Cuando comienzo a sentir un hormigueo en mi brazo derecho, cambio de posición en la cama y me coloco boca abajo.
No estoy despierta, y tampoco dormida. Estoy en una clase de semiconciencia, tratando de entrar de nuevo a la inconsciencia, pero parezco no lograrlo.
Con pereza, abandono mi posición y me siento en la orilla de la cama. Tengo mis ojos cerrados aún, así que tanteo el piso en busca de mis pantuflas.
Suspiro cuando las encuentro.
Cuando han pasado unos minutos, decido levantarme y abro sólo un ojo. Camino hacia la puerta. Al salir de esta, la luz me recibe con sorpresa, y debo cerrar mis ojos nuevamente, para no escandalizarme.
Poco a poco me adapto, así que termino con los ojos entrecerrados.
Bajo las escaleras como un zombies y mis brazos y piernas se sienten entumecidos.
Cuando llego, me adentro a la cocina, mi sentido olfativo a captado un olor a tocino.
En la cocina se encuentra Ross, con su mirada fija en una sartén esperando a que el tocino termine de tostarse. Me acerco a paso moribundo y lo abrazo. Tarda en reaccionar pero me envuelve en sus brazos. Tan cálidos y fuertes.
La pesadez del sueño vuelve a caer sobre mi, y decido no dejar de abrazarlo. Inspiro profundo.
—¿Miel...?—lo escucho llamarme en un susurro.
—¿Mmm?—respondo, esperando a que me diga que lo suelte.
Su pecho vibra levemente para luego escucharlo reír. Sonrío.
—Anoche no pude acompañarte a en la partida de kimi.—me siento mal al decirlo. En serio quería acompañarle.
Me encojo de hombros, aún abrazada a el. Su cuerpo emana calor y la dulzura de su esencia parece no desaparecer nunca.
—Ayer fue un día complicado. Debistes dormir un poco más—me reprende, levemente. Creo que me gusta cuando hace eso.
Mi estomago se retuerce al recordar lo ocurrido ayer.
Hago un gesto deseñoso con mi mano, restandole importancia.
—Debo ir a trabajar, ¿por cierto qué hora es?
Aún mis brazos lo rodean.
—Nueve con treinta y cinco.
Mis ojos se abrieron, de pronto, captando el mensaje de que voy llegando tarde.
—¡Mierda!—susurro, y me separo de el—Debo irme.
Doy un ultimo bostezo y me encamino escalera arriba.
—Hoy es sábado.—su voz me azota.
Iba a fruncir mi ceño, pero un bostezo me interrumpió.
—Mmm, cierto, tienes razón —volví a bostezar.
Baje de nuevo las escaleras y pase por la cocina. Me senté en la barra.
De nuevo, ahogue un bostezo.
Observe como Ross se acercaba al tocino, le echaba una mirada minuciosa y apagaba la estufa.
Gira sobre si mismo y me mira, en el momento en que ahogo otro bostezo.
Río bajito.
Sus ojos me miraron divertidos y su cuerpo se recargo sobre el otro lado de la barra.
Sonreí al ver emociones en sus ojos. Ladee mi cabeza.
—¿Por qué no vas a dormir unas horas? —me pregunta, mientras vuelvo ahogar un bostezo.
—Debo hacer algo. Estoy de invitada y no pienso dormir todo el rato.
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Sólo Sexo |Fanfic 1°| [Raura]
Romansa-¿Solo sexo?-pregunte, inocente. No sabia lo que me esperaba. -Solo Sexo.-afirmo el, seguro de si mismo. Aun sus manos sujetaban mi mentón. ********************************** ADVERTENCIA: No me hago cargo de traumas o problemas personales. Leen esto...