Capítulo 4: Día imposible II

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La chica pelirroja comenzó nuestra exposición sobre la anatomía del Sistema Respiratorio. Era un tema fácil, nosotros éramos el último grupo en presentar su trabajo y tengo que decir que los anteriores grupos fueron muy buenos y dinámicos con su presentación. Pero eso no significaba que la maestra se parara y nos aplaudiera entusiasmada, ella solo asentía y escribía notas en su cuaderno. El grupo que mejor lo había hecho, según mi opinión, fue el del frente en el cual tenían como integrante a Ethan. Al principio pensé que iba a sentarse en nuestra mesa ya que los otros grupos estaban llenos, pero la única razón por la que se nos acercó a la nuestra fue para tomar una de las sillas e irse a otro grupo.

Ahora todos en el aula nos estaban mirando con atención y mientras la otra chica hablaba, yo hacía unos dibujos en el pizarrón de acuerdo a lo que ella esta explicando sobre el tema. Estaba siendo lo más creativa posible con mis gráficas, aunque es obvio que eso de dibujar no se me da muy bien que digamos. Soy de las que se sale de los bordes cuando tenía que colorear un dibujo o cualquier trabajo de la escuela. Sí, aveces doy lástima.

Luego de unos minutos, el chico de los lentes también término de explicar y eso quería decir que ahora era mi turno de presentar.

—Todos sabemos que la función principal de nuestro sistema respiratorio es eliminar el dióxido carbono de nuestro cuerpo en el proceso de intercambio gaseoso. También es conocido que...  —y así continúe con mi exposición mientras hacía gestos con mis manos y caminaba alrededor de mis compañeros. Era una forma de relajarme y expresarme mejor mientras hablaba que aprendí de mi madre. Pero cuando estaba a punto de terminar mi exposición, alguien levanta su mano. Más bien, Ethan levanta su mano. Entonces le di la palabra con un asentimiento de cabeza.

—Cuando dices que las personas no pueden suicidarse aguantando la respiración, ¿Por qué es eso? —me mira esperando una respuesta. Su mirada me dice que él sabe cuál es, pero decide preguntarme para verificar si era tan buena como lo aparento.

—Porque es una reacción auténtica de nuestro cuerpo, por más que intentes dejar de respirar, en algún momento tu cuerpo tomará el control y no podrás hacer nada —hablé mirándolo a los ojos a la vez que intentaba averiguar si estaba satisfecho con mi respuesta, pero el sólo volteó la cabeza y comenzó a guardar sus cosas. Segundos después, la maestra dio por terminada la clase y el timbre anunció que nos podíamos ir a la siguiente.

Mi siguiente clase era con Alex y estaba dispuesta a preguntarle un par de dudas que tengo desde que lo vi a él y mis otros amigos en el que supongo era el auto de Ethan. A decir verdad, Ethan cambio de la noche a la mañana, literalmente. No es que me importe, pero tampoco quiero que la gente sean de doble personalidad conmigo. Soy de las que prefiere que las personas se muestren como son desde el principio, sea malo o bueno. Los que no lo son, simplemente hay una palabra que los describe perfectamente: Hipócritas.

Fui a mi casillero para buscar los libros de la siguiente clase. Que por cierto, eran dos libros del tamaño de una enciclopedia. Tal vez esté exagerando, pero en realidad pesan un montón y cuando los tomé en mis manos me tapaban toda la vista hacia el frente. Así que cerré mi casillero y comencé a caminar lentamente hacia la clase de Física. En realidad no entiendo cómo se puede usar dos libros a la misma vez, pero así es el profesor, quien dice que es para asegurarse sobre el concepto de un término y comparar cuando estemos en clase. Creo que cargando estos libros tres días a la semana ya no tendré que preocuparme por el gimnasio, es más, voy a parecer La Roca de tan grande músculos que voy a tener. Sí, mi exageración es de nivel Dios.

Un chico que venía corriendo en mi dirección, choca su hombro conmigo haciendo que los dos libros se me cayeran al piso.

—¡Hey! ¿Es que acaso no te han dicho que en los pasillos no se corre? —le grité enojada, pero el chico no me hizo caso y siguió su camino doblando al otro pasillo de la izquierda— Estúpido. Como si cargar estos libros es cosa fácil... —comencé a hablar para mí misma a la vez que me agachaba para recoger los libros— ¡Ni siquiera se devolvió para pedir disculpas o ayudarme a levantarlo! Noo, solo se fue como si no hubiese hecho nada y...

