El mas sincero amor [One-Shot]

La amo señora

-aghhhhh- escuche de pronto proveniente de la sala, y me apresure a dirigirme a esta para ver que ocurría - largarte, y no vuelvas ¡idiota! - seguido de un sonoro portazo al tiempo que yo llegaba y la veía subir los escalones a toda prisa.

-han vuelto a terminar ¿no es así? - yo solo asentí, mi compañera, una de las empleadas, estaba en lo cierto; la señora de la casa había vuelto a terminar con su pareja.

ella era inteligente, realmente hermosa y millonaria, ¿por qué seguía perdiendo el tiempo por alguien que solo la usaba?

-hay mi niño, esto te debe doler, sé que la amas- yo solo volví a asentir, otra vez estaba en lo cierto, no era un secreto entre el personal sobre mi enamoramiento hacia la jefa. Y sí, me dolía verla así, pero en especial me enfurecía, pues ese desgraciado no hacía más que engañarla y ella le seguía dando oportunidades. Cuanto no daría yo por una de esas oportunidades, porque ella correspondiera a mis sentimientos... no, eso era pedir demasiado; tenía que conformarme con servirle, al menos así, estaba cerca de ella.

Decidí subir a calmarla, o al menos a intentarlo. A medida que me acercaba, los gritos se hacían más fuertes, al llegar a la puerta de su cuarto ya casi no gritaba, toque un par de veces y acerque mi oído a la puerta, pero lo único que escuche era unos leves sollozos, cosa que me provoco una punzada en el pecho. Toqué la puerta nuevamente, y al no recibir respuesta inmediata, decidí entrar. Solo abrí la puerta un poco al tiempo que algo golpeaba cerca de esta, cosa que me sobresalto levemente.

-déjenme sola- no me importo lo que dijo, decidí entrar. Al hacerlo la encontré en el suelo en medio de la habitación con una botella de vodka con menos de la mitad vacío y con un libro cerca de la puerta. -"así que esto es lo que me tiro"- me agache, lo recogí y lo deje en una mesita.

- ¿qué haces aquí? - me pregunto casi con desprecio, eso sí me dolió, estoy acostumbrado a que me trate con superioridad, pero no así.

- ¿está bien? - evadí su pregunta, que le iba a responder "¿estaba preocupado por ti?, No lo creo"

- ¿acaso me veo bien, inepto? - "tú siempre te ves bien" respondí automáticamente en mi fuero interno

-creo que debería dejar de beber señora-

-no me interesa lo que tu creas- le dio otro sorbo largo a la botella y la dejo a un lado para después intentar pararse, cuando lo hizo se tambaleo levemente y yo me apure a sostenerla. -no me toques- la ignore, era más que obvio que no se podría sostener por sí misma. No dije nada y comencé a guiarla hacia la cama, como pude removí con una mano las colchas y la senté en el borde para después recostarla y cubrirla hasta la cintura con las mismas 

-descanse- y antes de que me alejara ella me agarro de la manga del chaleco negro de mi uniforme.

-quédate, no quiero quedarme sola- lo dijo más como suplica que como petición y acepte hacerlo. así que me senté en la orilla de su cama algo alejado de ella. -estoy cansada de esta situación ¿sabes? - la voltee a mirar, pero antes de que dijera algo ella continuo -estoy cansada te tener que soportar a ese hombre, siempre con sus mujeres, pero me toca soportarlo-

-no le toca, usted es libre de dejarlo-

- ¡claro que me toca!, Es lo que todos esperan, que salga con alguien súper importante y blah blah blah, además la persona que me gusta no me correspondería y los demás no lo aceptarían -

-a veces se debe pensar en uno mismo y no en otros ¿no cree señora? - dije algo desanimado, no le gustaba su novio, pero si le gustaba alguien más, eso me provocó una leve presión en el pecho además de un poco de celos

-tal vez tienes razón, y no me llames señora que solo tengo 22 años, me haces sentir vieja. Dime crist-

-pero seño...-