My Dear Angel

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Recuerdo el día en que le conocí, el tercer día más lluvioso del año, ahora pienso que si no hubiese sido un día tan horrible no lo hubiese conocido. Mientras esperaba el autobús, lo vi, pequeño e indefenso; ahora me da risa recordarlo , y algo de tristeza, pero se veía tan solo, que quise ser su amigo; la lluvia caía sobre su cabello y lo hacia lucir como un ángel, uno sin alas, un ángel destrozado; en ese momento no lo pensé pero poner un paraguas sobre su cabeza fue lo peor que pude haber hecho; por sus mejillas caían lagrimas gruesas que se mezclaban con las gotas de tristeza que caían del cielo.

-¿Te encuentras bien?- Pregunté, pero el no respondió, solo me miro y sonrió dulcemente; mi corazón fue flechado en ese momento, aunque no lo supe hasta mucho después; no estaba en mis planes enamorarme y mucho menos de un chico, no estaba en mis planes enamorarme de Byun Baek Hyun.

Después de un año de amistad; comencé a darme cuenta de que mis sentimientos iban mas allá, intentaba negarmelo, resistirme, pero cada vez era más fuerte; solo teníamos 17 años y yo era un estúpido, aunque mucho mejor de lo que soy ahora.

Recuerdo como todo se quebró; cuando me dijo que era gay sentí que tenia algún tipo de esperanza, pero sus hermosos labios se movieron para pronunciar las palabras mas dolorosas.

-¿Me ayudas con el chico que me gusta? -Creo que escuche como mi corazón se quebraba, sin embargo, sonreí como un idiota.

-Claro, eres mi amigo, haré lo que te haga feliz - me puse de pie con una sonrisa de oreja a oreja- Eso si, debo irme ahora... Mi mamá quiere que la ayude con algo.

-Esta bien, te llamo en la noche Channie -se despidió luego de darme mi chaqueta.


Recuerdo el dolor de piernas y como caí de rodillas al suelo luego de alejarme lo suficiente, nunca había llorado tanto; las lagrimas silenciosas caían de mis ojos directo al piso.

Luego de esto vino el periodo más triste, mi Bacon, ya no era más mi Bacon; ahora le pertenencia a él. En esta historia... yo era el perdedor.

El dejó de hablarme; pero me alegraba que los amigos en común me contaran lo feliz que se veía, lamentablemente esto duro poco y el perdedor en que me había convertido se alejo de todos, comencé a tatuarme y a beber alcohol hasta perder la noción del tiempo, luego vinieron los cortes, las quemaduras de cigarro y las peleas. No sé muy bien con cuantas personas distintas desperté, buscaba a alguien parecido a él, buscaba un sabor que jamas había probado.

Quiero volver el tiempo atrás para no dejarle ir, pero no hay caso, una oportunidad así no se da dos veces.

Me acerqué a la ventana para ver la lluvia caer, pero de inmediato comencé a llorar, prendí un cigarrillo para calmar mi tristeza y me lancé con fuerza a la cama para luego tomar mi móvil y mirar fotos de cuando eramos amigos, quizás era masoquista, pero me hacia un poco feliz ver sus ojos de cachorrito y su sonrisa.

-Te extraño- susurré al vació, a la oscuridad de mi habitación; era estúpido pero imagine nuestro reencuentro una y otra vez, pensé en que haría si lo veía otra vez, pero era improbable porque yo ni siquiera salía a la calle.

Todo sucedió muy rápido, me decidí a salir, paragua en mano lo buscaba donde lo habia visto la primera vez; dispuesto a cubrirle otra vez del frío, dispuesto a sufrir una vez más... pero no llegué muy lejos, mis piernas eran largas y fuertes pero hace días no comía nada y me desvanecí en el medio de la calle. Lo siguiente que recuerdo fue la voz de baek, pero cuando abrí los ojos no era el; lo busque con la mirada pero al parecer solo había sido mi imaginación, mis antiguos amigos estaban allí, en lo que parecía ser un hospital; comencé a gritar, lo llamaba a gritos y los doctores tuvieron que calmarme.

