Capítulo 1: Empieza la semana

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Escucho un ruido de fondo. Mierda, la alarma. Ya es lunes. Parece mentira que el fin de semana haya pasado tan rápido. Miro la hora en la pantalla del movil. Son las 7:00h. Me levanto como puedo, cojo la ropa que me voy a poner hoy y me meto en el lavabo. Me lavo la cara, los dientes, y voy a la ducha. Ahí dentro suelo tirarme un tiempo largo, pero hoy no puedo permitírmelo, tengo un examen a primera hora y no quiero llegar tarde. Son las 7:45h. ¡Sólo me queda media hora! Bajo corriendo las escaleras y me siento a desayunar. No suelo desayunar nunca, pero justo hoy mi madre está en casa hasta las 9:30 y no me puedo escapar.

-Cariño, buenos días. ¿Has dormido bien?

-Si, mama, pero sigo teniendo sueño... ¿Qué hay para desayunar? 

-Hay café, colacao y creo que hay algún zumo en la nevera. 

-Vale, ara veo que cojo. (si tengo suerte y se va al estudio, ¡me puedo librar!)

-Cariño, come algo. Es malo irse con el estómago vacío, y más aún si tienes examen (No lo entiendo... ¿¡Cómo hace para enterarse de todo!?)

-Que si, mama... Ahora cojo un zumo...

Ha conseguido que desayune... Siempre lo consigue todo. La verdad es que de mayor me gustaría ser como ella.

Voy arriba a por mi mochila, bajo de nuevo las escaleras, cojo mis apuntes de Química y salgo disparada por la puerta. No sin antes decirle adiós a mi madre. Cuando me voy sin despedirme se enfada conmigo y luego no me deja salir, así que siempre lo hago. Tengo 10 minutos para llegar, así que tendré que aligerar el paso. 

¡Justo a tiempo! Suena el timbre y la profesora entra en clase. He cogido un sitio perfecto para el examen.

-Chicos, antes de repartir los exámenes, tengo algo que deciros. 

En un suspiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora