No es que Kyungsoo nunca haya perdido un paciente.
Lo ha hecho. No tantas veces como si no pudiera contarlos con ambas manos, pero no tan pocos que aún reconoce sus rostros en sus pesadillas. Si es que sueña sobre ellos, nunca puede distinguir lo suficiente, cual rostro lo está observando desesperadamente desde la pulcra, blanca cama- si es que se trata de una persona real o una sombra.
Pero hay algo sobre este chico que yace en la cama en frente suyo, oscura sangre roja tinturando los suaves vendajes blancos envueltos alrededor de su brazo, torso y cabeza, que lo hace sentir como si estuviera perdido incluso antes de haber empezado.
*
"¿Cómo te sientes?" Kyungsoo pregunta más alegremente de lo que en realidad se siente. El chico en la cama frente a él, sarcásticamente resopla un poco mientras KyungSoo camina hacía el monitor para revisar sus signos vitales. Todo luce bastante bien teniendo en cuenta el grave accidente que sufrió. Kyungsoo dirige sus ojos hacía el nombre en los papeles-KIM JONGIN impreso en grandes letras negras en el inicio de la primera página.
"¿Realmente quieres preguntarme eso?" pregunta Jongin, voz áspera y ronca y Kyungsoo le lanza una preocupada mirada.
"¿Cómo se siente tu garganta?" dice con el ceño fruncido "Aquí no menciona nada sobre daño en las cuerdas vocales."
"Bueno, no me siento alegre," Jongin murmura con una débil risa. "Incluso si cada parte restante de mí está rota, por lo menos aún seré capaz de insultar a la gente." -"La enfermera vendrá pronto a revisarte," Kyungsoo dice rápidamente, porque estando en esta habitación, junto a este destrozado chico, es extrañamente desconcertante.
"¡Qué emoción! Jongin ríe otra vez. "Trata de enviar una que esté buena ¿de acuerdo? Estoy pensando en decirle que ajuste la cama para verla agacharse."
Kyungsoo se burla, sacudiendo la cabeza mientras sale, pero no puede contener una pequeña sonrisa hacía la franqueza del chico. Esa clase de honestidad es inusual aquí, incluso en este lugar donde cientos de conversaciones inician con las palabras "No hay nada más que podamos hacer."
Va caminando por el corredor, planeando revisar algunos pacientes más antes del almuerzo, cuando ve a Seohyun junto a él, corriendo hacía la habitación de Jongin.
"Seohyun," dice, sujetándola del brazo gentilmente para tratar de que vaya más despacio. Ella lo mira, probablemente un poco sorprendida de verlo hablándole, pero se detiene y voltea hacia él. "¿Podrías añadir a Kim Jongin a mi rotación? La chica con el brazo roto está apta para volver a casa cualquier día, ponlo como te pido ¿Sí?"
"Claro," Seohyun dice, dándole a Kyungsoo una extraña mirada. "¿Por alguna razón en particular?"
"No, no realmente," responde Kyungsoo sin problemas, porque realmente no hay ninguna. Jongin solo... lo intriga.
"Está bien," Seohyun dice asintiendo ligeramente. "¿Eso es todo?"
"Oh, y tal vez desees realizarle algunos exámenes para asegurar que no existan problemas respiratorios," Kyungsoo dice, arrugando la frente ya que recuerda la rasposa risa de Jongin.
"Por supuesto," Responde Seohyun ofreciéndole antes, una breve sonrisa y retomando su acelerado trote por el pasillo.
Kyungsoo observa su partida, perdido en sus pensamientos. Siempre ha admirado la eficiencia de Seohyun, su capacidad de mantener la calma incluso ante situaciones en las que algunos doctores se han acobardado. Está contento de que ella sea la que esté encargada de Jongin, por razones que el realmente no puede explicar. Además es bastante atractiva, lo piensa con una irónica sonrisa, sacudiendo la cabeza en lo que retoma su camino por el pasillo.