—Te dije que no tiene importancia —reiteró con la vista al frente. Hacia el apartado de edificios que se extendía frente suya.
—Sinon... te conozco, aunque no quieras reconocerlo.
Sus palabras la hicieron sonrojar furiosamente, pero no se giró. Subió la bufanda hasta su nariz y endureció la expresión.
—¿Hice algo que te molestó?
—No.
—¿Tal vez las chicas...? ¿O Asuna hizo algo malo...?
Ante el nombre de la pelirroja, quien era su querida amiga de ese lado, no pudo evitar la punzada de culpabilidad que le revolvió el estómago. Negó con su cabeza antes de responder fría —No.
—¿Entonces?
—Olvídalo.
—Me pides imposibles. Quiero saber qué te pasa, porque de repente actúas así.
—Tú eres el imposible —lo observó altiva por encima del hombro. Kirito lucía consternado, algo que sólo ella conseguía. Con orgullo podía decir que era la única del grupo de chicas que podía preocupar al chico con su actitud fría e impasible.
—Es que no entiendo.
—No tienes que entender —volvió a mirar al frente y dejó escapar un suspiro.
—Al menos déjame hacer algo para reparar mi error, o el error de las chicas, sea cual fuera.
—No tienes que...
—Insisto —la interrumpió. E iba tomar el pequeño hombro de la francotiradora, pero se abstuvo, con sus dedos en el aire.
Ella lo advirtió y se giró, desarmando la fría máscara de indiferencia que era su rostro hasta entonces. Volvió a suspirar y se permitió una ligera mueca relajada que ni siquiera era una sonrisa, pero distaba de su expresión inalterable de siempre.
—Sinon, dime que te molesta.
—Tú me molestas.
—¿Huh?
La joven se cruzó de brazos y no dijo palabra.
—Deja que repare mi error...
—Esa expresión de idiota que pones es la que me molesta... ¡Exacto, esa misma que estas poniendo ahora!
—¿Huh...? Pero es que no entiendo...
Se llevó los puños a las sienes y gruño frustrada. Inmediatamente le clavó sus ojos castaños, dubitativa —Sí hay algo que puedes hacer.
—Lo que sea.
—O mejor dicho, algo que podré hacer para borrar esa expresión de imbécil que siempre tienes... y que francamente me tiene harta.
—E-ehh... bueno, dime.
—Pero primero prométeme que sea lo que sea que yo haga quedará como un secreto entre nosotros, y no dirás nada al respecto.
—Pero...
—Promételo.
—Bueno, bueno lo prometo. Eres mi mejor amiga y...— Kirito se detuvo cuando la muchacha se aproximó segura, confiada ante él, lo sujetó brusca de las mejillas, y usando su propio impulso depositó un rápido y torpe beso en esos labios secos y partidos.
Los ojos de Kirito se abrieron como platos y se ruborizó como infante. Pero no se alejó sino hasta que ella lo hubo hecho.
Sinon sonrió, una hermosa y dulce sonrisa que jamás le había visto, y dejó caer las manos a los costados de su cuerpo. Se giró entonces, satisfecha con su atrevimiento.
—¿Ves? Esa expresión ya no me molesta.
Y rió.
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Momento de confesión:
...Y probablemente me gano el odio de mucha gente pero tengo que decirlo:
¡Amo el kirinon! No lo puedo evitar... he leído un fic que ha despertado mis ansias dormidas de hacer algo de este singular pairing. En realidad no hay mucho de ellos que sea así de bonito como el KiriAsu y he venido a remediar eso. Kirito y Sinon se merecen una narración bonita ^^
De momento intento ordenar mis ideas sobre qué hacer para no salirme del canon, pues es obvio que Sinon y Kirito no tendrían una relación al estilo fluff kiriasu... pero lo de ellos también sería bonito y tierno.
No me malentiendan, amo el kiriasu, pero el kirinon... es mi droga mortífera y por más que quise dejarla es imposible. Me declaro adicta dependiente a ellos.
Puedo amar ambas couples sin que me odien? Y por supuesto tengo muchas ideas en mente para mi amado kirinon.
Lo que tú quieres por lo que yo necesito, queda momentáneamente en hiatus.
Luz.