"¿Qué más da, al fin y al cabo, una persona menos sobre la faz de la Tierra?"
Ted Bundy en sus declaraciones a la policía
Theodore Robert Cowell nació el 24 de noviembre de 1946. Su madre fue Louise Cowell y su padre un veterano de la fuerza aérea cuya identidad permaneció desconocida para Bundy durante toda su vida.
Tras el nacimiento de Ted, Louise se fue a vivir con sus padres. A Ted le hicieron creer que sus abuelos eran sus padres y que su madre biológica era su hermana mayor, con el objetivo de proteger a la joven de la condena social contra las madres solteras. Con el tiempo, Ted se enteraría del engaño.
Cuando Ted tenía cuatro años, él y su madre se mudaron a Tacoma (Washington) para vivir con otros parientes. Su madre se enamoró de un cocinero del ejército llamado Johnnie Culpepper Bundy y en mayo de 1951 la pareja se casó. De ese modo, Ted asumió el apellido Bundy, que conservaría toda la vida.
El nuevo matrimonio fructificó con cuatro hermanos más para Ted Bundy y a pesar de que Johnnie trataba de formar un lazo afectivo de padre a hijo con Ted incluyéndolo en todas las actividades familiares, este nunca se consolidó.
Cuando Ted tenía cuatro años, él y su madre se mudaron a Tacoma (Washington) para vivir con otros parientes. Su madre se enamoró de un cocinero del ejército llamado Johnnie Culpepper Bundy y en mayo de 1951 la pareja se casó. De ese modo, Ted asumió el apellido Bundy, que conservaría toda la vida.
En Seattle, Ted tuvo que recoger legumbres con su padrastro para sobrevivir, lo que lo hizo sentirse siempre muy humillado.
Durante su adolescencia se dedicó a robar autos y objetos de lujo para poder alardear del estilo de la clase media-alta que tan desesperadamente codiciaba, y en sus primeros años de adulto, inició una compulsiva búsqueda de una doble legitimación social mediante su matrimonio con una mujer de la alta sociedad y el estatus de abogado.
Ted fue a clases a la universidad de Washington y a la Puget Sound. Era un estudiante aplicado que obtenía buenas calificaciones.
En el plano laboral, tomaba empleos de bajo nivel pero no perduraba mucho en ellos. Sus empleadores lo recordarían como alguien poco confiable.
En la primavera de 1967 entabló una relación amorosa con Stephanie Brooks, una joven hermosa, inteligente, sofisticada y de buena familia proveniente de San Francisco, quien cambiaría para siempre la existencia de Ted. Ella era su compañera en la Facultad de Psicología, donde Ted Bundy estudiaba. Él siempre había anhelado tener una mujer rica, guapa, lista y con clase; la muchacha era su sueño materializado. Además, la chica lo amaba.
Pero en 1969, año en que Stephanie se graduó en Psicología, la muchacha decidió terminar su relación con Bundy; había notado la extraña personalidad del joven, sobre todo la falta de dirección y de objetivos claros en su vida.
Ted nunca se recuperaría de la ruptura. Aquella muchacha se convirtió en una obsesión e intentó seguir en contacto con ella escribiéndole cartas, aunque ella no cambiara de decisión.
A causa de la ruptura, Bundy abandonó sus estudios. Con el tiempo se inscribió en la Universidad de Washington, esta vez en la carrera de Derecho. Era brillante y tenido en buena estima por sus profesores.
En esta época inició un nuevo romance con Meg Anders que duraría varios años. Ella venía de un reciente divorcio, tenía una hija pequeña y veía a Ted como un excelente partido. A pesar de que sabía que él no la amaba, que tampoco deseaba casarse y que mantenía relaciones con otras mujeres, guardaba la esperanza de que cambiara para bien y que finalmente sentara cabeza al lado de ella y su hija.