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-Señorita Lujan,¿cuantas veces le hemos pedido, incluso rogado, que no debe meterse en más problemas?- dice ya el deseperado director.

- Las suficientes como para que no importe una más, ¿no cree? -respondo yo con un tono divertido. Mis compañeros, que están a mi alrededor, se carcajean de la situación. ¿Como he llegado a este punto? Pues no lo sé ni yo misma.

- Pues déjeme decirle que ya estoy harto de usted y su molesta actitud, si no colabora, me veré obligado a tener que expulsarla de esta escuela.

-Ante esa respuesta yo pongo mi cara seria, se que soy problemática, pero creí que no llegaría otra vez a este punto.- Pues expúlseme si quiere Carlos, pero que sepa que el día de hoy habéis perdido tu y tu mierda de escuela a una alumna que en verdad lo vale, así que esto es un adiós.- digo saliendo del aula, azotándo la puerta tras mi paso. Genial, otra escuela más que añadir a mi lista. ¿Cuál será la siguiente? Ni yo misma lo sé, ahora lo importante es tener que decirlo a mis padres, esperar a que pase su charla de como comportarse y volver a mirar otra escuela, pan comido, ¿no?

- Avanzo hacia mi vehículo, e inmediátamente lo abro con un solo clik del mando, abro la puerta, y me subo en el. Conduco durante un no largo trayecto, cuando llego a mi casa, meto las llaves, giro, y entro,aún con la vista enfrente cierro la puerta con el pie. Hecho un vistazo a la sala principal, no veo a mis padres, pero si que logro diferenciar al mayordomo , camino hacia el y le pregunto donde estan mis padres,el sin dudar responde - los señores de la casa han salido ha hacerte un regalo por vuestro próximo cumpleaños, señorita Luján.

-Oh, genial. -mierda,mierda,mierda y mucha más mierda, puesto que ellos dicen que no hay que comportarse como un zafio, y , aparte, me exigieron que no volviera a pasar otra vez, ser expulsada de otra escuela seria una bomba para ellos.

-En cuanto se presenten los Señores en la casa, avíseme enseguida, ahora, me retiraré a mi habitación, he de hacer cosas importantes, adiós.- en cuanto termino de narrarle lo pensado, me dirijo educadamente hacia las famosas escaleras de caracol , doy media vuelta disimuladamente, logro observar que Fredric se ha retirado, así que comienzo a correr hacia mi cuarto, intentando no emitir el mínimo sonido. Una vez llegado a la segunda planta, avanzo a paso ligero hacia mi habitación, voy observándo conforme avanzo todo, soy muy observadora. Me habro paso entre las paredes color crema, con cuadros colgados de la pared, junto con lienzos, hermosos, pero demasiado refinado para mi gusto, observo la primera puerta que se halla en el pasillo, es de un color oscuro, pero no llega ser negro. Sigo avanzando por el ancho pasillo, encontrándome con más puertas, de diferentes colores cada una, pero nunca un color llamativo, eso llamaría demasiado la atención como para permitirlo en esta familia. Continuo, hasta que llego hasta el final del pasillo, concentrándome en la puerta de mi habitación, de color grisáceo. Me detengo, giro el pomo y avanzo,adentrandome en mi amplia habitación.











Liana.

El último chico de la listaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora