡Oye espera! A mí tampoco me agrada estará aquí. Y ahí tampoco, pero no hay razón para tratar mal a mi maleta... Hay cosas de valor.— exclamé.
—¿Cosas de valor? ¿Qué demonios podría tener una niña pretenciosa que solo piensa en color rosa en su maleta?—
—¡Espera no soy pretenciosa! Y guardo cosas que no te interesan.—conteste.
Al parecer esa fue la gota que colmó el vaso, Derek abrió la maleta y comenzó a regístrala.
—¿Un pingüino de peluche? ¡Qué infantil!—
—¡Derek basta!—
—¿Una piyama de unicornio? ¿Y no eres pretenciosa?
—¡Por favor deja mis cosas!—
—¡Estupidos libros románticos! ¡Y películas!—
—¡Derek!—
—¡Ropa interior rosa! ¡No lo puedo creer!
—¡Derek por favor!—
Comencé a llorar me sentía muy humillada.
—¡Un diario! ¡Qué trillado! ¡Qué secretos guardaras!—
Las lágrimas me impedían hablar o incluso hacer algo, me sentía completamente inútil.
—¿Y miren nada más que será?—
Derek metió su mano al fondo y saco mi computadora.
—¿Una computadora? ¡Vaya! ¡Lena sabe usar el internet!—
Ese comentario me afectó demasiado, exponente y rompo en llanto. Derek seguía riendo como diva retrasada. Hasta que mis llantos interrumpieron su egocéntrica mente y me miro.
—Lena, lo lamento. En verdad.—
—No lo lamentas.—exclamé ya un poco calmada.—Solo vives para aprovecharte del dolor de los demás.¡Eres un cretino!—
—Lena, te juro que yo no soy así. Solo estaba jugando, yo si tengo corazón. Y eres mi prima. Estamos juntos en esto. Ok?
—Ok.
¡Hola Bebes! ¡Primer Capítulo de esta novela! Espero les encante y voten mucho y comenten, así sabré que les gusto y podré mejorar día a día con sus críticas constructivas :3
¡Hasta la próxima!