Cuando desperté, estaba otra vez solo, era de noche y estaba un poco mareado; en cuanto me puse de pie una alarma comenzó a sonar y un enfermero entro corriendo.

-¿Te encuentras bien?- Preguntó, su voz era tan familiar, cálida y dulce; en cuanto me di vuelta quede atónito; era el, mi bacon, mi ángel roto, con una de esas sonrisas de cachorro que tanto extrañaba.

-¿Baekhyun?- quería asegurarme de que fuera el antes de abrazarlo o algo por el estilo, pero cuando asintió no pude moverme, era definitivamente un idiota.

-Channie... no esperaba que... tu bueno, Hola- sonrío mas ampliamente extendiéndome su mano, me partió el corazón ver como en su dedo anular había un anillo, creo que casi me desmayo nuevamente porque todo se volvió borroso-

Después de ese reencuentro y de que saliera del hospital, comenzamos a vernos; yo intentaba actuar normal, no quería que se alejara ahora que lo había recuperado, aunque ahora el le pertenecía a alguien más. Me sorprendió que en uno de nuestros encuentros me contará que estaba casado con una chica.

Una noche llegó a mi casa llorando, había encontrado a su esposa con otro hombre; lo abracé pero el busco mis labios para encontrase con ellos, yo no me negué y tome su rostro entre mis manos mientras succionaba su labio inferior con rudeza y desesperación; lo tome entre mis brazos y lo cargue hasta la cama, en donde devore su cuello y disfrute de sus hermosos gemidos. Quité su camiseta y la lancé al piso mientras besaba su estomago y bajaba sus pantalones.

-Llevo deseando esto mucho tiempo- gruñí roncamente mientras tomaba su miembro entre mis manos y lo introducía en mi boca, el respondió con un agudo gemido y tomándome del pelo me hizo quedar a su altura para quitarme la camiseta, sus dedos recorrieron mis cicatrices con algo de tristeza, pero yo sonreí.

-¿Estas seguro de que quieres que te folle?- le pregunté, mientras metía uno de mis largos dedos a su boca y como este asintió y lo succionó, me dispuse a hacer lo que siempre había deseado; lo dilate con un dedo y sin resistir más penetre de una sola estocada, no espere a que se acostumbrara y comencé a embestirlo como un animal.

Sus gritos y mis gruñidos llenaban la habitación, mordía uno de sus pezones mientras lo sentía retorcerse de placer, su interior comenzó a apretar mi miembro, sabia que pronto llegaría a su limite y yo también, así que comencé a masturbarlo para terminar con su esencia sobre mi mano y mi estomago; al mismo tiempo me corrí en su interior llenándolo con mi semen.

Muchas noches más vino a mi casa, muchas noches más lo hice mio, en cada rincón de mi apartamento; pero todo terminó, un día se arrepintió, dijo que no le haría más daño a su esposa; me enojé y luego de que se marchó comencé a desquitarme con los muebles.

Otra vez, otra vez estaba en el suelo por su culpa; no paso mucho tiempo para enterarme por los amigos de que su esposa estaba mal, necesitaba un trasplante; fui a verlo, pero no me atreví a acercarme y solo lo vi llorar sobre la cama de la chica.

-Ya no quiero que llores nunca más, Byun Baek Hyun... -susurré antes de dormirme por la anestesia, antes de dormirme para siempre-

Las noticias mostraban el suceso, un hombre donó su corazón a una mujer; el doctor fue enviado a la cárcel por esto.

Chanyeol era ese hombre, un hombre que le regalo su vida a una mujer, un hombre que dio su vida por la felicidad de Baekhyun.

Te amo... mi ángel...

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⏰ Última actualización: Jul 13, 2016 ⏰

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