Mi Único Amor [Kellic]

CAPITULO 8

En ese momento no lo entendí. 

Hoy su vida se extinguía por lo cual cada hora, minuto, segundo, era un tesoro que arroje a la basura al alejarlo de mi, de forma tan estúpida. 

Hoy ya no siento... Lo unico que siento es un maldito vacío, eso es lo único que hay en mi vida a pesar de que muchos piensen lo contrario. ¿Por qué tendría que ser desdichada una persona que lo tiene todo? Y creo si tú mi estimada lectora, piensa que lo tengo todo, he fallado en mi relato, he equivocado el camino o simplemente no he sabido dar a entenderme.

NADA. 

Ese es mi patrimonio, nada, él  era todo, su partida me dejo absolutamente sin nada. Sus fotos hoy me miran vacío. Soy un vivo que hace tiempo se murió.

El lunes siguiente después de firmar unos cuantos papeles en la discográfica fui a mi trabajo como payaso en la sección infantil de la biblioteca, allí estaba él con los ojos hinchados y algo lloroso, me trató igual que siempre, creí que su enojo se había esfumado. 

Las horas pasaron en forma lenta. 7:00 pm solos de nuevo. Respiré con fuerza tomando coraje, me acerque a él, que ordenaba sus cosas dándome la espalda, tomé su cintura, envolviéndolo con mis brazos. Se separo bruscamente.

-Te acercas a mí y renuncio. -Lo miré, esperando que estallara en carcajadas por la broma, pero no.-

- ¿Hablas en serio?

-No te quiero cerca. -No me miraba.-

-¿Sigues enojado? -Acaricie sus mejillas, haciendo que me mire.-

-Enojado, no es la palabra. -Suspiró. -Decepción es lo que siento.

-Olvida todo eso, ya te dije...Te lo expliqué. -Intenté besarlo pero me alejó.-

-Las cosas a veces no son tan fáciles. -Sus ojos se clavaron en los míos y sentí que me desmoronaba, solo él tenía ese poder sobre mí. Estaba tan dolido, que no supe que decirle, cada palabra que salía de mi no hacía más que lastimarlo aun más de lo que ya estaba.-

-Olvidemos todo, esto solo fue una pérdida de tiempo, no soy bueno para ti y lo sabes.

-¿Por qué lo hiciste? -Me preguntó mirándome a los ojos. -¿Por qué? -Exclamó derramando lagrimas.-

-Nada me detuvo, tuve ganas y ya, no significo nada para mí, solo fue simple sexo.

-¿Y el amor dónde quedó? ¿¡Donde!?

-¡Dios! ¿Porque eres tan infantil? ¡El amor! Películas, novelas baratas ¿Que pretendes? ¿Que llore? Que te grite ¡Te amo Kellin, vuelve conmigo! Que intente suicidarme como la clásica película. -Se quedo callado. -No Kellin, la realidad es otra, no existe el amor eterno, perfecto, ideal, los cuentos de hadas son solo eso cuentos. -Se fue, no quiso oír todas las idioteces que ese día dije.-

Estaba aterrorizado, esa es la palabra, el miedo corría por mis venas, haciéndome actuar así, perderlo es algo que no podía soportar, no el hecho que me abandone por mi engaño, sino perderlo totalmente, para siempre. Despertar sabiendo, que aunque lo busque, no lo encontraría. Quise desterrarlo, olvidarlo, alejarlo de mí y así aliviar mi dolor. Pretender que fue solo un espejismo, producto de mi imaginación. Que nunca estuvo y por lo tanto no se marcharía. Quien diría, quien pensaría que me tragaría mis propias palabras.

"Te amo Kellin, vuelve conmigo" 

Esas mismas palabras repetí una y otra vez como plegaría, cuando sus oídos ya no podían oírme, su cuerpo pequeño y frágil en mis brazos. Yo rezando, llorando, pidiendo a las estrellas que no me lo quiten, Mis lágrimas cual río caudaloso caían sin cesar sobre su rostro, él en su delirio las confundió con gotas de lluvia.