Ella rubia,
Él pelirrojo.
Ella Sangre Pura.
Él Traidor.
Ella Serpiente.
Él León.
Ella Slytherin,
Él Gryffindor.
Ella Malfoy,
Él Weasley.
*Primer fanfiction de Fred Weasley en español en llegar al 1M de lecturas* (Noviembre/20/2020)
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La puerta del aula se azotó como nunca había pasado durante la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras, subí mi mirada y vi a Alastor Moody cojeando hasta el escritorio. Emily tiró de mi túnica haciéndome voltear hacia ella.
—Da miedo, ¿verdad? —Dijo sin quitar la vista del profesor.
Regresé la vista al frente sin poder creer que Emily le tuviera miedo al profesor Moody pero que quisiera a Voldemort en el poder. De nuevo tenía la sensación de que algo malo había en mí.
Escuché murmullos en la parte del fondo del aula y cuando volteé, vi a los Weasley agachados en su asiento cuchicheando y viendo con atención algo que se encontraba debajo de su mesa.
—¡Weasleys! —Gritó Moody sin despegar la vista del pizarrón, su grito hizo que diera un saltito en el asiento.
Los gemelos levantaron la mirada sin siquiera sentirse avergonzados o algo así, simplemente atendieron al profesor quien ya se encontraba viéndolos directamente.
—¿Quisieran decir la primera maldición imperdonable?
Todos los profesores se presentan cuando era la primera clase que teníamos con ellos, supongo que con Moody serían las cosas totalmente diferentes. Ambos pelirrojos se voltearon a ver y se encogieron de hombros.
—La maldición Imperius —respondió uno de ellos.
Volteé hacia la pizarra de nuevo y vi que Moody sacó una araña, le lanzo la maldición Imperuis y el insecto comenzó a hacer muchas cosas que por naturaleza no habría hecho. Me pareció algo totalmente repugnante.
La clase prácticamente se trató de eso, el profesor nos explicaba en lo que consistía cada una de las maldiciones imperdonables y luego las ponía en práctica en las arañas que llevaba en un jarrón. Recuerdo que con el profesor Lupin, nunca estuve tan contenta de que la clase llegase a su fin, pero con Alastor Moody casi lloraba por el hecho de que tendría que regresar a su clase durante todo el año.
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La biblioteca estaba prácticamente vacía, los primeros días de clase por lo particular siempre estaba así, solo era cuestión de que llegaran los exámenes finales, y la biblioteca se abarrotaba de estudiantes. Draco siempre me preguntaba el porque me gustaba ir tanto a la biblioteca, la respuesta era simple:
