Se despierta como si no hubiera descansado, siempre igual, apura en la cama todo lo que puede. Quince minutos para salir de casa, otra vez contra el reloj, contra el tiempo, se ducha, desayuna, prepara la cartera. Falta un documento, no aparece, se hace tarde. Está fuera de su sitio, nada está donde debería. Corre a la estación, llega al mismo tiempo que el metro, hoy no lo pierde. Llega al trabajo, empieza el día.