Mi voz fue callada cuando un par de pies se posaron en frente de mí. Recogí el último libro y me levanté para ver quien estaba al frente de mí. Un par de ojos grises me miran burlones y sus labios escondiendo una pequeña sonrisa pero que al parecer le era imposible. Creo que no es necesario que mencione su nombre, pero aun así lo haré. Ethan era quien me estaba impidiendo el paso a mi otra clase, contando que ya empezó hace dos minutos.

—Entonces, ¿Eso de hablar sola viene con tu problema mental o lo haces por diversión? —se apoya contra uno de los casilleros al estilo "Mirenme, soy el chico sexy y todos lo saben".

—Primero: No te importa. Segundo: No estaba hablando sola y tampoco tengo problemas mentales. Y tercero: Quítate de mi camino —lo esquivé como pude y traté de caminar lo más rápido posible a mi clase. ¿Por qué es que tengo la santa bendición de siempre llegar tarde? Estaba dispuesta a correr, pero con estos libros apenas caminar podía.

—¿Entonces con quién hablabas? —volteé mi cabeza un poco y lo ví enarcando una ceja hacia mí.

—Con mis libros —dije seria y el soltó una carcajada ante lo que yo dije, lo cuál me disgustó mucho. Decidí ignorarlo e intenté caminar más rápido, ya casi llegaba.

—¿Y dices que no tienes problemas mentales? Si quieres te puedo conseguir un psiquiatra muy bueno aquí en Pensilvania —dijo a la vez que se aguantaba otra carcajada.

—¿Ese es al que vas cada semana? No, gracias. Me imagino que el doctor debe de estar más loco que tú con tus cambios de personalidad —llegué a la puerta del aula de Física— Adiós, idiota —entré adentro (Ni modo que sea hacia afuera, Cassandra) y lo dejé con la palabra en la boca.

El profesor estaba mostrando una diapositiva, pero interrumpí su explicación cuando entré.

—¿10 minutos tarde, señorita Valdez?

—Lo siento, no volverá a pasar, profesor —dije con tono culpable. Obviamente sí va a volver a pasar, porque entonces ya no sería yo. Yo siempre tengo que llegar tarde y creo que lo he dejado claro desde el principio. Pero no le iba a decir eso al profesor, ¿Verdad?

Tomé mi asiento al lado de Alex. El susodicho estaba con la vista al frente, poniendo atención a todo lo que decía el profesor. Desde que conozco a Alex siempre ha sido muy estudioso y unos de los que tenían las notas más altas desde el comienzo de la universidad. Pero el no lucía para nada como un nerd, no tenía nada fuera de lo común, pero sus facciones masculinas eran las que hacia derretir a cualquier mujer que lo tuviera en frente. Incluso la primera vez que lo vi me pareció bastante atractivo, pero nada más interesante paso. Solo se convirtió en mi mejor amigo, junto con Eli y Frank.

Dirigí mi mirada nuevamente hacia Alex y me preparé para hablar. No quería parecer muy interesada, así que se lo pregunte lo menos directo posible.

—¿Qué hacías en el mismo auto de Ethan ésta mañana? —bueno, al menos lo intente. Es que no soy muy paciente, lo sé.

Una sonrisa se colocó en sus labios, pero la eliminó rápidamente— Somos amigos. ¿Por qué lo preguntas? ¿Acaso lo conoces? —comenzó a preguntar y luego abrió los ojos en modo de sorpresa— ¡¿Te gusta?!

—¡No, por Dios! —traté de que mi tono fuera bajo para que el profesor no nos llamara la atención. Miré a Alex incrédula— ¡Solo te pregunté porque nunca te había visto con él! ¡Eres peor que una chica cuando esta adivinando Alex!

—¿De dónde lo conoces? —hizo caso omiso a lo que dije antes y me removió para que le contestara.

Maldito chismoso.

—¡Hey, tranquilo! —quité sus manos de encima de mí— Lo conocí el día de la fiesta. Es un idiota.

El frunció el ceño— ¿Por qué?

—Porque lo ha sido desde que lo ví en mi clase de Anatomía —dije confusa por su repentino interés. Alex apretó su mandíbula, como si estuviera enojado y dijo en voz baja, mas para sí mismo:

—Voy a hablar con él. Ese no era el trato del que hablamos.

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Entre Burbujas [#Wattys2016] [NDAWARDS2016] [HandWrittenAwards2016]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora