La Weasley Fantasma

S e i s

Cuarto año.
Final.

Suspire mientras acomodaba mi manta en el suelo, me había tocado dormir con Hermione y Ginny mientras que Draco iría con Harry y Ron. Esperaba salir viva de esta...

Tocaron la puerta y Ginny gritó un 'Pase' Draco entró sonriéndome y vio lo que estaba haciendo.

-Ni hablar, no dormirás en el suelo.

-Draco...

-Vamos, en mi cama cabemos los dos...

-Ya te dije que no.- dije sonriendo. Me puse de puntillas y el río agachándose, entonces le di un rápido beso en la nariz y otro en la boca.

Murmuró un inaudible 'ya sé' y se fue sin darme explicación. Volvió a los pocos segundos con un colchón y lo puso en el suelo.

-Ron tenía dos colchones y cara rajada y yo solo uno. Vi esto más justo.- le sonreí un segundo y luego me di cuenta de algo.

-¡Draco toda mi ropa está en tu casa! No se con que dormiré... ¿Tú de dónde sacaste eso?

-Hechizo de expansión indetectable en mi bolsillo.- dijo como si fuera lo más obvio del mundo.

-¿Tienes una camisa o algo?- este asintió y fue a su habitación. Volvió minutos después sin camisa y con el pantalón que trajo antes a la mano.- ¡¿Por qué te quitaste la camisa?!

-Es que lo otro que me queda es una camiseta, entonces pensé, ¿qué cubriría mas a mi princesa de los ojos de cara rajada? La respuesta era mi camisa así que me la quite.

-Ponte algo ahora.- dije gruñendo como perro a las miradas de Hermione y Ginny al torso de mi jugador de Quidditch.

-Ya va, ya va.- dijo rodando los ojos.- ¿Me despides?

Me acerqué a él con la infantil idea de 'marcar territorio' frente a Hermione y Ginny, pero Draco solo tomo mi cabeza entre sus manos y beso mi frente.

-No soy un árbol, no puedes 'marcar territorio' en mí.- me susurró riendo.

-Aceces odio la legeremancia...- gruñí.

-Buenas noches, princesa.

Me acomode bien en mi colchón y justo cuando cerré los ojos escuche a Hermione hablar.

-¿Cómo lograste que el hurón se comportara así?

-No es un hurón, es Draco.- dije riendo.- Uno es el que los insulta y otro muy diferente el que está conmigo todos los días.

-Y... Aparte de la sangre, ¿alguna otra razón para odiarnos?

-Primero que nada, Draco es muy orgulloso. Harry le negó la mano en primer año y eso tiene algo de culpa. Pero todo se centra en cómo me... Trata mi familia.

-Ay, si tú. Aleksandrita la rechazadita y huerfanita...- murmuro Ginny

-Imagine nunca haber ido a Hogsmeade, que tú madre se niegue a tocar algo tuyo por el miedo a morir envenenada, ver a tus hermanos e incluso a sus amigos con suéteres tejidos a mano por ella mientras tús amigos juntan dinero para comprarte un suéter que te quede. Querer pasar una sola Navidad fuera de la escuela y que te culpen por eso. Imagina que la Slytherin eres tú, y que te odien por algo que no pediste ser y que no puedes cambiar.- todo lo susurre rápido, sin pausas. Pero sé muy bien que escucho pues su silencio me lo confirma.

A la mañana siguiente quedaba solo yo en la habitación, baje las escaleras aún con solo la camisa de Draco visible en mi cuerpo y entre a la cocina donde estaban todos menos mi novio.

Camine hacia el mismo lugar donde me senté anoche y comencé a servirme. Mire s todos presumiendo sus regalos nuevos y fue entonces cuando entendí que era Navidad.

Le sonreí a Harry que recibía un suéter Weasley de Molly y de pronto sentí algo frío tocar mi cuello.

-Feliz Navidad, preciosa.- mis ojos se aguaron sin previo aviso y prácticamente salte sobre el para abrazarlo.

-Es el primer regalo de Navidad que me dan en cuatro años.- le dije mientras lo apretaba aún más fuerte contra mí e incluso enrollaba mis pies en su cintura.- ¡Gracias, gracias, gracias, gracias, gracias!.

-Para mí es un placer, bonita.- Lo solté con una sonrisa y voltee hacia la mesa. Me senté de nuevo esta vez al lado de Draco, he ignore las miradas de "mi familia" sobre mi.

-Yo también te tengo un regalo, Alek.- mira algo asombrada a Harry y apreté un poco la mano de Draco antes de soltarlo y caminar hacia mi mejor amigo.- No se tejer muy bien, así que...

-¿Es un suéter Weasley?- pregunté con los ojos abiertos tomando el suéter entre mis manos. Le di el suéter a Draco y corrí a abrazar cortamente a Harry.

-Más bien un suéter Potter, yo mismo lo hice.

-Se nota...- murmuro Draco mirando ma manga más larga que otra yo solo solté una risita apenada y los mire a ambos.

-Lo lamento, pero siempre doy mis regalos en enero cuando todos vuelven no los tengo aquí.- mire a mamá que me veía con los ojos un poco aguados y entonces recordé algo.- ¡Cierto! Tengo algunos regalos.

Subí a la que antes era mi habitación, que le habían dado a Percy, y en lo ma recóndito del pequeño armario habían unos cuantos regalos que tenía para mi familia, todos anticipados para la Navidad de ese primer año en el que no me dejaron volver.

-Estos son los regalos que compre para ustedes en primer año.- dije al bajar con una sonrisa.- Nunca hubo una oportunidad de dárselos, pero creo que esta es una ocasión perfecta.

~~Para Ron, una carta de rana de chocolate con el que en ese entonces era su jugador favorito.

~~Para Fred y George, unas bombas apestosas para las que ahorre durante seis meses.- reí.- Tal vez no sean de las mejores, pero en ese entonces las eran.- se las extendí sonriendo y George las tomo viendo que Fred no se movía.

~~Para Charlie, este guarda pelo para que nos recuerde en sus viajes. Para Percy, esta libreta mágica para cuando fuera prefecto. Llego un poco tarde, pero espero que te sirva igual.

~~Para Arthur, este cachivache raro y muggle que ellos usan para hablar... Y para Molly, este suéter que dice 'La mejor mamá y los mejores suéteres Weasley".- mire el suéter con nostalgia.- No sé si aún sigo creyendo lo mismo que cuando tenía once años, sin embargo lo de los suéteres es cierto.- le sonreí con hipocresía y luego me volví a sentar a comer, bajo la atenta mirada de todos.

Lo siento si tiene faltas ortográficas, lo termine rápido para poder subírselos :)

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