No se me ocurría nada, ¿que podía ser?, ¿a que se refería ella?.
Esas preguntas rondaron por semanas hasta que me decidí a llamarla y preguntarle ya que con mis poderes podía entrar o salir del inframundo, no era mi lugar favorito pues entrar haya y saber que haya están mis verdaderos padres y que ellos aun así ni te quieran ver, es año trágico, pero no importa, aunque mi cumpleaños número 18 se aproxime y no este a su lado, pero me tope con personas que si me saben apreciar, desearía que Marisol estuviese ahí, mientras la buscaba en aquel mundo me tope con un señor muy similar a mi.-¿Quien eres?, dije algo preocupado.
- soy tu padre, Sebastián. Dijo mientras sus ojos se humedecían.
-papá, ¿donde esta mamá, pregunte aparentando como si me importase aunque realmente no me sentía interesado en saber de ella.
-ella esta con Marisol, hijo disculpa me por no estar a tu lado, por tratar te tan ....
Dijo el, al fin me trató bien.Me quede callado, no dije nada sólo me retire y fui por Marisol, al llegar esa señora, aquella que tanto odio me hablaba, estaba llorando.
Lo veía y no lo creía, era impresionante ver que después de causar me tanto dolor, se sintiese mal pero sin embargo era mi mamá, fuera donde fuera.-Sebastián, grito Marisol.
-Marisol, no tengo mucho tiempo debo irme antes de quedarme para siempre ¿a que te referias aquel día?.
Dije rápidamente.
-no debo decírtelo Sebastián sólo prepara te, por que lo que esta por venir te hará mil pedazos. Dijo ella mientras me desvanecía.
En vano, me arriesgue en vano ahora ¿que pasará? No comía pensando en lo que Marisol me dijo. Pasaban y pasaban las semanas estaba débil totalmente, la preocupación no me dejaba comer. Mi madre adoptiva me decía que si yo no me cuidaba quien lo haría, hasta que un día vi que nada ocurría, baje la guardia, mi peor error, tres meses después mis padres desparecieron en el triangulo de las bermudas, esa pequeña porción llena de incógnitas, maldad, magia negra, y seres extraños, mis hermanas a doloridas se quedaron en casa mientras yo me dirigía con una gran velocidad y furia hacia ese lugar, no tarde mucho en llegar y zambullirme en el agua, recuerdo que era agua dulce, se que suena extraño que hubiese agua dulce rodeada de agua salada pero así era, al llegar al fondo del mar la oscuridad no me dejaba ver, sabia que soportaría la presión del agua pues mi cuerpo era sobre humano, no te había dicho pero al tocar el agua mis manos se convertían en manos palmeadas al igual que mis pies, y las branquias brotaban causando un fuerte dolor, era una especie de híbrido entre un humano y un pez, con una ráfaga de luz conseguí iluminar mi camino, pero vaya susto cuando frente a mis ojos una estatua humana deformada apareció, seguí avanzando y mi corazón cada vez estaba más acelerado y que el fondo marino estaba lleno de barcos, aviones, hundidos no ayudaba de a mucho, pero aun así no me rendía, encontré el barco donde se transportaban, no debieron ir a ese viaje de trabajo sabiendo la ruta, me aproxime y mi corazón sentía que lo que vería me destruiría, estaba frente a la puerta, bueno. A donde debería estar, todo estaba oscuro, tome un suspiro ilumine el avión y la sorpresa que me lleve fue tan fuerte, no creía lo que veían mis ojos.E
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Gritos Silenciosos
Teen FictionSebastián es un chico que a sus 18 años decide no callar mas y contar su historia quizás muchas personas se identifiquen con el ....