Por tí, todo.

Que sea así

Cuando el rojo cubría todo el suelo uno realmente se da cuenta que después de lo vivido, lo único que te entregará paz y armonía en tu alma es la honestidad consigo mismo, porque cuando menos te lo esperes te llegará la hora. Muchos dicen que la vida es nada más que un camino hacia la muerte, pero no estoy desagradecido por lo que me ha de tocar, solo un disparo de sentimientos bastaba para callar todo rumor, desconfianza y frialdad. Su silhueta era la de siempre en su oscuridad y sus ojos tiernos podían robarse la nobleza de cualquier caballero si quisiera. Prefiero morir en manos de alguien que aprecio mucho a que ser un muerto viviente en las tinieblas, porque solo su presencia me llenaba el corazón de alegría, encendía el fuego de un crudo invierno y le daba calor a alguien desamparado.

Éstos son los pensamientos que vacilaban en mi mente cuando estaba acostado y no podía sentir.mi propio peso. Camino a casa me dedique a contar cuantas pisadas me tomaba llegar por la costanera, cuando en realidad estaba contando cuantos segundos me quedaban de vida, envidiaba la libertad de las gaviotas y la tranquilidad del mar, ver gente en su propio camino y yo como uno más.

Si algo nunca he comprendido fué que tan demente estuve como para tomar tales decisiones, aunque sabía que mi destino estaba sellado ¡Pensaba que como si en un cuento de hadas seguiría estando con ella! Realmente yo estaba feliz en esa última cita, ella reconocía la situación y que su vida sería un caos con este amor imposible, con un beso de despedida y sus lagrimas derramadas el trato fué sellado, solo quería lo mejor para ella y lo que hizo, solo fué pedir un deseo, y yo, se lo concedí.