capítulo único

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Historia narrada desde el punto de vista de Inuyasha :)

"Este día será un fastidio..." pensé resignado estando de camino a la preparatoria...

-Es el último día de clases, no deberías tener esa cara...- escuché decir al imbécil de Miroku, ese sujeto siempre con su estúpida sonrisa... no sé qué diablos pasaba por la cabeza de Sango cuando aceptó ser la novia del hombre más mujeriego de todo Japón.

-Feh, no me jodas...- respondí irritado, tal vez así cerraría su gran bocota.

-Mph... seguro es por Kagome...-¿cerrar la boca?... este tipo no se guardaría un comentario, porque seguro se ahoga con él.

Guardé silencio, tal vez eso funcionaría, aunque debía reconocer lo mucho que éste imbécil me conoce... "Kagome..." ¿por qué demonios tenía que faltar hoy a clases?... y para colmo de males, yo no podía hacer lo mismo; mis padres me castrarían si falto, aunque sea el maldito último día... si no hubiese reprobado cuatro de las materias en este semestre, seguro las cosas no serían tan complicadas, podría faltar y mejor aún, tener de regreso mi coche, ¡pero no!... tenía que ocuparme en convencer a Kagome de salir conmigo, después de varias semanas de acoso, por fin lo logré... y bueno, pagué las consecuencias de mi nuevo capricho, con mis deprimentes calificaciones, y teniendo que recurrir a Miroku para ir a la preparatoria, cuando me arrancaron, literalmente, de las manos las llaves de mi auto.

-Seguro se va de vacaciones y te deja aquí botado... solo por eso puedes tener esa cara frustrado sexual...- comentó el muy imbécil seguido de una carcajada... una mirada asesina de mi parte seguida de un fuerte golpe en la cabeza fue lo que obtuvo como resultado, aunque ese estúpido impulso casi nos costara la vida, pues el idiota tuvo a bien girar el volante con brusquedad y casi terminamos como estampillas aplastados contra el muro de contención de la carretera.

Resoplé molesto... una vez más, el imbécil tenía razón.

-Deja de complicarte de tu existencia, sino está Kagome... siempre estará Kikyo...- volvió a mencionar con aquella naturalidad, de todas las estupideces que podían salir de su boca, ésta... era la mayor.

-Claro, como si eso fuese a volver a pasar...- comenté irónicamente, ni loco me pienso volver a meter con Kikyo, está loca si piensa que porque tuvimos sexo un par de veces me voy a casar con ella, en ese caso, que se lo pida al tipo con el que se acostó la primera vez, o con el que se acuesta ahora, no a mí que ni siquiera fui su novio... -... el que seamos amigos, no me hace igual de infiel que tú.- finalicé mientras bajábamos de su auto, habíamos llegado a la preparatoria.

-¡Quieres cerrar la boca!- me gritó mientras me seguía al interior del edificio -...Sango podría escucharte y creer que es verdad- me añadió mientras volteaba nervioso a los alrededores, lo vi respirar más tranquilo al comprobar que no había rastros de la chica por ningún lado.

-¿Y no lo es?- mencioné con burla, no sé por qué, pero verlo tan nervioso me causa cierta gracia.

-¡Por supuesto que no!- me dijo, creo que un tanto indignado.

-Lo que tú digas...-le dije dando por terminado el tema, aunque la verdad era que me constaba que Miroku seguía como idiota los pasos de Sango, y que el imbécil andaba que se moría por acostarse con ella y ésta se lo estaba poniendo sumamente difícil... tal vez por eso... no... esa cara de baboso que pone cada que la ve, solo significa que el idiota se enamoró.

Lo escuché decir un par de cosas más defendiendo su inocencia, pero ya no le prestaba verdadera atención... mi vista recorría sin interés los pasillos que increíblemente se encontraban casi llenos, seguramente nadie había faltado a ese último día de clases... excepto claro... Kagome. Mi fastidio regresó por completo y multiplicado.

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