Capítulo único

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Pudo comprenderlo, por supuesto. No necesitó nada más que un poco de voluntad para estar ahí, nada más que eso y ser todo un descarado.

ChanYeol se removió sobre su asiento completamente incómodo con la situación, el lugar y todo lo que estar allí implicaba. Aceptó el favor que le pidió JunMyeon, era algo sumamente importante para él y lo entendió completamente. Sin embargo, aún no podía acostumbrarse a las luces y al olor que recorría todo el lugar. Sexo, maldición. ChanYeol olía sexo, humo de cigarrillos, bebidas alcohólicas derramadas, sudor y más sexo.

—¿Entiende lo que le digo? Desde ahora será cliente VIP.

ChanYeol asintió como todo un experto en su trabajo, aunque no estaba trabajando prácticamente en nada. Solo era un favor, un maldito favor para su amigo JunMyeon, para su fiel confidente.

—No sé si está interesado en leer el contrato a profundidad...

No tenía ninguna intención de hacerlo, pero de igual forma asintió y dijo que quería leerlo a solas. Kris salió de la habitación y lo dejó solo en la elegante oficina. Posó el papel en la mesa sin tener verdadero interés y se cruzó de piernas con la vista fija en una de las paredes rojas de la habitación en un intento por pensar en lo sucedido y aclarar su mente.

Cuando JunMyeon lo llamó por teléfono aquel día en la mañana diciéndole que necesitaba pedirle un gran favor ChanYeol al principio se imaginó que tendría que hacer algún trabajo por él o cuidar su casa, incluso ir a alimentar a su perro, pero no era nada de eso. No, por supuesto que no, si ChanYeol terminó en un puto club nocturno con una credencial de cliente VIP.

Y aún no se lo creía.

Oh, Señor...

ChanYeol pensó que él y JunMyeon eran amigos, ¿pero luego qué sucede? ¡Pah! Tu amigo te miente y terminas metido en un club de lo más raro. Porque en realidad esperó llegar a un elegante bar, pero no era para nada eso, sino que parecía más un club de prostitución o algo así.

Aún le costaba respirar por todo aquello y se dijo a sí mismo que JunMyeon no hacía nada ilegal, que simplemente era el dueño del lugar y Kris era quien lo administraba. Pero JunMyeon tampoco se fiaba de Kris, era por eso que él está ahí.

Maldito Kris.

Se levantó con lentitud de la cómoda silla y caminó hacia la puerta para salir de ahí, olvidándose luego que su contrato quedó sobre la mesa y se obligó a devolverse. ChanYeol esa vez le echó una ojeada al papel mientras caminaba por el pasillo en dirección al centro del local, donde gesticulaba la mayor parte del público. Se detuvo en mitad del lugar, miró su credencial y previamente sacó de su bolsillo la tarjeta dorada.

—¡Hey!

Elevó la mirada alarmado e intentó buscar un poco de claridad en el oscuro pasillo, reconociendo de inmediato su tarjeta dorada en el piso. Se agachó lo suficiente para recogerla y fue ahí cuando lo vio, sentado sobre el suelo y mirándolo con el rostro fruncido.

—¿Qué haces aquí?

ChanYeol se asustó al principio porque apenas lo notó y tuvo que sacar su celular del bolsillo para iluminarlo, haciendo que el contrario de inmediato se llevase un brazo a los ojos para cubrirse de la molesta luz. Le tendió una mano como el buen muchacho educado que era, pero esta enseguida recibió un manotazo. ChanYeol se ofendió al instante.

—Debes salir de aquí.

¿Ese chico lo estaba echando? ¿A él? ¿A un VIP? Porque sí, ahora ChanYeol quería presumir del estúpido plástico, pero el chico ni tiempo le dio porque apenas levantó la mano para mostrar la tarjeta con orgullo el otro se marchó refunfuñando. Y él se ofendió aún más porque se suponía que ahí deberían respetarlo porque era un jodido VIP y el contrato lo decía.

Por culpa de JunMyeon • || ChanBaek ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora