Flying up [Baekyeol/Chanbaek]

Más allá de los sueños...

Chanyeol aspiró profundo, dejando que el fresco aroma de la hierba y las flores se filtraran en su sistema. Tenía los ojos cerrados y la cabeza apoyada por la corteza de un gran árbol. Disfrutaba de la calidez del sol, cuyos rayos se colaban a través de las ramas y hojas, mientras la brisa primaveral mandaba su flequillo a picarle los párpados.

Descruzó las piernas, cambiando de posición, y la cabeza en su regazo se removió para volver a acomodarse.

El alto abrió los ojos, y agachó un poco la cabeza para encontrarse con el rostro relajado de cierto rubio. Su zurda despeinaba los mechones del bajito mientras no perdía detalle de las finas facciones que este poseía. Quedó por un momento absortó con la imagen, deteniendo sus caricias inconscientemente.

El rubio arrugó la nariz y abrió apenas los ojos, demostrando la incomodidad que la claridad le causaba -¿Qué? -preguntó al percatarse de que el castaño lo estaba observando.

Chanyeol no respondió, demasiado perdido en los brillantes ojos del otro, con el reflejo del cielo en ellos, como para siquiera escuchar la pregunta.

-Yeol -lo volvió a llamar el rubio, ya un poco divertido por la cara que el alto estaba haciendo -Tierra llamando a Yeol -repitió, alargando la mano para pasarla frente a los ojos del alto.

Dando un par de parpadeos, y despertando de su momentánea ausencia mental, Chanyeol se compuso -Ah, sí. ¿Dónde dijiste que estamos? -preguntó volviendo a recorrer con la vista el enorme campo que se extendía alrededor de ellos.

Baek rodó los ojos, sus labios curvándose en una gran sonrisa -Es Holanda -habló entusiasta, girando la cabeza aun sobre las piernas del alto, para mirar nuevamente el prado forrado con hierba verde, y alguna que otra amarilla flor silvestre -Vi la imagen en una postal hace mucho tiempo, pero quise venir a conocerla contigo -comentó risueño, fijando la vista en el rostro de su acompañante.

Chanyeol volvió a perderse en los orbes almendrados, acariciando los mechones, esta vez prestando atención a sus acciones, ordenando las hebras que cubrían la frente del bajito, que tenía los ojos cerrados y disfrutaba de su toque.

-Baek -llamó el alto, su voz ronca por casi no haberla utilizado.

-Hhmm... -el rubio seguía sin mirarlo.

-¿Cuándo podré verte? -sabía que no debía haberlo dicho, pero no podía evitarlo, en verdad ese pequeño lo traía loco.

Baekhyun abrió los ojos, dedicándole una mirada significativa antes de incorporarse y apoyar su peso en uno de sus brazos -Yeol, ya hablamos de esto -dijo suave, con el tono de voz que alguien usaría para hacer entrar en razón a un niño.

-Lo sé -se quejó Chanyeol -Pero... -se quedó sin habla, no supo cómo seguir, y es que sabía que dijera lo que dijera, el bajito no cambiaría de parecer.

El rubio se movió, levantándose al fin del pasto, para apoyar ambas manos sobre los amplios hombros, y sentarse a horcajadas en las piernas del alto.

-Así estamos bien, ¿para qué arruinarlo? -susurró a la par que acunaba el rostro del castaño entre sus manos -Yeol, mírame -pidió despacio.

Chanyeol se empeñaba en desviarle la mirada. No sabía por qué seguía insistiendo, si la respuesta de Baek siempre era la misma, y él siempre terminaba con un humor de perros a causa de ello. Pero no podía evitar reaccionar ante esa dulce voz cuando lo llamaba, así que contra todo pronóstico, alzó la vista hasta encontrarse con el rostro angelical que desde hacía meses le robaba el aliento.

-Te amo -confesó el rubio, en tono apenas audible, para luego inclinarse a besarlo lenta y suavemente -Te amo Yeol -repitió contra los labios del alto.